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Alquiler de vestidos para gastar menos y no pedir prestado

A fines del año pasado, Lucila Etchegaray empezó a buscar un vestido para el casamiento de su hermana y se encontró con precios siderales. Pensó en pedir prestado, pero ya se había puesto todos los vestidos de sus amigas, y en ese preciso instante surgió la idea de crear Rent & Dress, una empresa de alquiler de vestidos para mujeres de 25 a 35 años, que ofrece prendas de Miami y Nueva York y diseñadores locales por 150 a 250 pesos.

Etchegaray puso en marcha el proyecto con su amiga de la universidad Paz Madina, ambas de 29 años y licenciadas en relaciones públicas de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

“Ya habíamos hecho algunas ferias de ropa juntas años atrás, y después de ver la nueva realidad del mercado nos decidimos a poner en marcha el proyecto”, recordó Etchegaray.

“Lo que me pasó a mí les pasa a muchas mujeres. Muchas veces tenemos varios casamientos o eventos en un mes y no podemos comprar vestidos para todos. Pedir prestado también tiene sus límites, con lo cual un alquiler aparece como una opción ideal con precios accesibles. Lo más caro que tenemos por un alquiler llega a 250 pesos”, agregó, tras apuntar que los vestidos nuevos de rango medio superan ampliamente los 600 pesos.

El primer paso de las socias fue viajar a Nueva York y Miami en busca de los vestidos. Compraron en tiendas como Macy´s y Forever 21 y armaron un portafolio de 90 prendas dirigidas a mujeres de clase media. El paso siguiente consistió en conseguir un espacio para mostrarlas.

“Logramos que nos prestaran un departamento en Belgrano y después el dueño nos hizo una oferta que no pudimos resistir, con lo cual nos terminamos instalando ahí con un contrato”, relató Madina.

Las puertas de Rent & Dress se abrieron en febrero y las socias empezaron a promocionar su oferta entre sus amistades.

“La verdad que todo fue relativamente fácil. Primero vinieron nuestras amigas, después las amigas de amigas, y finalmente mujeres que no conocíamos para nada”, dijo Etchegaray, y añadió: “Creo que fue toda una novedad. Al menos cuando empezamos no conocíamos a nadie que hiciera algo similar. Hace poco encontramos una competidora, pero no hace exactamente lo que hacemos nosotras”.

A prueba de quemaduras
La propuesta de Rent & Dress está basada en un sistema de entrevistas. Las interesadas pueden visitar el espacio de miércoles a sábados y probarse todos los vestidos.

“Se los entregamos en fundas y limpios un día o dos antes del evento, y ellas los devuelven después del fin de semana”, explicó Etchegaray.

“Nosotras nos hacemos cargo de la tintorería y pedimos un depósito de 200 pesos, que nos permite cubrirnos de accidentes como las típicas quemaduras de cigarrillos”, agregó. La empresa, que ofrece talles de small a large , terminará el año con unas 570 entrevistas y prevé superar las 800 en 2010.

“Recientemente incorporamos vestidos de diseñadores locales. En realidad, las mismas mujeres empezaron a traernos prendas para dejar en consignación y optamos por seleccionar algunas”, apuntó Madina, tras mencionar que también incorporaron accesorios.

“La idea es traer también chales y prendas por estilo”, añadió.

Actualmente, Rent & Dress tiene prendas para mujeres de 25 a 35 años, pero eso cambiará en un futuro cercano.

“Muchas madres que acompañan a sus hijas nos piden vestidos para ellas. Si tienen una onda informal pueden usar los que ya tenemos, pero la idea es traer otros estilos y llegar a ellas más directamente”, dijo Etchegaray, que atiende el local con su socia.

Ambas se dividen los turnos, ya que mantienen sus trabajos anteriores y cuentan con la ayuda de la madre de Etchegaray.

“La idea es trabajar más para escalar el proyecto, ponerle más energía. Por eso, una de las dos va a dejar su trabajo el año próximo. Todavía no tenemos definido quién lo va a hacer”, señaló la emprendedora, tras destacar que “ya se siente que termina el año porque se incrementan las fiestas y las llamadas”.