Inicio Empresas y Negocios Sector Autopartista, hacia una estrategia sustentable de la industria local

Sector Autopartista, hacia una estrategia sustentable de la industria local

En Argentina, el sector autopartista es uno de los más dinamizadores de la economía, potenciado por su efecto derrame hacia otras áreas. Según estimaciones de CLAVES ICSA, actualmente representa el 7.3% del PBI industrial; su producción a nivel general viene creciendo al 7% en lo que va del año y la rentabilidad media del sector es de alrededor del 6.5%.

Está conformado por unas 400 empresas, que concentran el 4.3% del emple! o industrial, aunque esta cifra puede ser superada si se mantienen las proyecciones de 840.000 vehículos para este año.

“Si bien la industria enfrenta problemas estructurales, la gran flexibilidad y capacidad de adaptación que caracteriza a las empresas locales les ha permitido sortear las crisis y sobrevivir. Muchas firmas sostienen que es fundamental estar cerca del cliente y entender cuáles son sus necesidades para poder mantenerse fuertes en el mercado”, afirma el Lic. Gustavo Eidlin, Analista Senior de CLAVES. Y agrega: “Otra de las cualidades propias de estas empresas son su dinamismo y fuerte reactividad”.

De acuerdo con el estudio de la consultora sobre el sector, los principales problemas a los que se enfrentan las autopartistas se pueden resumir en:

– Escasa previsibilidad como consecuencia de la falta de acuerdos a largo plazo. De hecho entre las empresas del sector no es posible llegar a acuerdos simples, como por ejempl! o, períodos de cierre por vacaciones y protocolos de comunicación y so f tware específico.
– Reducido nivel de sinergias entre los distintos actores y falta de cooperación e intercambio de información.
– Escasas inversiones en capacidad y actualización tecnológica. En cuanto a este punto, en algunos casos la escala regional no justifica la inversión en nuevas tecnologías de producción y por lo tanto los procedimientos siguen realizándose en forma manual.
– Conflictos gremiales e inflación, con los consecuentes costos locales al alza.
– Bajo poder de negociación. Esto tiene un considerable efecto en la rentabilidad de las firmas del sector, dado que éstas son una variable de ajuste entre los proveedores de materias primas y las terminales, ya que no pueden trasladar todo el incremento de sus costos. A su vez, esta erosión del margen lleva a que -en los casos en que se plantean inversiones-, las TIR (tasa interna de retorno) exigidas sean muy altas, lo que vuelve muy estrictos los parámetros de aceptación de nuevos proyectos.
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“Además, el sector se ve afectado por una alta elasticidad de las importaciones respecto a la producción de automóviles, y por severas incongruencias arancelarias, ya que las autopartistas tienen un grado de protección efectiva muy baja en comparación con las terminales”, completa Eidlin.

Todo esto, sumado a un tipo de cambio casi fijo, ha contribuido a que los productos de la industria autopartista nacional estén perdiendo competitividad frente a los de fabricación extranjera y en consecuencia las importaciones del sector hayan venido creciendo a tasas elevadas para compensar ese aumento de la demanda.

En cuanto a los números del comercio exterior, unas 200 empresas del sector exportan (del volumen total de la producción argentina, más de la mitad se vende al exterior). Las exportaciones del sector crecieron 26% en 2010, luego de contraerse 24,6% durante 2009 por la crisis internacional, mientras que las importaciones caye! ron 31% en 2009 y en 2010 crecieron un 59%, superando el aumento de la producción de vehículos, que fue de 39,7%. El déficit comercial con Brasil explicaba el 38,5% del déficit total del sector en 2009 y se elevó a 42,2% en 2010.

La participación de exportaciones de autopartes a Brasil concentra el 65% de las ventas externas, y los principales productos de exportación los constituyen cajas de cambios, componentes de motor; carrocerías y sus partes y neumáticos. Con respecto a las importaciones de piezas brasileñas, éstas representan el 49% aproximadamente, entre las que prevalecen motores, equipamiento eléctrico, carrocería y sus partes, componentes de motor y ruedas, neumáticos y cámaras.

En cuanto a la participación relativa de cada producto en el comercio exterior total, obsérvense los siguientes gráficos (click en el cuadro para aumentar tamaño):

Principales tendencias estratégicas

. Mayor responsabilidad sobre los proveedores en la investigación y desarrollo de nuevos componentes.
. Descentralización y especialización.
. Desintegración vertical.
. Transferencia a la cadena de proveedores de una participación cada vez mayor en el valor agregado de la industria
. Mejora de la competitividad aprovechando las condiciones de fuerte crecimiento que se vislumbran para el mercado regional.
. Fuerte inversión de las Terminales en capacitación de proveedores para las certificaciones correspondientes.
. Prioridad de objetivos de carácter regional antes que la mundialización de los modelos, focalizándose en la relación con el cliente y el valor agregado que surge de aquélla.