Cada vez que una persona se inicia en un negocio y le va bien se convierte en un imán para qué amigos, conocidos, colegas y también personas no muy conocidas comienzan a contactarlo para proponerle alguna asociación, pedir ayuda en un proyecto personal de ellos o invitarlo para crear una nueva empresa como uno de los socios. A partir del momento que usted se destaca, diversas oportunidades comienzan a surgir y usted comienza a sentirse un poco perdido, sin saber cuales propuestas aceptar y si en verdad debe aceptarlas.
Es un gran problema aceptarlas todas. El reconocimiento es algo fantástico, sin embargo usted debe tener cuidado pues de lo contrario se desviará de sus objetivo primario que es sacar adelante su propio negocio.
Muchos emprendedores creen incluso que mientras más proyectos acepten más experiencia adquirirán. Gran error.
Cuantas más tareas tenga usted que cumplir, menos tiempo usted tendrá para dedicárselo a sus sueños y al objetivo inicial, sueño que le proporcionó tanta experiencia a punto de que lo convirtió en una referencia en el sector y en su ciudad o región.
Reflexione cual es su meta personal y profesional y trabaje en los otros proyectos que lo complementen. Acepte solamente aquello que pueda manejar.
Es lógico que estar envuelto en muchas actividades es deseable y enriquecedor para el desarrollo del emprendedor, pero también debemos concordar que el emprendedor antes que nada es un ser humano y que necesita momentos de esparcimiento.
Descanso y principalmente pensar en algo más que el negocio, como son la familia, los viajes, los pasatiempo, etc.
Las personas que tienen éxito en sus emprendimientos deben, sobre todas las cosas no perder el objetivo por el cual decidieron ser emprendedores.
Es mejor hacer una cosa bien que medio hacer varias. Si ese es su caso tenga cuidado con lo que le ofrecen, recuerde el dicho más se sufre por las plegarias respondidas que por las sin responder.
