Inicio Empresas y Negocios Un momento incómodo: claves para pedirle al jefe un aumento de sueldo

Un momento incómodo: claves para pedirle al jefe un aumento de sueldo

En esta columna, María Olivieri, Executive Manager de la firma de reclutamiento PageGroup, asegura que la preparación resulta clave. Y detalla los puntos que se deben analizar antes de sentarse a hablar con el superior  


Pedir un aumento de sueldo puede resultar un momento incómodo que algunas personas prefieren evitar.

Por eso, es fundamental estar atentos a determinadas variables para sentirnos seguros y relajados. La preparación resulta clave, antes de sentarse a hablar con su jefe es necesario analizar ciertos puntos, entre ellos:

1) Revisión de desempeño: uno de los principales errores que se comete al pedir un aumento es no tener presente, o no saber justificar, si los resultados que uno aporta a la compañía están alineados o justifican dicho pedido.

También es necesario reflexionar sobre los objetivos y metas de de la empresa, y tener plena conciencia del momento de la compañía.

2) Quiénes tienen prioridad: las empresas le darán oportunidad a los trabajadores que se preocupen por otorgar un valor agregado, así como también posiblemente se evalúe el nivel de búsqueda de autodesarrollo y esfuerzo del empleado.

3) Detectar el momento oportuno: lo mejor, en estos casos, es solicitar previamente una reunión.

Verificar el estado de ánimo en el que se encuentra su jefe y, en caso que la situación lo amerite, reprogramar la cita. Tampoco debe dejarse de lado el momento económico por el que atraviesa la empresa.

4) Exponer de forma clara: pedir un aumento es como “vender un proyecto”, cuando tenga la posibilidad de exponer sus puntos, piense en el lenguaje que utilizará y prepare mensajes claves, objetivos y concisos. Es preferible dejar la improvisación para otros momentos.

Entre los errores más comunes, se encuentra incurrir en la comparación con otros compañeros de que perciben un sueldo mayor.

Y de ningún modo se debe plantear un tipo de “política suicida”, por la cual se amenace con la renuncia, o efectuar el pedido cuando su ingreso ha sido recientemente.

Es posible que esas actitudes lo perjudiquen, ya que si llagase a surgir alguna oportunidad de promoción en el futuro, el compromiso con su jefe y su nivel de ética podría ponerse en duda.

En caso que la solicitud haya sido rechazada, es importante no darse por vencido, poder analizar el porqué de la respuesta, incorporar lecciones aprendidas y sentirse conforme por haberlo intentado.

A veces existen motivos válidos ajenos al empleado por los cuales no puede concederse un incremento salarial. Ante estos casos es importante apelar a la creatividad y proponer otros tipos de beneficios con los que se pueda marcar una diferencia.

Mantener la “puerta abierta” para tener otra conversación en el futuro y volver a hablar del asunto, mientras se trabaja en consecuencia del feedback obtenido en la reunión con su jefe, es una buena estrategia para volver a intentarlo.