Epoca de cambios rápidos. Los jóvenes no aguantan: migran de una empresa a otra, cada vez en menos tiempo, que ya no se cuenta en años, sino en meses.
¿Por qué los recién graduados cambian de trabajo? Con este objetivo, la Universidad de Palermo (UP) realizó una encuesta entre sus estudiantes y ex alumnos.
La encuesta se realizó vía mail, sobre un universo de estudiantes y recién graduados de la Capital y el Gran Buenos Aires de entre 19 y 30 años. El tamaño de la muestra fue de 496 casos elegidos de manera aleatoria.
Según los resultados, son dos los motivos más frecuentes por los que dejan sus trabajos: el 28 por ciento de los encuestados, en busca de mayor remuneración, y el 25 por ciento por la falta de relación entre el puesto y la carrera estudiada.
Puede resultar una obviedad pensar que el sueldo es una de las principales razones del cambio. Pero si bien es la primera opción, la encuesta destaca que este ítem perdió terreno. “La remuneración, que en generaciones anteriores solía ser el principal motivo para cambiar de empleo, se convirtió en un hecho que apenas se destaca del resto”, dijo María Inés del Arbol, coordinadora de Desarrollo Profesional de la UP y una de las responsables de la encuesta.
Hay diferencias entre las profesiones: el 50% de los estudiantes de Ingeniería encuestados ve el salario como el principal motivo de cambio. Esto los posiciona como la carrera que más considera la remuneración. En cambio, sólo el 20% de los estudiantes y egresados de Ciencias Sociales tiene en cuenta que es ésa es la razón del cambio.
La segunda causa de deserción es la falta de relación entre el trabajo y el área de estudio, algo que resulta de peso para las nuevas generaciones. Sin embargo, el 50% de los estudiantes de carreras como Periodismo, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales afirman que ésta es, para ellos, la primera causa del cambio de trabajo.
“Para estos jóvenes es más dificil conseguir un trabajo acorde con su área de estudio -indicó Emilia Montero, coordinadora de la carrera de RR.HH-. Aceptan cualquier trabajo que les permita tener un ingreso mensual, pero apenas surge un puesto relacionado con su carrera cambian de trabajo sin dudarlo.”
Nunca dejan de buscar
Los especialistas sostienen que esta nueva generación de empleados suele continuar la búsqueda laboral, pese a haber conseguido un trabajo. Muchas veces no se detienen nunca.
En cuanto a la expectativa de salario mensual, el 50% de los jóvenes encuestados aspira a cobrar entre 1200 y 3000 pesos. El 44 por ciento espera ganar más de 3000. Según las conclusiones del estudio, estos números muestran que la mayor parte de los estudiantes salen al mercado laboral con experiencia; por lo tanto, exigen salarios medios.
Los ingenieros aportan un dato relevante, ya que el 60% de ellos aspira a tener sueldos superiores a 3000 pesos. Las ciencias duras viven su apogeo y los jóvenes quieren aprovecharlo.
La importancia del clima laboral para esta generación también se refleja en la encuesta. Figura en tercer lugar entre los motivos para un cambio laboral, destacado por el 18% de los consultados. Los jóvenes buscan espacios donde puedan tener un trato cordial con los superiores, de igual a igual. Por eso valoran las estructuras menos verticales. También están atentos a los compañeros de trabajo y a las facilidades que brinda la compañía para tener más tiempo libre.
Es para destacar que no le temen a la cantidad de horas laborales, ya que sólo el 3,22% contestó que dejaría un trabajo en busca de mejores condiciones.
El principal canal utilizado para buscar empleo son los medios on line: la mitad de los encuestados usa buscadores de la Web. Según el estudio, ZonaJobs fue el más nombrado, seguido por Bumeran y CompuTrabajo.
En grandes compañías
Respecto de los lugares donde prefieren trabajar, se destacan las firmas grandes, con un 64%. Las multinacionales siguen siendo un polo de atracción. Bastante más atrás figuran las pymes: el 20 por ciento contestó que trabajaría en una pequeña y mediana empresa, donde buscan profesionales para formalizar el sector.
El gobierno y las ONG no generan gran atracción. Cada una se reparte el ocho por ciento del total. Según los responsables del estudio, se debe, en primer lugar, a la falta de credibilidad en la política y el sector público, y en segundo al desconocimiento del sector social. Sin embargo, para María Inés del Arbol, “el tercer sector permite unir trabajo y estudio con mayor facilidad que cualquier otro ámbito”.
Los jóvenes han incorporado la tecnología a la vida cotidiana y laboral. Tanto es así que el 75% de los estudiantes de Ingeniería busca trabajo por Internet.
La nueva generación es inquieta, no se conforma, cambia y progresa, al igual que la tecnología.
