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Primera mujer al frente de GM

General Motors (GM) ha anunciado que Mary Barra, una de las ejecutivas del fabricante de automóviles, sustituirá al actual director ejecutivo y presidente de la compañía, Dan Akerson, a partir del 15 de enero de 2014.

Barra, de 51 años de edad, es una veterana de la compañía, con 33 años de experiencia en GM, y actualmente ocupa el puesto de vicepresidenta ejecutiva de Desarrollo de Productos Globales, Compras y Suministro, un cargo clave en la reorganización de General Motors.

“Es un honor ponerme al frente del mejor equipo en el sector y mantener nuestro impulso a máxima velocidad”, afirmó Barra, que entró en la compañía con 19 años, en un comunicado.

Primera mujer al frente de GMEl gigante automovilístico explicó que Akerson, de 65 años de edad, decidió adelantar su retirada después de saber que su esposa contrajo una enfermedad grave.

El anuncio coincide con la salida del Departamento del Tesoro de Estados Unidos del accionariado de GM, lo que pone punto y final a una etapa en la historia del mayor fabricante de automóviles estadounidense que se inició en 2009 con la inyección de 50.000 millones de dólares del erario público.

Akerson se hizo cargo de GM en septiembre de 2010, un año después de que el fabricante saliese de la suspensión de pagos a la que se acogió para reestructurar radicalmente la compañía.

Orígenes de Mary Barra

Barra, de 51 años, 33 de los cuales ha trabajado en General Motors (GM), ha hecho historia al ser la primera mujer nombrada para dirigir uno de los grandes fabricantes de automóviles del mundo.

Según señaló GM a EFE, Barra es el apellido de su marido, quien es de origen italiano.

Primera mujer al frente de GM”Anteriores comentarios sobre su origen latino no son correctos”, añadió una portavoz de la compañía.

El error sobre el origen de Mary Barra se inició en 2012 cuando la prestigiosa revista estadounidense Forbes la incluyó en su lista de las mujeres más influyentes del mundo, en el puesto 41.

Tras su aparición en Forbes, Barra empezó a ser identificada en Estados Unidos como hispana y fue incluida en varias listas de mujeres latinas destacadas.

Barra, que tiene dos hijos con su marido, Tony Barra, proviene de una familia con fuertes lazos con General Motors. Su padre, Ray Makela, trabajó durante 39 años como operario en la ya desaparecida marca Pontiac de GM.

La filial Holden dejará de producir coches en Australia en 2017

Primera mujer al frente de GMHolden Commodore 2013Por otro lado, la filial de General Motors en Australia, Holden, anunció hoy el cese de la producción de vehículos en el país oceánico para finales de 2017, un enorme golpe para la ya mermada industria automotriz local. El cierre –la firma solo mantendrá en Australia su negocio de ventas, distribución de recambio y diseño- supondrá la pérdida de unos 2.900 empleos directos y 65.400 indirectos.

Al día siguiente del anuncio, el primer ministro de Australia, Tony Abbott, dijo que negocia con Toyota para que la empresa siga fabricando coches en el país. Abbott expresó que el Gobierno desea que la marca se quede en el país.

General Motor justificó la medida, que pone fin a más de 60 años de fabricación de coches Holden, a la alta apreciación del dólar australiano, cuyo precio ha aumentado desde 2001 desde 0,50 a 1,10 dólares, es decir que esta divisa es “65 por ciento más cara que hace una década”.

Los consumidores australianos ahora prefieren coches de menor tamaño o más económicosAdemás están los altos costes de la producción y un mercado fragmentado en Australia, donde los consumidores prefieren coches de menor tamaño o más económicos como los que ofrecen las marcas asiáticas, así como las ventajas que ofrecen otros países para la producción de coches, explicó el director ejecutivo de la General Motor, Dan Akerson, en un comunicado fechado en Detroit (EE.UU.)

Estos factores han derivado en una caída de un 11 por ciento de la demanda de los Commodore construidos localmente y de un 15 por ciento en las ventas del Cruze de cuatro cilindros en Australia, donde el coste de fabricación de un coche es de 3,750 dólares más que en otras plantas de la General Motors.

Ahora la guillotina política se posa sobre Abbott, y especialmente sobre su tesorero federal, Joe Hockey, a quien la oposición lo culpa de no haber querido abrir la cartera fiscal para salvar a la empresa, que es uno de los principales motores de las economías de Australia del Sur y Victoria, y mantener miles de puestos de trabajo.

La crisis del sector automotriz no es nueva en Australia porque las alarmas sobre su futuro ya habían sonado con fuerza el año pasado cuando la Ford anunció que cerrará sus plantas australianas de ensamblaje de coches en 2016 y ocho años antes había hecho lo mismo la Mitsubishi. Tras la retirada de Holden, Toyota sería el único fabricante que quedaría desde 2017 con “una presión sin precedentes” afirma en un comunicado la marca japonesa.