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Vinos: ¿qué bodegas lideran el podio y qué lugar ocupa el país en el ranking mundial?

“El mundo va a seguir consumiendo soja” es uno de los argumentos más escuchados por parte de los economistas que intentan explicar algunas de las fortalezas concretas con las que cuenta la Argentina a la hora de hacer frente a la crisis externa.

En este contexto, los bodegueros locales readaptaron la idea y tienen su propio slogan: “El mundo va a seguir destapando vinos”.

Sin embargo, hacen una importante salvedad: de la crisis económica saldrán mejor paradas las bodegas exportadoras que apuntan a productos embotellados y de buena calidad.

El resto de la industria, es decir, la vinculada a la producción de vino a granel (en general de baja calidad) y el mosto, es la que más padecerá los efectos de la contracción comercial a nivel mundial.

En efecto, en medio de los primeros coletazos de la crisis, los vinos de calidad media y alta fueron, dentro de la industria vitivinícola, uno de los segmentos que mejor logró capitalizar el 2008 en materia de exportaciones.

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, las ventas al exterior de vinos fraccionados y a granel totalizaron casi u$s622 M, lo que implicó un salto del 29% frente a los valores del año anterior.

El dato positivo es que, en volúmenes, el crecimiento fue importante pero menor (14% con 4,1 millones de hectolitros), lo que indica que las bodegas nacionales continúan aumentando su presencia en los segmentos premium o de más alta gama en los mercados mundiales.

A esto hay que sumarle que las bodegas nacionales lograron esta buena performance en un año en que la comercialización a nivel mundial registró una leve caída del 0,7%, principalmente por los malos resultados obtenidos por algunos de los países líderes en la materia: Italia, Francia y Australia.

De acuerdo al informe anual elaborado por la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV), si bien la Argentina se mantuvo en el séptimo puesto como mayor exportador a nivel mundial, la buena dinámica que exhibió le permitió comenzar a pisarle los talones a su antecesor, EE.UU., que conservó su sexto puesto tras realizar ventas al exterior por 4,5 millones de hectolitros.

Paralelamente, se achicó la importante brecha que históricamente existió con el mayor rival en la industria: Chile. Sucede que, mientras que en 2007 el país trasandino había exportado un 70% más que la Argentina, el año pasado esta cifra se achicó hasta el 41 por ciento.

Los más consumidos
El ranking de vinos embotellados argentinos comercializados en el exterior durante todo el 2008 estuvo liderado por Trapiche, marca del Grupo Peñaflor.

Por su parte, según la consultora Caucasia Wine Thinking, el segundo y tercer puesto correspondieron a Alamos y Catena, producidos por Catena Zapata.

Sin embargo, los primeros meses del 2009 llegaron con fuertes cambios, dado que las primeras tres marcas exportadas fueron Alamos, Santa Julia Fuzion y Solombra Reserva.

En diálogo con iProfesional.com, Exequiel Barros, director de la consultora, sostuvo que “2008 fue un año muy positivo. El vino argentino, en comparación con el resto de sus competidores, aún parte de una base relativamente chica, por lo tanto le permite mantener tasas de crecimiento importantes”.

Por su parte, José Molina, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), agregó que “la industria se está organizando muy bien entre sector público y privado y esto es lo que permitió que las ventas al exterior de vino, mosto y pasas de uva crecieran de manera sólida”.

En la misma línea, Eduardo Lapania, CEO de Bodegas Don Cristóbal, una empresa que exporta a casi 20 países, aseguró que “el balance fue muy bueno” para la industria en general y particular, ya que “pudimos desarrollar una acción intensa en el plano comercial en los principales mercados del mundo, como son Europa, EEUU y Japón”.

Las provincias líderes
A la hora de evaluar el ranking de las provincias que dominan el negocio del vino se destaca Mendoza, líder indiscutida en el plano exportador.

En efecto, de los 4,1 millones de hectolitros vendidos al exterior, el 80% salió de bodegas mendocinas. Le siguieron en importancia San Juan, Ka Rioja y Salta.

Un dato destacable es el importante incremento que experimentó la provincia de Buenos Aires, un polo vitivinícola impensado hace algunos años atrás y que pasó de exportar por apenas u$s109 mil durante 2007 a casi u$s8 millones el año pasado.

Tal como informó iProfesional.com recientemente, los emprendimientos en esa provincia suman poco más de 100 hectáreas de viñedos pero que apuntan en su totalidad a vinos de altísima gama.

El año de la incertidumbre
De cara al 2009, el futuro de la industria está dividido en dos: por un lado, las bodegas que trabajan con vinos a granel, fraccionados pero de baja calidad y mosto, se enfrentan a un año muy complicado por la baja de la demanda de este segmento y una fuerte caída en los niveles de producción de uva, del orden del 30%, por problemas climáticos.

