Inicio Empresas y Negocios Agencia boutique vs. agencia tradicional: con qué quedarse?

Agencia boutique vs. agencia tradicional: con qué quedarse?

Existe un mito con respecto a la agencia boutique: muchas veces las cuentas grandes la consideran una agencia muy chica para atenderlos, y las pequeñas empresas piensan que es muy grande para ellos. Por el contrario, las agencias boutique se caracterizan por encontrar soluciones adecuadas a las necesidades de cada cliente, sea una empresa grande o pequeña.

Esta forma de trabajo “a medida”, tiene que ver con una de las particularidades de la agencia boutique, y lo logran a través de un trato personalizado. Las grandes agencias pierden el vínculo con la persona que les encarga el trabajo y diluyen el ida y vuelta que en las agencias boutique se da de forma natural. Por eso, para una agencia grande de 50, 100 ó 300 empleados, es absolutamente inviable una comunicación personalizada, por una lógica de dimensiones. Nunca el dueño de ese monstruo puede estar hablando en una reunión con el cliente, salvo en situaciones de un trabajo especial.

Por otro lado, gracias al trato personalizado, las agencias boutique pueden escuchar al cliente, trabajar en equipo con él y también saber guiarlo y aconsejarlo. No cumplen automáticamente con lo que se les pide, sino que pasan el pedido por un tamiz y a partir de ahí evalúan qué se puede hacer con lo que se les solicita. Eso es estrategia, y es un valor agregado.

Muchas veces el cliente decide tratando de ubicarse en el lugar del consumidor o del usuario de lo que está queriendo vender, y la realidad es que tal vez no es ni consumidor ni usuario. Es muy difícil pedirle que salga de un lugar de lógica y que trate de pensar como piensa otro, y para eso está la agencia.

La estrategia es fundamental para hacer una buena comunicación. En algún caso puede coincidir lo que el cliente cree que necesita con lo que la agencia boutique considera que hay que hacer, pero en otros casos no. Eso demanda variaciones o desviaciones.

Aquí entra a jugar otro aspecto que es el tema de la flexibilidad.

Los clientes que se acercan a una agencia boutique valoran la elasticidad porque el proceso no tiene procedimientos rígidos a seguir. Todos se involucran, todos están al tanto y por eso pueden variar con más plasticidad las estrategias creativas.

Las agencias boutique se rodean de comunicadores funcionales y aportan creatividad en función de un objetivo, no la creatividad por la creatividad misma. En cambio, una estructura de gran cantidad de empleados, que a la vez responde a estrategias regionales o mundiales, tiene una capacidad de reacción mucho más lenta que una agencia boutique para hacer cambios sobre la marcha.

Actualmente el cliente está más informado, y también el consumidor.

Pueden estar bien o mal informados, pero en ambos casos es así. Hoy los hábitos de consumo cambian mucho más rápido que antes, entonces, la receta que servía hace dos años, hoy no sirve y esto se produce por la sobre exposición a los medios. De este modo, los hábitos de consumo, y los hábitos de la gente cambian a una velocidad que antes no pasaba. Por eso hay que cambiar la manera de comunicar, los códigos y los formatos, y la agencia boutique está preparada para hacer un giro de timón en el momento adecuado.