Inicio Empresas y Negocios Tiempos de cambio: los siete “termómetros financieros” que debe mirar el inversor

Tiempos de cambio: los siete “termómetros financieros” que debe mirar el inversor

Para el inversor que transita las calles del microcentro porteño en busca de alternativas para canalizar su dinero, un momento como el actual le genera una fuerte incertidumbre.

A muchos aún les resulta extraño comprender por qué el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner dio lugar a una fuerte suba en los bonos y en las acciones de varias compañías.

Es de suponer que su muerte debería haber estado asociada a mayores temores en el plano político y económico y, por ende, ese mayor riesgo tendría que haberse traducido en una fuerte baja de los precios de varios papeles. Sin embargo, se dio el efecto opuesto.

¿Por qué el “frío” mercado reaccionó de esta manera?
Los analistas de la city porteña argumentan que muchos inversores lo asociaron al fin de un ciclo, caracterizado por una activa intervención oficial en la evolución de los negocios.

También está otro grupo de operadores que vinculan el impulso alcista con un simple movimiento especulativo de corto plazo, a partir de un hecho imprevisto que se encontraba “fuera de agenda”.

“El mercado especulativo conformado por inversores del exterior hizo una primera apuesta a un cambio de escenario. Pero también hay que destacar que las ventas provinieron -en su gran mayoría- de residentes”, destaca el economista Luis Palma Cané.

En su visión, no debe confundirse este movimiento inicial con una tendencia que se imponga a mediano plazo.

“Sin dudas se trata de un cambio de paradigma para el futuro de Argentina. La primera reacción de los inversores fue la de suponer que, a futuro, el país tomará cierta distancia del modelo venezolano”, sostiene Jackie Maubré, Jefe de Asset Management de Cohen.

“En el corto plazo habrá que seguir muy de cerca los cambios que puedan darse en el plano político. El ex Presidente concentraba mucho poder y se debe mirar, de ahora en más, cuáles son los funcionarios que pasarán a tener un mayor protagonismo “, añade.

La suba inicial de los bonos muestra “una expectativa de cambio en la política económica, con mayor acercamiento hacia los mercados”, afirma Roberto Drimer, analista de la consultora VaTnet Financial Research.

Desde Delphos Investment, consideran que “los inversores ven el contexto actual como un punto de inflexión, que permitirá mejorar la performance de los activos financieros argentinos”.

El tablero de control
Es sabido que los mercados financieros suelen anticiparse, en al menos un trimestre, al devenir de los acontecimientos en materia económica.

Por eso, hoy más que nunca, el saber qué indicadores mirar resulta clave para ir midiendo el “termómetro” inversor. Una suerte de tablero de control que pueda ayudar a monitorear el ánimo de particulares, empresas y bancos de inversión del exterior.

¿Qué elementos conforman el tablero?

1. Dólar futuro: se utiliza para cubrirse del riesgo cambiario. Son contratos bajo los cuales las partes pactan hoy la compraventa de un determinado monto de divisas, a un precio preestablecido. Así, el comprador queda protegido ante una eventual alza que pudiera ocurrir en los meses subsiguientes. Para ello paga una prima.

¿Cómo está hoy? Existe un amesetamiento de la tasa, que se ubica entre 11% y 12%, según el plazo. A un año, el valor de la moneda estadounidense se pacta a $4,375.

Un mayor volumen negociado o un repunte respecto de su nivel actual sería una señal de la búsqueda de una mayor protección ante expectativas devaluatorias crecientes.

2. Acciones locales que cotizan en el exterior: las llamadas ADR (American Depositary Receipts) son valores bursátiles de empresas argentinas que operan en Estados Unidos. Otros similares operan en bolsas europeas, como las de Londres o Luxemburgo.

Las fluctuaciones de estas compañías implican una doble consideración: la performance individual de cada empresa pero también el riesgo económico local.

