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Seis automotrices presentan sus modelos para el plan “auto barato” que impulsa Moreno

En absoluto hermetismo, que únicamente se rompe en las asiduas reuniones con representantes de la industria, los máximos directivos de las terminales más importantes del país definen por estas horas qué autos sumarán al plan oficial con el propósito de que tengan un bajo costo y sirvan para reactivar las ventas del sector.

La medida llega en un momento clave para las automotrices, ya que después de ser durante años las mimadas del kirchnerismo, sufren hoy los embates de la crisis con una caída en noviembre de 25%, la más dura de los últimos tiempos.

Los esfuerzos tendrán que ser dobles. Por un lado el Gobierno, quien lanzará líneas de financiamiento; y por el otro de las terminales y concesionarios, que tendrán que resignar parte de sus ganancias para que los autos puedan tener un menor precio.

Modelos en danza
Los autos que formarán parte del plan son, en su mayoría, los autos base de gama de las principales automotrices que se encuentran en el país: Volkswagen, Fiat, Peugeot, Renault, Chevrolet y Ford.

Se trata de modelos ya comercializados por las compañías que tienen un costo que ronda entre los $31.000 y los $43.000, según la empresa.

Una característica común es que tienen un equipamiento muy limitado, en general sin llantas, levantavidrios o airbag y en muy pocos casos aire acondicionado. Además son tres puertas, con excepción del 206 de Peugeot (que ya esta siendo reemplazado por el 207) que es cinco puertas.

En el caso de Fiat, participará con dos propuestas: el Fiat Uno, que es el auto más barato del mercado; y el Palio, cuyo precio es muy similar al del resto de los competidores.

“Hacer un vehículo nuevo es muy costoso para la automotriz, igual que buscar abaratarlo agregando o sacando parte del equipamiento. Por eso lo mejor es venderlo como está”, comentaron fuentes del sector.

Mercado potencial
Los siete modelos que saldrán al mercado a un bajo precio pertenecen a los segmentos de los autos que se denominan autos base de gama, que son Corsa, Ka y Uno; y los Hatchback base de gama, que son Gol, 206 y Clio, definidos de esa manera porque tienen un área para pasajeros con un baúl integrado al cual se tiene acceso mediante una puerta más grande trasero.

Ambos segmentos también se conocen como los autos de entrada, porque por su precio más bajo suelen convertirse en los primeros vehículos de casi todos los conductores.

De acuerdo a la participación en el mercado, los autos chicos fueron desplazados del liderazgo en los últimos dos años, ya que a partir de 2006 el segmento mediano, que históricamente fue el privilegiado por los argentinos, reconquistó el lugar perdido durante la crisis y captó más del 50% de las ventas.

Este cambio se consideró como una maduración del sector, ya que si bien la post-crisis se “remó” con los autos más económicos, concentrar la pelea en un segmento con precios de entre $40.000 y $60.000 fue una muy buena señal.

Hoy, con las nuevas condiciones económicas sumadas a las propuestas del gobierno y las terminales, la composición podría modificarse nuevamente si es que realmente “da resultado”.

Hasta el momento, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), los siete modelos en todas sus versiones representan un total de 140.092 unidades patentadas, mientras que todo el segmento es de casi 180.000.

En 2007 los modelos también concentraron un alto porcentaje de las ventas de las diferentes automotrices:

  • El Gol representó para Volkswagen el 41%
  • El 206 representó para Peugeot el 47,8%
  • El Clio representó para Renault el 31,4%
  • El Palio representó para Fiat el 25%
  • El Corsa representó para Chevrolet el 41%
  • El Ka representó para Ford el 14%

Financiamiento a medida
Otra arista del plan que estaría definiendo el Gobierno son las líneas de financiamiento.

Si bien aún falta acordar algunos detalles, lo cierto es que Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, trabaja sobre un plan que busca estimular la venta de 100.000 autos 0 kilómetro, cifra que se estima perderá el mercado el año próximo. Para esto lanzaría una línea de crédito oficial de u$s1.000 millones.

Al mismo tiempo, el pedido de Moreno es que cada terminal, además de constribuir con un modelo hasta un 25% más barato, tenga el financiamiento de largo plazo (hasta 60 meses), con tasa fija y sin interés. El vehículo se adjudicaría dentro de los primeros 12 meses de prepago.

