Inicio Empresas y Negocios Reflexiones de un experto en torno al fenómeno iPhone

Reflexiones de un experto en torno al fenómeno iPhone

Times lo acaba de nombrar invención del año. ¿Cómo lograr que un producto de tu empresa esté siempre presente en los medios de comunicación?

La estrategia de Apple con su iPhone es un paradigma de marketing bien hecho. Secretismo, anuncios con gran antelación (la presentación se hizo en la Macworld 2007 de enero pasado), lanzamientos graduales, stock limitado, polémicas y cambios constantes, todo en medidas dosis que favorecen el constante flujo de información y la circulación viral de artículos sobre la marca y el producto a través de la Web y la prensa tradicional.

Desde su lanzamiento el 29 de junio pasado en los EEUU, el iPhone ha vendido casi un millón y medio de unidades y es eje obligado de conversación en todas las conferencias del sector que pude disfrutar en Silicon Valley en estos meses, como la Web 2.0 Summit, la Mobile 2.0 Conference o la AlwaysOn Stanford Summit entre otras.

Aparatos desbloqueados, reducción de precios, juicios por monopolio, apertura a terceros desarrolladores, lanzamiento y partnership en Europa. Cualquier excusa es buena para colocar a expertos, medios de comunicación masivos y bloggers al servicio de la nueva joya de la empresa de Cupertino.

La industria de los mobile devices parece girar alrededor de lo que genera el iPhone. Un ejemplo es la estrategia publicitaria del fabricante líder Nokia que lanzó una campaña bajo estos dos slogans: “Open to Anything” y “Unlock your potential”. Las referencias al iPhone son evidentes. Y no es para menos ya que los datos son reveladores.

Hay una sexta parte de compradores del iPhone (unos 250.000 aproximadamente) que no han hecho contrato con AT&T, a pesar de las constantes presiones de Apple para que los usuarios respeten el contrato con su partner en el mercado americano, a riesgo de limitar las prestaciones del aparato o inutilizarlos por completo, además de perder la garantía.

Algunos analistas afirman que si no existiera esa relación comercial Apple/AT&T que impide las posibilidades del usuario de elegir el operador para su iPhone, el dispositivo hubiera vendido aún muchas más unidades.

Por otra parte, no están claras las implicaciones legales de desbloquear el aparato. Aunque Apple y AT&T alegan que desbloquear el móvil viola las leyes de copyright americanas, las cortes federales ya han dictaminado en casos similares que, no sólo no se violan dichos derechos, sino que además el bloqueo y la incapacidad de decisión del consumidor atenta contra la libre competencia, un valor fundamental de las leyes y la economía de este país, como bien señala el artículo de Cyrus Farivar en New York Times hace unos días.

A sabiendas de esta situación, en septiembre pasado comenzaron en los juzgados de San José (la capital virtual de Silicon Valley) dos juicios diferentes de usuarios del iPhone acusando a la compañía de monopolio ilegal por obligar a utilizar el aparato sólo con contrato de un operador.

Más de lo mismo. Seguimos hablando del iPhone y yo también caigo en la trampa.

Más allá de estas dificultades, el éxito del iPhone se afianza. Se espera una segunda generación del dispositivo con la que pocos fabricantes podrán competir en relación calidad-sex appeal-precio.

Por un lado ya se bajó el precio inicial a dos meses de su lanzamiento (y a los castigados early adopters se les otorgó un crédito en las tiendas de Apple de 100 o 200 dólares según el modelo).

Por otro lado, el pasado 17 de octubre la empresa anunció que abrirá el dispositivo a terceros desarrolladores, lanzando a comienzos de 2008 un kit para que estos emprendedores fuera de la empresa puedan crear aplicaciones que funcionen para el iPhone.

Es evidente que el talón de Aquiles del dispositivo es su cerrada estrategia de software, a contracorriente de la industria tecnológica en general y especialmente del entorno Web. Por ahora, se trata de un anuncio. Ya veremos la letra chica y las repercusiones de la medida, pero todo indica que la apertura beneficiaría a la próxima generación y atraería a una nueva ola de compradores.

Nota:
Hugo Pardo Kuklinski
Experto e investigador en desarrollo de aplicaciones web institucionales. Doctor en Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesor Titular de la Universitat de Vic, en Barcelona. Autor de Web 2.0. ¿Inteligencia colectiva o medios fast food?