Desde Coviar, Molina aseguró que “esta campaña fue malísima para la uva porque tuvimos heladas, granizo y después temperaturas altas”.

De este modo, al disponer de menos materia prima, sumado a la contracción de los mercados internacionales, los especialistas prevén una baja de las exportaciones superior al 20 por ciento.

Distinto es el caso de los vinos finos embotellados. Este es otro segmento que no depende tanto de los volúmenes como de la calidad de la cosecha.

Lapania dejó en claro cómo las empresas pueden estar transitando un período de esplendor o de crisis, dependiendo del lado en el que estén ubicadas: “La mala cosecha de uvas en cantidad de kilos perjudicó al sector viñatero y bodeguero que hacen cualquier cosa menos vinos. Para todos los que hacemos vino de calidad tuvimos una cosecha espectacular como pocas veces se ha visto”.

En otras palabras, según la cultura enológica, cuanto más se estresa la uva, mejores resultados da en el paladar.

Esto quedó plasmado en las estadísticas del primer bimestre del año: las ventas a granel y sin mención varietal, en volúmenes, se desplomaron un 47,5% en el primer bimestre del año en relación al mismo período de 2008. Por su parte, la exportación de mostos cayó un 58,4 por ciento.

Como contrapartida, las ventas externas de vinos varietales solamente cayeron un 7,4 por ciento.

¿Por qué el sector de vinos finos podría salir indemne del vendaval? Según Lapania, “a pesar de la crisis, la gente no deja de consumir este tipo de productos, simplemente cambia la calidad”.

Así, “el que todas las noches fuma un Romeo y Julieta de 30 dólares cada uno, bueno, va a seguir fumando, pero es probable que busque otra variedad. Lo mismo sucede con el vino”, sostuvo.

Sin embargo, Lapania no se refiere a bajar la calidad con el hecho de que en Europa o EE.UU. se consuma vino argentino barato, sino que los consumidores de estos países desarrollados reemplazarán etiquetas procedentes del viejo mundo por opciones de buen nivel pero más económicas.

“Los americanos no van a dejar de tomar, sino que van a ser más selectivos, buscando mejor relación precio-calidad tratando de bajarse de segmento para bajar el costo. La percepción que tenemos es que un americano que tal vez compraba un vino francés de 25 dólares, ahora va a salir a buscar una botella de buena calidad de entre 10 y 15 dólares”, explicó Barros.

Al respecto, no dudó al afirmar que “definitivamente las mejores opciones que va a encontrar son de bodegas argentinas”.

En esto, las empresas locales corren con ventaja frente a Chile, ya que según el experto, “en EE.UU. los productos del país trasandino son considerados muy estándar”.

Cómo aprovechar la crisis
El presidente de Coviar sostuvo a iProfesional.com que “hay que reforzar lo que son las promociones en el mercado externo porque esta crisis puede ser una gran oportunidad”.

“Tenemos mejores chances de ingresar a los Estados Unidos con productos de extraordinaria calidad a un precio más accesible que los europeos”, agregó.

En la misma línea, Barros aseguró que “es cierto que una crisis de estas características para la Argentina implica una gran oportunidad”. Sin embargo, alertó que “de ahí a decir que va a ser un excelente año hay un largo trecho”.

Sobre este punto, el director de Caucasia Wine Thinking aseguró que “de la coyuntura no le escapa el 100 por ciento de las bodegas, la ventana de buenos negocios no va a ser para todas las bodegas, serán para aquellas que estén preparadas y puedan mejorar la relación de calidad-precio”.

Así, para aquellas empresas “que venían muy ajustadas con los costos o con márgenes muy chicos, es posible que no les resulte tan simple abrirse paso en el negocio”.

Buenas proyecciones
Del lado de las bodegas que intentarán ganarle a la crisis está Don Cristóbal, una empresa que exporta sus 20 etiquetas a casi 20 destinos, entre los que figuran Reino Unido, Francia, EE.UU., Polonia, Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos y Rusia.

“En los últimos años tuvimos un incremento promedio del 25% anual de las ventas al exterior y los tres primeros meses de 2009 los empezamos como nunca, con una catarata de pedidos que no habíamos registrado antes”, sostuvo Lapania.

La bodega colocó en el mundo 1,1 M de botellas en el 2008 y para este año espera elevar la cifra hasta 1,4 M.

El empresario disparó contra lo que llama las “trabas” para hacer negocios: “Hay muchas cosas que atentan contra el negocio. Por ejemplo, el Gobierno nos debe 90.000 dólares de reintegros desde el mes de septiembre”.

Sin embargo, destacó las ventajas que tienen por sobre los mercados del “nuevo mundo”, como Chile, Sudáfrica y Nueva Zelanda: “Tenemos el fútbol, el tango, el polo, la carne. La Argentina como marca país es muy fuerte, esto hace que el vino argentino, con todos sus defectos, tenga un respaldo muy grande y esto es lo que queremos hacer valer”.