Un ejemplo al respecto es la abrupta suba que tuvo la cotización del grupo Clarín en Londres, de un 49%. El mercado así anticipó que las situaciones de confrontación política finalmente serán resueltas.

Por el contrario, una mala señal en el plano local puede derrumbar los ADR, con la consecuente caída en la plaza doméstica.

Claro está que un retroceso en las cotizaciones también puede responder a otros factores menos traumáticos, como por ejemplo las lógicas y hasta saludables tomas de ganancias, que suelen producirse luego de un ciclo ascendente de varias ruedas.

3. Evolución en los precios de algunos bonos (los más representativos de los nominados en pesos son el Par, el Discount o Bogar 18): las cotizaciones suben cuando existe confianza en la performance económica de un país, y bajan cuando hay problemas macroeconómicos.

Al igual que para las acciones, no se debe confundir una caída atribuida a estos factores con una corrección natural de las cotizaciones ante subas previas de cierta magnitud.

Los precios y las tasas se mueven en forma inversa: si hay menor confiabilidad se debe pagar un premio mayor para así tentar al inversor (por el contrario, mayor precio es sinónimo de una menor tasa).

Desde hace varias semanas los títulos experimentan una fuerte carrera alcista, producto de la renegociación de la deuda impaga. También por la búsqueda de otros mercados (emergentes), que ofrecen una mayor rentabilidad en comparación con la de los países desarrollados.

En la semana transcurrida se registraron subas de hasta el 12%, como fue el caso del Discount en pesos.

4. El tipo de cambio: actualmente su demanda es baja, dado que el público percibe una sólida posición del Banco Central para hacer frente a cualquier corrida especulativa contra el peso.

Utilizado ahora como “ancla” contra la inflación, se desliza a una velocidad notoriamente más lenta que la suba de precios. La expectativa es que para el año próximo el valor promedio sea de $4,10.

“El contexto actual tiene soportes de contención mucho más desarrollados y mejor potenciados que en otros momentos de la vida del país. El mercado no vislumbra que algo pueda, por el momento, alterar el normal manejo de la situación”, sostiene Carlos Risso, de zonaBancos.com.

“Aun con un escenario aparentemente más complicado, no creemos que el Gobierno nacional, por intermedio del Banco Central, deje de mantener el manejo pausado y estricto que viene llevando con su política de administración del dólar. Las reservas le sirven como paraguas protector “, agrega.

De acuerdo a Gustavo Quintana, operador de López León, “todo indica que lo ocurrido no afectará su cotización”.

5. La tasa de interés de los plazos fijos: tradicionalmente ha sido positiva para quien mide la rentabilidad en dólares. Es decir, algunos puntos más en relación al porcentaje de devaluación esperado de la moneda local.

Actualmente se ubica en torno del 10% anual, muy por debajo de la suba real de precios. Pero volvió a ser positiva en dólares, con lo cual recuperó su atractivo para el ahorrista.

6. La tasa de riesgo país: Es uno de los índices más observados. Mide la sobretasa que debe pagar un país para endeudarse (1% más por ceda 100 puntos del índice). Y toma como referencia el interés que ofrecen los bonos del Tesoro de los EE.UU., considerados libres de riesgo.

Al mismo tiempo, lleva implícito una evaluación sobre factores que puedan entorpecer el clima de negocios del país. Situaciones como la manipulación de estadísticas contribuyen a que dicho índice resulte más elevado.

Ante la expectativa de eventuales cambios en el plano político, recientemente experimentó un fuerte descenso, hasta el nivel cercano a los 520 puntos básicos, su registro más bajo desde 2008.

7. La cotización de los seguros “antidefault” (CDS): son contratos utilizados por los inversores que adquieren títulos de deuda soberana para protegerse del incumplimiento de un país.

El sentimiento inversor también se ha podido vislumbrar a través de los seguros de impago (CDS) de la deuda local, que se han relajado provocando un descenso del riesgo argentino.

