La RHCV en sus inicios se basó en programas de ejercicios físicos que surgieron luego de haber aceptado “la movilización de los enfermos con infarto de miocardio”. En 1964 la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó el primer enfoque técnico para su desarrollo. Es a partir de allí que se impulsó la RHCV. Más tarde, a través de estudios, se comprobó que con programas de RHCV se lograba reducir la mortalidad cardiovascular, la mortalidad total, el reinfarto no fatal, la muerte súbita y se mejora la calidad de vida.
Las evidencias del beneficio que un programa de RHCV le otorga a un paciente con indicación de la misma son muy claras: La RHCV disminuye en 30-35% la enfermedad y muerte a partir del primer año de tratamiento. Por otro lado, cabe destacar que la posibilidad de complicaciones graves durante la RHCV, como ser la muerte o un infarto es muy baja: 0,02% de muerte y 0,05% de infarto agudo muerte.
En cuanto a los costos de la RHCV, las publicaciones muestran que si los gastos dedicados a los enfermos cardiovasculares se estiman en un 25% del total del presupuesto en salud, la RHCV podría contribuir reduciendo en un 10% dichos gastos.
Esta cifra incalculable se produce porque disminuye la cantidad de internaciones y reinternaciones como así también la cantidad de medicamentos que estos pacientes consumen, porque controlan mejor la hipertensión, la diabetes, la dislipemia, la falla cardíaca, la hiperuricemia, la obesidad, el estrés, el tabaquismo, etc,. A lo mencionado habría que agregarle el bajo costo de la RHCV.
Por otro lado la RHCV implica actualmente un conjunto de medidas necesarias para asegurar a los individuos que sufrieron un evento cardiovascular- infarto de miocardio- accidente cerebro vascular, cirugía cardíaca, by-pass, angioplastía con stent, insuficiencia cardiaca, etc. la obtención de una condición física y psíquica óptima, que les permita ocupar por sus propios medios un lugar lo más normal posible en la sociedad. Considerando a la RHCV como un conjunto de medidas de prevención secundaria, su objetivo consiste en lograr el retorno de todo cardiópata, a un estilo de vida lo más cercano a la normalidad. En la referencia de todo cardiópata es interesante destacar que los más comprometidos pueden llegar a ser los más beneficiados.
Estos logros no son posibles solamente con el ejercicio físico, sino además con la erradicación de los factores de riesgos cardiovasculares reversibles, la educación sanitaria y la mejoría en la esfera psico-social, todo esto es lo que conforma el programa de RHCV.
Como todos sabemos el estilo de vida actual a través del exceso de trabajo, estrés, sedentarismo, tabaquismo, alimentación inadecuada, sobrepeso, etc. nos lleva a enfermedades cardiovasculares, a edades cada vez más tempranas, con el consiguiente deterioro físico y psíquico de la persona afectada y de todo el grupo familiar. La educación sanitaria y el acondicionamiento físico y alimentario ha demostrado ser muy beneficioso, no solo en la prevención secundaria (personas que ya han tenido eventos cardiovasculares) a través de la RHCV propiamente dicha como antes se explicó, sino también en la prevención primaria (personas que no han tenido un evento cardiovascular pero tienen alto riesgo de padecerlo- hipertensión arterial, diabetes, obesos, dislipidemias, tabaquistas, sedentarios, síndrome metabólico, personas de mas de 65 años, etc.).
En la actualidad la OMS recomienda la inclusión de programas de RHCV considerándolos necesarios y altamente beneficiosos.
