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Reclaman urgente derogación de Ley de Trabajo a Domicilio para evitar “cierre en masa” de industrias textiles

El Gobierno Nacional impulsa la derogación de la Ley 12.713 que regula el trabajo al domicilio y que crea obstáculos para formalizar la actividad. Empresarios del sector textil apoyan la iniciativa, pero advierten que si no se avanza en una Ley Pyme que elimine la precarización las industrias se encaminan al cierre masivo. También piden que se cambie la política de persecución por la de persuasión.

Buenos Aires, 28 agosto – Representantes de la industria textil reclamaron hoy la “urgente” derogación de la Ley 12.713 que “perjudica” a los trabajadores a domicilio y “debilita” la cadena de valor, y advirtieron que de no aprobarse una Ley Pyme que “elimine la precarización”, las industrias “van camino al cierre en masa”.

También solicitaron “para empresas de servicios de hasta 15 personas, habilitaciones que se paguen en tres etapas y que se les otorgue el perdón a todas las infracciones anteriores”, con el objetivo de “motivar a todas las empresas y reemplazar la política de persecución por la de persuasión”.

En este contexto se gestó un proyectó de Ley de Trabajo a Domicilio que busca alcanzar a los talleres con “hasta 15 personas, pero que tenga una facturación acorde al personal que poseen”, quienes aportarían “cargas simplificadas” y a un “fondo de aporte de cese laboral”, garantizando “tranquilidad para el dador y el trabajador”.

“Si la Ley actual no cambia nuestras industrias van al cierre en masa, por eso necesitamos esta solución definitiva”, advirtieron el presidente y el secretario de la Cámara Argentina de la Indumentaria de Bebés y Niños (CAIByN), Víctor Hugo Benyakar y Carlos Touloumdjian, en el marco de la cuarta Convención de la Industria Textil de Indumentaria y Diseño Argentino organizada por la Fundación Pro Tejer en la Ciudad de Buenos Aires.

Benyakar cuestionó que con la Ley vigente “el dueño de un taller es un híbrido porque no es empleado de los confeccionistas ni proveedor”, al mismo tiempo que “los precios no son claros”, lo que “perjudica a trabajadores y proveedores”.

En cambio, la propuesta impulsada desde el Gobierno nacional, “permite la inscripción del obrera a domicilio en la AFIP”, con el objetivo de “dar la oportunidad de habilitarse y trabajar dignamente”.

Desde un punto más técnico, Touloumdjian recordó que la Ley 12.713 data de 1941 crea un circuito de “burocracia” donde es muy difícil “definir el costo de las prendas”; la situación del tallerista “no es clara, porque es empleado del dador”; las tarifas “nunca son aplicadas”, y crea un “conflicto legal que termina con la producción”.

En igual sentido, remarcó que esta Ley “perjudica a los trabajadores que trabajan en condiciones precarias y a toda la cadena de valor, por no permitir el desarrollo en plenitud”.

“Esta Ley no favorece a nadie, por eso las empresas apelan a las importaciones”, indicó el secretario de CAIByN, tras lo cual precisó que mientras “se terceriza el 80 por ciento de la producción, el 70 por ciento queda en manos de los talleres con menos de 15 personas”.
En este contexto, Touloumdjian remarcó que CAIByN trabaja “por formalizar el trabajo” y destacó que “este Gobierno escuchó y empezó a trabajar” en este sentido.

Es así que el proyecto oficial “plantea la derogación definitiva de la Ley”, para crear la figura del “obrero a domicilio que trabaja en dependencia directa del dador del trabajo, en donde el empleador lo registra ante la AFIP y los haberes se liquidan a destajo”.

En el resto de los casos que no quedan contemplados dentro de esta Ley, continúan siendo lo que hoy se conoce como talleristas.

Otro dato que el empresario destacó es que el proyecto “queda encuadrada dentro de la Ley de Contrato del Trabajo”, que contempla que “a igual trabajo, igual salario”.