Después de haber subido dramáticamente durante el conflicto del campo, recientemente el índice se ubicó cerca de los 622 puntos, el más bajo desde el inicio de la crisis financiera mundial y la quiebra de Lehman Brothers.

Cómo ven el escenario los analistas
Para los analistas de Idea Global, “con su accionar, los inversores dieron a entender que esperan una nueva etapa -que luego podrá materializarse o no, signada por una mayor ortodoxia- económica y financiera”.

“La calma es hoy la mejor consejera. Luego habrá tiempo para un análisis más profundo”, destaca Sabrina Corujo, economista de Portfolio Personal.

Al preguntársele sobre la reacción alcista del mercado, Corujo sostiene que “el salto en las cotizaciones benefició principalmente a todos aquellos activos que gozan de liquidez”.

Y destaca que los precios de los certificados negociables de empresas argentinas que cotizan en el exterior (ADR) “no sólo subieron, sino que en comparación a los negocios que venían mostrándose ruedas atrás más que se duplicaron en la jornada del miércoles”.

“En lo que respecta a los títulos públicos, los mismos no deberían sufrir grandes variaciones ya que el pago de dichas obligaciones no corre peligro”, advierten desde InvertirOnline.

Dentro del mercado de acciones se debería prestar especial atención a las empresas energéticas ya que “existen mayores posibilidades de un aumento tarifario”, agrega Rodrigo Conde de Invertir Online.

“En cuanto a la operatoria bursátil, una etapa de mayor moderación servirá para reducir la prima de riesgo de muchos activos locales”, señalan desde Delphos.

¿Qué recomiendan a inversores desde la city porteña? Mesura, no tomar el repunte registrado como señal de una tendencia a mediano plazo, y la gran mayoría consultada por iProfesional.com opta por poner sobre la mesa una vieja y conocida frase: “wait and see”.

Las opiniones provenientes del exterior
Es interesante consignar lo expuesto por varias entidades financieras internacionales, que avanzaron con especulaciones sobre el futuro político y económico de la Argentina.

Lo llamativo es que, en general, o hicieron con tono positivo, avizorando un futuro Gobierno con menor injerencia en el sector privado y con un manejo más descentralizado.

* JP Morgan: “La elevada prima de riesgo político existente tanto en bonos como en acciones probablemente se va a reducir por la perspectiva de que se incremente una transición hacia una administración que construya consenso”.

* Barclays Capital:“las decisiones económicas difícilmente en el corto plazo se vean afectadas, por lo que el horizonte inmediato está relativamente despejado. Más allá de la aprobación del Presupuesto 2011 no luce probable que haya muchos cambios importantes en el corto plazo”.

* Goldman Sachs: “La dirección de la política macro no cambiaría radicalmente, más allá de que este suceso introduce una significativa incertidumbre política. Lo que se esperaba que sucediera a partir de marzo de 2011, con el mercado anticipando las elecciones presidenciales, súbitamente se adelantó y empieza a definirse ahora”.

* BCP Securities: “En los últimos dos años, el actual Gobierno logró acercarse a la comunidad financiera con la reapertura del canje de deuda. Esta es una de las principales razones por la cual los mercados desarrollaron recientemente una mirada más favorable hacia el país. Sin embargo, había preocupaciones dado que el ex Presidente seguía siendo el único que decidía sobre todos los aspectos de las políticas nacionales”.

* BNP Paribas: “La lectura que hace el mercado es positiva, ya que habilita un camino para el cambio a políticas más amigables y un incremento en los planes de inversión de los años venideros, en función de que el grado de intervencionismo estatal podría disminuir”.

Los inversores piensan que llega una etapa de cambios, en la que se profundizará el acercamiento del Gobierno a los mercados de crédito.

Apuntan a que buscará construir consensos e irá resolviendo algunas cuestiones pendientes. Y eso se vio reflejado en las fuertes subas experimentadas por los bonos y en la caída del riesgo país.

Apuestan a eso. El tiempo dirá si están acertados o no en su apreciación.