Cuando una empresa necesita candidatos para cubrir un puesto gerencial, puede buscarlos tanto a nivel interno como por medio de una consultoría externa (head-hunters).
Cuando se opta por la opción externa, la compañía elabora un perfil con las habilidades que debe poseer un candidato para desempeñarse en ese puesto específico.
Precisamente, el head-hunter actúa como nexo entre la necesidad de contratación de la empresa y los ejecutivos que cumplen con los requisitos y podrían estar interesados en el puesto.
Así, los principales activos de un head-hunter son su agenda de contactos y su base de datos.
En la base, el head-hunter archiva CVs de ejecutivos con diversas características profesionales, de donde saldrán los candidatos para cubrir el puesto que pide la empresa.
Ahora bien, ¿cómo elige el head-hunter a los candidatos a presentar a sus clientes?
1) Logros
Las empresas quieren gente que se haya desempeñado muy bien en el pasado.
Todas las posiciones tienen indicadores precisos, y los candidatos deben expresar en su CV en qué se han destacado y de qué manera.
Si usted se especializa en ventas, incluya información sobre qué vendió (breve descripción de los productos/tecnologías), a quién se lo vendió (listado de clientes e industrias reconocibles), cuánto tendría que haber vendido (cupo de ventas) y cuánto de hecho vendió (porcentaje de obtención).
2) Actitud
Las personas que llegan a altos puestos directivos son aquellas que encuentran la manera de ser positivas y productivas hasta en los momentos más difíciles.
Si el head-hunter percibe esta actitud en un candidato, es más probable que lo presente a un cliente.
3) Madurez
Hay que ejercer la introspección en relación con anteriores posiciones y empresas, para saber qué es lo que uno quiere a continuación.
Si está interesado en trabajar para una empresa determinada, investíguela y presente tres motivos poderosos por los cuales desea hacerlo.
Exponga también tres buenas razones por las que usted es el candidato perfecto para una determinada posición en esa empresa.
En definitiva, los requisitos que exigen las empresas para un puesto son sumamente específicos y los head-hunters no pueden desviarse de ellos si desean lograr que un candidato sea contratado.
Y justamente, el head-hunter tiene mucho interés en que sus candidatos satisfagan las expectativas del empleador.
Al fin y al cabo, sólo recibe sus honorarios una vez que la compañía le ofrece una posición a un candidato, éste acepta y empieza a trabajar.
