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Una morosidad que no para de subir enciende la luz de alerta en los bancos

En lo que va del año, el panorama financiero muestra diferentes signos de recuperación, una fuerte caída en la volatilidad del peso frente al dólar y tasas de interés que registran una tendencia a la baja, impulsadas desde el propio Banco Central.

Sin embargo, desde el punto de vista del crédito surgen diversos factores que ensombrecen el panorama: uno de ellos es el freno que registra el crecimiento de los préstamos, y el otro, la irregularidad de las carteras, que sigue creciendo.

En el primer punto, es evidente el escaso interés que demuestran las entidades en promocionar sus líneas de financiación, pese a los intentos que realiza el Central y que se ven reflejados en los últimos cambios a la normativa vigente.

Desde el otro lado del mostrador, este marcado escepticismo en contraer un préstamo se debe a cuestiones tales como la incertidumbre, producto de la situación económica y política del país.

La forma en que evolucionarán variables como el tipo de cambio, el costo del dinero y el nivel de actividad, con su correspondiente impacto en el empleo, siembran un manto de dudas que aleja a la gente de las entidades.

Los argentinos pusieron un freno violento a la hora de endeudarse para consumir, en comparación con años previos.

* Tarjetas de crédito: en este segmento, la tasa de crecimiento anual se contrajo a un tercio, en agosto de 2009 respecto a 2007: pasó del 46,1% a sólo el 16,8 por ciento. En diciembre de 2008 era del 34,5 por ciento.

* Préstamos personales: en este rubro la situación es mucho más grave. El incremento anual se redujo en agosto a sólo el 6,5%, frente a niveles del 60% alcanzados en 2007, y del 30% en diciembre de 2008.

La mayor mora enciende luces de alarma en la banca
Respecto del aumento en la morosidad, las cifras son elocuentes: a fines del 2007 el índice correspondiente al sector privado era del 3,2%. Pero ya en junio de este año, según la última información disponible del Banco Central, trepó al 3,8 por ciento. Una cifra que ya puso la luz del semáforo en amarillo entre las entidades.

La situación más complicada se presenta en el segmento “familias”, ya que en menos de un año sumó dos puntos porcentuales de crecimiento y pasó del 4,4% al 6,4% en junio de este año. En cambio, los préstamos a empresas muestran un recorrido mucho más acotado, dado que apenas rondan el 2,5 por ciento.

Los especialistas aseguran que el aumento de la mora se mantendrá al menos hasta el primer trimestre de 2010, ya que los factores que determinan el alza permanecerán por un tiempo más.

La incobrabilidad “es una variable que los bancos no pueden controlar, por eso es preocupante, a pesar de la liquidez con la que hoy cuentan las entidades”, señaló Adrián Rivas de Tavelli & Cía.

”La tendencia creciente de la falta de pagos podría registrarse hasta abril del próximo año, en el mejor de los casos, y esto previendo una recuperación de la economía sostenida en los próximos meses”, advirtió Fausto Spotorno de Orlando Ferreres y Asociados.

Los efectos del aumento de la morosidad
En medio de las cifras alentadoras, que destacan la liquidez y la solidez del sistema financiero, “el deterioro de la calidad de la cartera constituye un punto en el cual se debe poner énfasis, no sólo por lo que reflejan aquellos bancos con cotización pública, sino en el sistema financiero en su conjunto, dado que erosiona los resultados y es un indicador del estado recesivo de la demanda de la economía”, subrayó Rivas.

En este aspecto, “el incremento en la irregularidad es proporcionalmente mayor que el crecimiento del stock. Esto es, que los créditos en situación normal vienen cayendo gradualmente en porcentaje dentro del total”, resaltó el analista de Tavelli & Cía.

Nora D’Alessio, vicepresidenta de la consultora D’Alessio IROL sostuvo que “llama la atención que por montos pequeños, la morosidad suba. Las personas que consultamos postergan los pagos de las tarjetas de crédito porque priorizan la compra de lo básico, como alimentos. Desde luego continúa la preocupación por el aumento de los servicios y los sueldos que no acompañaron ese alza”.

Según los últimos datos del BCRA, el mayor incremento en la morosidad se observó en los tramos intermedios. Los créditos entre $5.000 y $10.000 que representan el 23,4% del total, verifican un índice de irregularidad de 2,8 p.p. por encima del de junio de 2008.

Osvaldo Cado, de Prefinex, destacó que si bien “el sistema financiero mostró solidez ante la crisis, prevemos que la morosidad se mantendrá en los próximos meses”, al tiempo que Rivas agregó que “en la medida en que la reactivación de la demanda se vea trunca, continuaremos inmersos en un contexto de mayor incumplimiento que el observado en los últimos años”.

Para Spotorno otra variable que explica esta situación es “el crecimiento del desempleo”. De hecho, “se multiplicó por diez la cantidad de despidos en los últimos nueve meses”, tomando como último dato el difundido en junio con 24.000 nuevas cesantías, apuntó el economista.

Es que, según explicó, desde octubre pasado, se perdieron en Argentina 179.000 puestos de trabajo y “al ser el desempleo una variable rezagada de la actividad económica, vemos cómo las cifras se van incrementando mes a mes, pero con cierto retraso. Lo mismo sucede con la morosidad, esto hace que aún cuando la economía muestro signos de recuperación y ésta se sostenga en el tiempo, veremos que la incobrabilidad continuará creciendo hasta abril de 2010, en el mejor de los casos”.

Las cifras de los bancos
El primer dato que surge de analizar este tipo de indicadores es que los bancos privados aglutinan el 66% del stock irregular, en tanto que los públicos el 11% y las entidades no bancarias el 23 por ciento. La elevada participación de éste último grupo muestra una cartera irregular, que asciende nada menos que al 28,2 por ciento.

Según informes privados recientes, realizados en base a los balances trimestrales, la irregularidad de la cartera del Banco Galicia representó un 5,9% de los préstamos al sector privado, desde el 4,2% del segundo trimestre de 2008 y del 5% del primer trimestre de 2009. La menor calidad de la cartera desembocó en una mayor constitución neta de previsiones, que totalizaron $15,4 millones y que deterioraron la línea final del balance, esto es la cuenta de resultados.

Esa menor rentabilidad surge del hecho de que las previsiones, que van aumentando en la medida que se prolonga en el tiempo la deuda impaga, llegan a ser del 100% cuando el préstamo ya es considerado “irrecuperable”. Ante esta situación, las entidades deben “castigarlo” y constituir cargos por incobrabilidad que se restan directamente de las utilidades.

En el caso del Banco Hipotecario, la cartera irregular totalizó $294,3 millones, creciendo un 3,9% comparando el segundo trimestre con el mismo período del año anterior y 18,5% en términos anualizados.

En el caso del Banco Patagonia, la cartera irregular alcanzó un 2,9% de las financiaciones al sector privado, creciendo 0,3 p.p. trimestre contra trimestre y 1,3 p.p. en la comparación anual. Desde Tavelli & Cía destacaron el incremento de los préstamos por encima del promedio del sistema, junto con una cartera irregular creciente, aunque aún en valores relativamente bajos.

Con respecto al BBVA Banco Francés, la morosidad se mantiene en niveles sumamente bajos, pues llegó a representar apenas el 1,38% de sus financiaciones. Este porcentaje es apenas dos décimas superior al del primer trimestre de 2009. Desde Tavelli & Cía. apuntaron que en el segundo trimestre de 2008, era de apenas el 0,9% y con estos ratios el banco español se ubica entre los más bajos del sistema.