La incertidumbre que en este segundo semestre se sigue respirando en las compañías no sólo genera estrés al empresario que tiene problemas financieros o de ventas sino también al empleado que siente temor a perder el trabajo.
Por estos días, los argentinos cuentan con un amplio menú de preocupaciones: la imposibilidad monetaria de llegar a fin de mes, los aumentos salariales que no aparecen, la irrupción de la gripe A, el rumbo incierto que atraviesa la economía y las perspectivas poco auspiciosas para los próximos meses, son algunos de los tantos problemas.
Claro que –preocupada o no- hay algo que la gente no puede dejar de hacer: concurrir a diario a su lugar de trabajo. Y, con su mochila de problemas a cuestas, se sientan en su puesto laboral para cumplir con sus tareas y tratan –por lo general sin éxito- de dejarla de lado, al menos por una determinada cantidad de horas.
Es así que la angustia, el nerviosismo y la incertidumbre ingresa en las compañías y se suma al malestar del management por los números que no cierran. No son pocos los ejecutivos que están mal por la falta de tiempo. No alcanzan con las obligaciones, ni con las exigencias afectivas de la familia. Y tampoco tienen espacio en la agenda para su propio descanso ni esparcimiento.
Ante semejante contexto, el presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Stress (SAMES), Dr. Daniel López Rosetti, señala que “la actual situación de estrés psicosocial, extendido en el planeta como no se recuerda, según dicen los economistas, por iguales factores desde la década del 30, condiciona la aparición de enfermedades cardiovasculares, inmunológicas, digestivas, ya ha aumentado la demanda de atención en diferentes centros de salud”.
De hecho, ya en octubre del año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) había advertido que la crisis mundial podría acarrear un aumento de casos de estrés, depresión y otros desordenes mentales.
Protagonistas y a la vez víctimas de la incertidumbre, muchas áreas de Recursos Humanos de las empresas tomaron nota de la situación y pusieron manos a la obra, aun con presupuestos acotados.
Este es el caso de Grupo Carrefour, L’Oréal, Laboratorio Roche, Maerks y Time For Fun (T4F) Argentina, entre tantas otras organizaciones que, junto a un equipo de Axya Group, trabajan en talleres de estrés para mejorar la calidad de vida de sus empleados.
“Este año las empresas le están prestando mucha atención a las actividades que ayuden al personal, incluso más que en el 2008. Es que con iniciativas de este tipo mejoran el clima y el estado general de la gente que forma parte de sus organizaciones”, señala Marisa Stehle, consultora asociada a Axya Group y directora de la división de Calidad de Vida.
En base a las estadísticas que surgen de los cuestionarios que los empleados de las compañías responden de manera anónima, Stehle cuenta que los trastornos más frecuentes son el estrés, los malos hábitos alimenticios y el consecuente sobrepeso, la baja cantidad de horas que de destinan al descanso y el sedentarismo.
Y, según sea el diagnóstico, la división de Calidad de Vida de Axya Group ofrece desde actividades deportivas al aire libre como running o in company como streching (estiramiento) en el puesto de trabajo, talleres de música con instrumentos de percusión, charlas de nutrición, y hasta incluso un “taller de la risa”.
“Por lo general son talleres de una hora y media. En el Ministerio de Trabajo realizamos durante cuatro meses la actividad de percusión para prevenir el estrés, al igual que en el Laboratorio Roche. Es una actividad que genera endorfinas, alivia el estrés y relaja”, asegura Stehle.
Y añade: “Los cambios se nota en la predisposición de la gente, en el estado de ánimo. Este tipo de actividades tiene una importante repercusión en el clima organizacional y un alto impacto en el rendimiento del personal”
En tanto, Magdalena Bugallo, del área de Compensaciones y Beneficios de L’Oréal Argentina, cuenta que junto a la gente de Axya la semana pasada realizaron en la compañía un work-shop de “Stress Management” y que se focalizaron en las actividades lúdicas. “Realmente tuvieron una excelente llegada entre los colaboradores y contribuyó a mejorar el clima laboral”, destaca.
En Grupo Carrefour también fueron de la partida y desarrollaron otro work-shop de similares características. “Fue muy positivo, generó un ambiente sumamente agradable y es de gran impacto sobre las personas que participaron”, enfatiza Javier Teijeira, socio estratégico de Recursos Humanos.
Para Bruno Santillán, gerente de Recursos Humanos de T4F, los work-shops de “Stress Management” de Axya también fueron una buena experiencia. “Como nos pareció que podían estar buenos desde el punto de vista de crear un vínculo emotivo entre los empleados de la compañía, decidimos hacer cuatro talleres donde participaron alrededor de 60 empleados”, dice.
Santillán asegura que como en el área que lidera valoran la calidad de vida, optaron por ofrecerles a los empleados un espacio donde puedan conocer los tipos de estrés, cómo equilibrarlo y percibirlo, cuáles son los síntomas y las conductas que genera y brindarles consejos en cuanto a la alimentación, los deporte y la salud.
“Lo más importante fue que tuvieron un espacio de integración a través del círculo de percusión. A partir de esa actividad entendieron y valoraron el trabajo en equipo y creamos vínculos entre los integrantes de la compañía”, afirma el ejecutivo.
En tanto, según la especialista en Calidad de Vida, “los resultados de los talleres se ven rápidamente. La gente se siente mucho mejor, cambia el estado de ánimo. Una vez que empiezan a tomar conciencia de la importancia de la salud repercute día a día y de manera positiva en el ámbito laboral.”
