“Me gusta mucho la paz que se encuentra aquí”, dice Mike Kerry en un rudimentario castellano. Él y su mujer, Alice, ambos de EE. UU., eligieron La Angostura como excursión de día entero y se enamoraron del destino. Prometen que volverán para quedarse al menos un par de días.
La Argentina, y el producto “Patagonia”, ha ido creciendo en los mercados extranjeros de forma exponencial. Y La Angostura no ha escapado a esa tendencia.
En enero de este año se incrementó en casi un 40% el movimiento de turistas por el Paso Cardenal Samoré, tanto en el ingreso como egreso de personas. Por una cuestión de “distancia” y facilidades, el turista chileno lidera la lista de extranjeros visitantes, seguidos por los brasileros, israelíes y otros de EE.UU., Alemania, Inglaterra y Suiza.
En Chile durante febrero se realiza la feria judicial. Por eso, quizás como nunca, este mes el turismo chileno ha inundado las calles de la localidad. La mayoría viaja en su propio vehículo, aunque algunos -sobre todo los de ciudades más alejadas como Santiago de Chile- optan por viajar en avión hasta Bariloche o colectivo.
“No conocía ni el sur chileno. No quería venir por el frío pero la encontré maravillosa. Me fascinaron los paisajes, el lago que el agua es cálida, la vegetación,me enamoré de las playas y hasta del clima. Y la gente súper cálida”, cuenta Cecilia Yost, quien junto a su hermana Soledad y sus dos sobrinos vinieron a pasar 10 días a Villa La Angostura. “
En general el turista extranjero se queda 3 ó 4 días en la localidad, es de alto poder adquisitivo -al menos comparativamente con el estándar de vida del argentino medio-, y elige establecimientos de categoría.
A diferencia del turista de países limítrofes, los extranjeros del resto del mundo vienen con un itinerario organizado, personalizado y previamente contratado. En el caso de los chilenos, llegan por su cuenta y no acostumbran a reservar alojamiento.
En cuanto al perfil, desde la secretaria de Turismo señalan dos tipos de turista extranjero: el aventurero y el contemplativo. “El aventurero o turista activo no está tan preocupado por las comodidades del establecimiento, si tiene yacuzzi o no, realiza muchas actividades de montaña y al aire libre, en cambio el contemplativo si contrata hotelería de alta gama y exige servicios de categoría”, comenta Mariano Díaz , coordinador del área de Marketing de Turismo del Municipio.
