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Vestirse en Buenos Aires es mas caro que en Europa

Aunque las marcas vernáculas anuncien con bombos y platillos descuentos de hasta un 70%, las liquidaciones en nuestro país no se parecen en nada a las que se ofrecen en ciudades como París, Roma o Berlín.

Después de ver las liquidaciones de fin de temporada de verano en Europa, uno se pregunta si las marcas de Argentina realmente quieren desprenderse de sus remanentes de stock, si nos quieren como clientes o si les interesa vender. No se entiende por qué si el consumo baja, los precios no se reducen lo suficiente para alentarlo.

Aunque suene odioso, vestirse en Buenos Aires resulta más costoso que en París, Berlín, Roma o Lisboa. Durante julio pasado, mes fuerte de liquidaciones europeas, marcas muy conocidas como Zara, H&M o Bershka liquidaban todos sus productos a €3, €5 o €9 y los locales estaban atestados.

Es más, un tapado de la nueva colección otoño cotizaba €50 en Zara y €90 en Mango, bastante menos que los que cuelgan en “Sale” en las vidrieras vernáculas.

En Argentina, pareciera que los carteles de “Rebajas”, “Liquidación total” u “Off”, son más grandes que los descuentos que indican.

En los outlets internacionales los productos se venden a una fracción de su precio y tienen miles de adeptos. Acá, si bien están teniendo un desarrollo increíble y los consumidores ya no tienen vergüenza de comprar en ellos, todavía las marcas no terminan de jugarse demasiado con las liquidaciones y difusión de los mismos.

Por ejemplo, en el outlet de Uma un tapado supera los $500, un gamulán corto cuesta unos $350 y un montgomery a la cadera, se consigue por $480 igual que un tapado de colección anterior del outlet de Portsaid.

Siguiendo con las comparaciones, en los locales de la marca española Cortefiel, una campera de cuero en liquidación cuesta €70 ($378), en el outlet de Prototype se consigue por $590. Un cardigan -de los más caros- de la nueva colección de Mango cuesta € 22 ($118), o un blazer de pana €45 ($243).

¿Cuánto deberíamos desembolsar por un vestido con falda de seda o un trench rasado, de confección local?

En Roma, un vestido de esas características, de la marca Oviesse se liquida en €10 ($54) y un trench de la marca alemana Orsay, a €12 ($64).

Si alguien sabe donde conseguir productos similares por esos valores aquí en Buenos Aires, por favor que nos cuente y allí estaremos en la cola del local de la marca que quiera tenernos como clientes frecuentes. Otro ejemplo son los jeans.

Uno de nueva colección de la marca para adolescentes Bershka o H&M cuesta alrededor de €20 ($108); en Como quieres que te quiera, $190 (casi el doble). Con tremendas liquidaciones (las rebajas se hacen, por lo menos, tres veces durante cada temporada) las marcas europeas consiguen hacerle frente a la crisis y lo que es mejor, mantener la atención de los clientes continuamente.

En eso sí estamos por debajo que en Europa, donde la escala de productos es mayor y siempre es posible encontrar modelos, colores, estilos y talles diferentes, aún en época de rebajas.

Todo lo contrario de lo que está ocurriendo en Buenos Aires, donde es un clásico porteño que no encontremos “rebajado” justo ese producto por el que ahorramos y esperamos para comprar, a mejor precio, en las liquidaciones de fin de temporada.

Buenos Aires es tan pero tan cara que hasta los turistas o argentinos residentes en el exterior, cuando vuelven, se sorprenden con los precios disparatados y, por supuesto, ya no compran como lo hacían algunos años atrás.

Los que no tienen la suerte de viajar, probablemente se preguntarán, ¿y a nosotros quién podrá ayudarnos? Los outlets, pueden ser la respuesta. Y, desde ya, seguir comprando con inteligencia.