Hay muchos empresarios que dificultan el flujo natural de la creatividad. Y es que son muchos los empleados que entran a trabajar llenos de energía positiva y ganas de dejar huella en la empresa en cuestión.
Dan el primer paso y ofrecen ideas rompedoras y muy creativas. ¿La reacción por parte del equipo directivo? A menudo, no es ni la esperada, ni la adecuada. Esto se debe al miedo que ellos tienen por hacer algo que no traerá beneficios y que en el peor caso podrá desembocar en una situación de crisis.
Si te encuentras frustrado porque tus ideas no han sido escuchadas ni valoradas, entonces probablemente ya te hayas chocado con el problema anteriormente descrito. Esto no deberá, bajo ningún concepto, frenar tu creatividad. Debes encontrar el modo de mostrar el valor de tus ideas, siempre y cuando esto no suponga un gran esfuerzo o inversión de recursos por tu parte.
Y es que ha ocurrido con bastante frecuencia que el directivo se dé cuenta con el tiempo de que la idea era buena y que, su puesta en marcha hubiese desembocado en un incremento de los beneficios obtenidos y una mejora de la notoriedad de marca.
A veces, eres tu quien debe convencer al directivo de lo brillante que es la idea que acabas de compartir. No tengas miedo de que esto ocurra y no olvides que tu creatividad vale mucho. Es por ello por lo que frenarla podría tener un mal impacto sobre tu futuro profesional, limitándote a trabajar en la zona de confort y no abandonarla nunca. ¿Acaso es lo que quieres?
