En los últimos 15 años los countries y barrios cerrados tuvieron un gran desarrollo tanto en los alrededores de Buenos Aires como en las principales ciudades del país, motivado por el interés de las familias de buscar un mejor estilo de vida, más contacto con la naturaleza, gozar de mayor libertad para los niños y también porque estos espacios ofrecían una seguridad mayor.
Esa sensación de seguridad la brindaba inicialmente la imagen del personal específico, un cierto control en el acceso, una barrera vehicular y que el barrio estuviera cercado del medio exterior. Pero esos elementos no significan contar con una seguridad completa, como lo fueron demostrando los delitos que se cometieron contra estos emprendimientos en los últimos años y que vienen incrementándose.
Además de la posible agresión externa, últimamente se está viendo el fenómeno de la eventualidad interna por acción de jóvenes o grupos residentes del barrio que en modalidad de “broma” sustraen elementos en unidades funcionales. Existen también casos más graves donde se ha documentado que ciertas organizaciones estructuradas ingresan al barrio en condición de inquilinos y desde dentro se organizan maniobras delictivas.
No hay una receta única para una protección efectiva, sin embargo, hay pequeñas acciones que se pueden tomar para mejorar la seguridad de un barrio privado, siempre teniendo en cuenta que hay que cuidar los accesos generales y también la propia casa.
Brindamos aquí 10 consejos para minimizar riesgos.
1. Hay que analizar la situación teniendo en cuenta la teoría de protección en “círculos concéntricos”, que suele ser la de mejor resultado. En esta teoría se desarrolla la protección en distintas etapas: Exterior al barrio, Perimetral del barrio, Exterior a la unidad funcional y de la unidad funcional.
2. Centro de Control que opere las 24 horas y que permita la atención de eventos de alarma (robo, pánico, emergencia médica, control de accesos de personas, video verificación, caída de niños en piscinas, entre muchos otros.
3. El Centro de Control debe ser el encargado de validar las señales de alerta y derivarlo a las autoridades competentes (Policía, Servicio de Seguridad privada, Bomberos, Ambulancia, etc.).
4. Instalar un Panel de Alarmas en cada vivienda para control de ingreso y egreso de personas mostrando en cada caso los datos del usuario (persona) habilitado (incluyendo además de los propietarios o inquilinos, servicio de limpieza, jardinería, etc.).
5. Designar una clave personal para cada persona para el manejo de la alarma de modo de tener un control específico y detallado de las desactivaciones realizadas fuera de los rangos preestablecidos.
6. Dentro de la unidad funcional (hogar) es importante instalar sensores infrarrojos de movimiento para la detección de una presencia indeseada o ajena a la unidad.
7. Instalar contactos magnéticos para puertas y ventanas, que detectan cualquier intento de violar esos puntos de ingreso.
8. Otro punto clave es la protección de piscinas. El sistema smartpools funciona con un sensor sumergido en la pileta que avisa de inmediato con una sirena si alguien o algo cae dentro. La alarma puede estar conectada a una unidad de mano ubicada dentro de la casa o al centro de control.
9. Control de Rondas: El objetivo es que los habitantes del country se aseguren de que el personal de seguridad esté cumpliendo con su labor de recorrer el lugar y también poder detectar si esas personas son atacadas durante la recorrida. Consiste en un dispositivo tipo bastón colector que registra las pasadas en puntos de control en una ronda preestablecida.
10. Los guardias de seguridad deberían también poseer un “botón de Pánico” para en caso de encontrarse en una situación de peligro poder también reportar esta alarma al Centro de Control.
En síntesis, una serie de recursos tecnológicas como nuevas soluciones para viejos problemas.
