Inicio Empresas y Negocios Recomiendan aprovechar el verano para tomar las decisiones más importantes

Recomiendan aprovechar el verano para tomar las decisiones más importantes

Los ejecutivos saben muy bien que es difícil poner el foco en el largo plazo y pensar en fortalecer las capacidades de las organizaciones cuando hay que apagar incendios y correr con el día a día.

También saben muy bien que lo importante no debe ser dejado de lado por lo urgente. Sin embargo, la mayoría de las veces, lo urgente no les da opción. En casi todos los casos, la excesiva atención que le prestan a la gestión del día a día no les deja tiempo para ajustar la máquina. Además, deben seguir produciendo.

No obstante, existe un momento en el año que suele dar un respiro, donde muchos proyectos se frenan por vacaciones y la estacionalidad propia de algunas industrias o regiones encuentran un valle de actividad: el verano.

Una empresa, opere en la industria que opere, es una máquina de producir decisiones. Los resultados de un negocio estarán sin duda definidos por la calidad de las decisiones que se tomen.

Entonces, ¿por qué no fortalecer la manera en se toman las decisiones cuando el día a día da un respiro? Parece ser que para los altos ejecutivos el verano es el mejor momento para ajustar la máquina de decisión y para pensar con más tranquilidad en aquellas acciones de mayor impacto pero a las que no suelen darle el espacio en sus agendas.

Hoy quienes integran la alta gerencia de las organizaciones se enfrentan a una encrucijada: cada vez cuentan con más información, pero con menos tiempo para analizarla. Y, además, están inmersos en un contexto de creciente incertidumbre.

Un estudio realizado por The Economist Intelligence Unit entre grandes empresas de Estados Unidos cotizantes en bolsa reveló que el proceso de planeamiento realizado con fechas fijas no ayudaba a tomar decisiones y que aquellas compañías que lo tenían incorporado y lo hacían de manera habitual tomaban más del doble de las decisiones importantes.

“Los ejecutivos saben que es difícil poner el foco en el largo plazo y todo el día están apagando incendios. La urgencia los pasa por arriba. Pero los meses de verano presentan la oportunidad para tomar las decisiones que más importan o para poner las cosas en funcionamiento con el fin de que cuando estén operativas sean más eficientes”, asegura Ernesto Weissmann, directo de la consultora Tandem.

Además, durante el período estival hay que trabajar en el diseño de una organización eficiente para que se decida mejor –según recomienda el especialista- ya que así se logran mejores resultados dado que se capturan oportunidades no visibles en el corto plazo.

Y, en definitiva, esto genera ganancias porque se logran externalidades que de otra manera se perderían.

En la mayoría de las compañías, el top management se junta poco tiempo a decidir. En general, los equipos ejecutivos se reúnen dos días por mes, según The Economist, publicación en la que también se advierte que el 70% de ese tiempo se utiliza para hacer una revisión de la performance (los gerentes se juntan para contarse cómo fue avanzado cada uno) y sólo el 14% lo dedica a tomar decisiones estratégicas.

Organización para las vacaciones
De acuerdo con Weissmann, si el grueso los integrantes de una gerencia se toman las vacaciones en el mismo período, la organización debe encontrar la manera de dejar un plan para que quienes se queden puedan trabajar ordenadamente en el proceso de mejora.

En este sentido, el consultor no tiene dudas que se puede generar un espacio para que quienes se queden en la empresa aprovechen el tiempo de la mejor manera posible.

No obstante, el director de Tandem advierte que “es un desafío salir de la zona de confort, hay que animarse en pos de lograr mejores resultados poniendo la mente y el tiempo más en el largo plazo, sobre todo en un contexto de tanta incertidumbre.”

En procesos de esas características hoy están trabajando compañías locales de consumo masivo, bancos, petroleras y farmacéuticas.

Y si bien Weissmann reconoce que en esta época del año los altos ejecutivos están más cansados, destaca que quienes ocupan este tipo de posiciones están más acostumbrados al ejercicio diario de toma de decisiones.