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Tratamientos de belleza: a qué edad conviene comenzar

La adolescencia es un punto de partida para algunos tratamientos estéticos. Esta etapa puede transcurrir con diferentes patologías, la más común es el acné en su estadio agudo que requiere de un tratamiento dermatológico y estético. Además de los tratamientos médicos, algunos como el Blue Llight o la radiofrecuencia podrían llegar a mejorar la fase aguda del acné.

Si el acné ha dejado secuelas pueden ser tratadas con laser peel- resurfacing que sin dudas mejorará la calidad de la piel y eliminará las depresiones que hubieran quedado en el rostro. Generalmente, este tipo de secuelas conviene que sean tratadas sobre el fin de la adolescencia cuando el riesgo de algún nuevo brote de acné esté minimizado.

En este periodo la apariencia física cobra gran importancia ya que es cuando los jóvenes comienzan a tomar contacto con su imagen corporal y descubren que algunas zonas no les gustan como por ejemplo, tener una nariz prominente, mamas pequeñas u orejas en asa. Comienzan a reflexionar sobre la posibilidad de corregirlas con una cirugía estética y en la mayoría de los casos la concretan hacia el final de la adolescencia, luego de los cumplir 18 años.

En esta franja etaria la mayor cantidad de consultas son por tratamientos de adiposidad localizada (liposucción), celulitis y aumento de tamaño de mamas (prótesis).

Para aquellas mujeres que recién inician un tratamiento de belleza lo más recomendable es comenzar con un micropeel que rejuvenece la piel logrando atenuar las manchas y las líneas de expresión facial o, de acuerdo al tipo de paciente, un tratamiento de Bodyter o Accent radiofrecuencia para modelar el cuerpo y mejorar celulitis. Con los equipos Accent de radiofrecuencia se puede provocar la formación de neo colágeno para reducir las arrugas y volver a tener una piel joven y tensa.

Generalmente los pacientes se acercan a un centro de estética con la zona del cuerpo que quieren mejorar bien identificada.

En general, la cirugía y los tratamientos no invasivos son complementarios. Sin embargo, en caso de que no desee operarse, para cada paciente en particular existe una indicación de un tratamiento específico.

Cuando la paciente tiene una zona del cuerpo que desea modificar, por ejemplo las piernas que tienen adiposidad localizada, se recomienda una liposucción que es un procedimiento que elimina el exceso de grasa a través de un proceso de succión. La celulitis se corrige con Accent radiofrecuencia y PSP electroporación (mesoterapia sin agujas). Esta combinación otorga un verdadero tratamiento 3 D al rostro. El resultado es un procedimiento high tech, que permite que la piel se contraiga sin cirugía, con resultados excelentes y duraderos.

Para los casos de flaccidez facial se aplican tratamientos como Accent radiofrecuencia y fotorejuvenecimiento o laser resurfacing.

También hay tratamientos no invasivos exclusivos como por ejemplo, las manchas faciales que se corrigen con Luz Pulsada Harmony.

Con frecuencia, las personas que inician un tratamiento se acercan al consultorio con una frase clásica: “me quiero hacer algo pero no sé bien que debo hacerme”.

Para aquellas personas que deseen mejorar su aspecto y no saben por dónde empezar lo aconsejable es que realicen una consulta con un cirujano plástico o centro de estética reconocido del que ya tengan referencias. A partir de este encuentro seguramente el especialista podrá indicarles los tratamientos convenientes. Además podrán aprovechar esta consulta para hacer todas las preguntas necesarias para despejar todas las dudas antes de tomar una decisión.

Año tras año crece la importancia que se le da a la apariencia física. En el último tiempo, no son sólo las adolescentes quienes se acercan a consultar o realizarse un tratamiento. Los jóvenes también se están animando porque la estética es una cuestión de todos. Tanto a hombres como mujeres les gusta verse bien ya que la imagen es importante ya sea para la vida personal como laboral.

Un tratamiento de belleza adecuado contribuye a mejorar la autoestima de las personas y este punto puede actuar como disparador para que los pacientes descubran que el cuidado de su apariencia física los hace sentirse mejor y en consecuencia, disfrutar de una buena calidad de vida.