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¿Y cuándo tu empresa es cliente?

Somos muchos (cada vez más) los que nos dedicamos a eso de asesorar a organizaciones o a personas, para mejorar su rendimiento a través de la potenciación de sus recursos. Somos muchos los que nos presentamos como consultores, coach, asesores, formadores, etc., ante los ojos de los clientes. En ocasiones para estos es muy difícil seleccionar el profesional adecuado para mejora su situación o alcanzar los objetivos que se plantea. En este sentido creo que todo lo que aporte ese profesional es digno de estudio y por ende, genera una imagen más o menos acertada del servicio que va a recibir. Tarjeta de visitas, logos, imagen personal o corporativa, presencia física, catálogo de servicios, todo genera mensaje que de manera directa se reflejara en los servicios prestados y por supuesto las referencias que el profesional tenga.

En mi profesión, he de comentarle que con el escenario laboral/socioeconómico actual, encontrará muy buenos profesionales que le pueden aportar mucho valor a su empresa y que sin duda esta los necesita, al igual que también conviven y se puede “chocar” con un montón de intrusos pocos preparados para este oficio, que solo conseguirán reducir sus recursos sin ninguna ventaja a cambio, bueno sí, el oportuno “mosqueo” por su parte y la concepción de que estos “profesionales”, pues generalizará pensado que los que nos dedicamos a fortalecer y solucionar problemas a las empresas, son unos ladrones y unos vendedores de humo, en el mejor de los casos .

Con todo y con ello, para que le resulte más fácil su decisión de esquivar a estos últimos, pues es bastante difícil tener éxito y acertar con el profesional adecuado, más si el cliente no maneja los códigos de calidad de la profesión del consultor (lo identificaremos así de manera genérica) , bien por desconocimiento o por inexperiencia, y para que no sea solo la suerte la que determine su experiencia con esta contratación, creo que le podría ser de mucha ayuda manejar los siguientes parámetros profesionales:

• Observe como habla ese consultor, si es incapaz de adecuarse a su lenguaje no creo que sea una buena opción para su empresa

• Trate de discernir entre toda la teatralidad del profesional (traje impecable, Tablet de última generación, ultraportatil, incluso coche de alta gama, hazañas sobredimensionadas etc?), la esencia de lo que aporta ese profesional, eso es lo que realmente marcará el trabajo para su empresa

• Las referencias son muy importantes, pero busque y conceda mayor importancia a las que provengan de empresas/empresarios parecidas a la suya, el resto puede que no le valga de mucho, por no sea comparable

• Identifique, revise, exija qué modelo de negocio o de empresa defiende y trabaja el profesional y si es compatible con el modelo de empresa que usted persigue

• Compruebe la capacidad de integración que ese profesional puede tener en su organización, si se relacionará bien con otros trabajadores, directivos, proveedores para poder hacer su trabajo

• Que le muestre con claridad el plan de trabajo, objetivos a conseguir y formas de conseguirlos. Revise este documento y vea la conveniencia o no de lo que le propone

• Vea si le escucha o realmente el profesional habla más que escucha

• Convenga como se visualizaran y concretaran los resultado del trabajo del profesional

• Revise su currículo, hable sobre él, revise su experiencia, pida referencias si lo cree necesario vea como le convence aquello que le dice, compruebe como para ese profesional su empresa es única e irrepetible y que todo lo que propone se ajusta a las características de su organización y que no da soluciones o hace propuestas genéricas

• Si comprueba que el profesional realiza o lanza soluciones sin conocer en profundidad el problema y donde se desarrolla, eso es síntoma de que se mueve en la superficialidad de las situaciones y por tanto la estandarización en sus soluciones serán la consecuencia más probable para su organización

• Contrate al profesional que le convenza con hechos, maneras de actuar, comportamientos, no solo con palabras

• Recurra si posee blog profesional a leer que mantiene ese profesional, vea si le convence lo que allí dice y como desarrolla las situaciones. Puede ser una buena fuente para conocer con mayor exactitud que modelo de empresa defiende, como encara las situaciones, como desarrolla los problema y soluciones profesionales, cuanto aporta dicho profesional y cuanto toma de otros, todo ello pueden ser indicadores de quien es quien tiene delante, y que le puede aportar

• La procedencia del profesional, o los grandilocuentes títulos conseguidos por este son indicios a favor, pero nunca la certeza de profesionalidad o adecuación a su empresas y sus necesidades

• Para cada problema diferente en su organización lo más probable es que necesite profesionales diferente, aunque su tendencia será contratar de nuevo a quien ya le solución determinados problemas, si no es especialista en ese tipo de problemas comente con ese mismo profesional de confianza para que le indique alguien que entienda pueda ayudarle

• Asegúrese de que en el proceso de ayuda del profesional, su empresa saldrá reforzada y aprenderá cosas que antes del proyecto no sabía. Si en el proceso un valor no es el aprendizaje, mal rollo

• Observe su forma de trabajar, todo lo que perciba que huye de la profesionalidad, va en detrimento de los resultados para con su organización

• La empresa que contrate no siempre tiene relación la dimensión de la misma o peso de su marca con la calidad de repuesta para sus problemas

• Deje trabajar al profesional y déjese asesorar, cumpla lo pactado con él/ella, si no es así, deje de leer este post, pierde el tiempo!

• Por último, al finalizar evalúe todo el proceso de trabajo, vea donde se inició el camino y como ha acabado y que valor ha obtenido su empresa, ese será el barómetro de calidad del servicio recibido, igualmente debe cuantificar con el coste que haya supuesto para su organización en dinero, persona, tiempo, etc., el servicio y hallar el ROI de este. Le ayudará a tomar otras decisiones al respecto

Con todo ello creo que puede tener una buena base para tomar una decisión sobre quién contratar para trabajar en su empresa. Es absolutamente cierto que todo ello no le garantizará el éxito de manera segura, pero creo que puede reducir mucho los riesgos para equivocarse con quién contrate. Cuando su empresa se convierte en cliente, exija y recorra el mismo camino que hacen los suyos, determine el problema, busque proveedores para solucionarlos, determine qué criterios han de cumplir, ver las alternativas disponibles, seleccionar la que mejor se adecue a sus necesidades y después un poco de suerte.