Sin embargo, la propuesta se encontró con varias reticencias. Si bien cuenta con la aceptación de algunas concesionarias, porque les permitiría mantener las ventas, es rechazada por las terminales y los autopartistas.

El motivo principal es que salvo el Corsa, de General Motors (GM), el resto de los modelos son importados, por lo cual ni se modificarían los planes de producción de las terminales, ni se crearían más fuentes de trabajo.

Por otro lado, se debate cuanta gente podrá pagar una cuota superior a los $500, si los salarios promedio declarados no superan los $2.000 y hay muchos consumos más importantes que la gente ya está suspendiendo.

Además, según el promedio de 2007, sólo el 29% de las ventas se realizaron con financiamiento, ya que la gente en los últimos años con la fiesta del consumo se acostumbró a acceder a un nuevo auto por otros medios.

Otras medidas
Según fuentes del sector, la industria pide otras medidas para formar parte de este plan de reactivación.

En cuanto a los reclamos de las fábricas son:

  • Fomentar el crédito al sector, tanto para consumo como para el sector productivo que es el que más necesita, en especial autopartes.
  • Mayor financiamiento para autopartes
  • Reintegro a productos del sector
  • Devolución de IVA técnico (hacer más operativa la Reglamentación del decreto 774 que da devolución por uso de autopartes nacionales en nuevos vehículos. Puede ser pago adelantado)

Por otro lado, los fabricantes de autopartes nucleados en AFAC, requieren de un plan para su sector pero hacen especial hincapié en que no se limite al corto plazo, sino que se considere un horizonte no menor a los 15 años.

Los autopartistas se vieron directamente afectados por la crisis del sector, que se acrecentó a partir del momento en que las firmas locales comenzaron a suspender personal y reducir su producción.

Desde la entidad se advierte que el modelo automotor argentino “está sustentado en la exportación” y por ello “resulta indispensable e impostergable la urgente aplicación de medidas tendientes a recuperar la competitividad”.

La Secretaría de Industria habría acercado la propuesta de incrementar los reintegros a las exportaciones de vehículos del 6% actual al 12%. Se buscaría premiar cada exportación con un 7% real, sin necesidad de eliminar las retenciones, que son del 5 por ciento.

Las terminales también que el crédito fiscal que tienen acumulado por el IVA sobre las inversiones sea aplicado al pago de otros tributos.

Aporte a la economía
La industria fue uno de los sectores más activos de la economía en los últimos años, al punto tal que se convirtió en uno de los pilares del crecimiento junto con la construcción.

Sin embargo los últimos datos también preocupan porque en octubre, si bien registró una de las tasas de crecimiento más importantes (22,2%), perdió un 7,8% comparado con septiembre del 2008, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Otros planes sobre ruedas

La industria automotriz guarda en su haber un largo listado de propuestas que, en la mayoría de los casos, no llegaron a buen término.

En la década del ’80, Raúl Alfonsín promovió el lanzamiento de autos de bajo costo, que resultaron en dos creaciones de la Fiat-Sevel de Franco Macri: el Brío, el Vivace y el nunca concretado VAE (Vehículo Argentino Económico), famoso por sus sillas playeras en lugar de butacas.

En 1996, Eduardo Duhalde encargó al proyectista Heriberto Pronello la creación del MAP (Mini Auto Popular). Dos años después, el desarrollo se detuvo cuando se cortó el envío de fondos

En 1999 llegó el famoso Plan Canje, una medida mediante la cual se autorizaba el envío a desguace de autos de más de diez años de antigüedad para obtener a cambio certificados para comprar otro usado o un 0 km de producción nacional, obteniendo descuentos de hasta $3.000 en la categoría automóviles, hasta $4.000 en utilitarios y hasta $12.000 en camiones u ómnibus.

Este tampoco dio los resultados esperados.

Incógnitas del control de precios
A los antecedentes en materia de “planes a medida”, se suman los antecedentes de los programas de Guillermo Moreno.

El secretario de Comercio Interior ya intentó controlar el precio de los productos de consumo masivo con acuerdos celebrados con los supermercados. Sin embargo, estos tuvieron poco éxito y la canasta definida llegó a registrar mayores aumentos que los no controlados.

Ahora la apuesta es aún más grande, ya que cuando los precios de los autos venían trepando con incrementos de hasta 8% mensuales, que bajen un 25% sería todo un logro del funcionario.