Inicio Empresas y Negocios Salimos de una crisis y entramos en otra

Salimos de una crisis y entramos en otra

El producto bruto interno (PBI) va a caer 4,5% en promedio este año contra 2008, pero ya en diciembre estaremos 2,5% arriba del mismo mes de 2008. Esta crisis esta terminando y se ven claramente los signos de recuperación, tanto en el agro (mucha mayor producción de soja) como en la industria (autos, camiones, maquinaria).

Entonces, ¿vamos a estar mejor en 2010? Desde el punto de vista de la actividad sí, estaremos un 3% mejor, pero el problema es que se viene la crisis fiscal y nos puede afectar negativamente, como en una W: primero caemos, después nos recuperamos, pero dejando sin resolver algunos problemas graves; éstos nos alcanzan y nos hacen entrar de nuevo en dificultades. Por eso, gobernar es anticipar y resolver problemas, no posponerlos.

Tenemos problemas postergados desde 2001: los holdouts (US$ 24.000 millones más los intereses), la deuda en default con el Club de París (unos US$ 7000 millones). No hay marco regulatorio para gas, electricidad, transportes, teléfonos, y las tarifas han estado congeladas, parcial o totalmente, sin necesidad, demasiado tiempo. Las empresas respectivas no han podido funcionar bien al no poder cubrir sus costos, y ya algunas están entrando otra vez en default por falta de realidad en los precios fijados por el Estado o falta de pago de los subsidios.

Pero el tema central es el gran aumento del gasto público consolidado (Nación, provincias, municipios, fondos fiduciarios, cupón del PBI): en 2003 era de US$ 28.000 millones, una mochila soportable para las espaldas del sector productivo, que así caminaba rápido y crecía al 9% anual. Pero la extracción de recursos para pasar esa capacidad de gasto al sector público ahora ya llegó a US$ 125.000 millones. Esto está agobiando al sector productivo, lo está estancando. Creció el gasto tanto en el número de empleados como en sueldos, en subsidios al consumo y a las nuevas empresas estatales y en el número de jubilados. Aumentó también el gasto en obras públicas, y esto es bueno.

¿Cuánto era el gasto total en 2003? Alrededor del 25% del PBI. ¿Cuánto fue en 2009? Llegó al 43%, un nivel impresionante y encima muy ineficientemente usado: no andan bien la seguridad, la salud, la educación, la justicia.

Si el Gobierno no logra financiarse con deuda en el mercado internacional, habrá que recurrir al impuesto inflacionario, y eso no es bueno. ¿Cómo podemos regularizar el gasto a cifras financiables? Es la gran pregunta para 2010. Si la respuesta no es la adecuada, podemos entrar en la W, una crisis después de la recuperación.

El autor es economista, socio de la consultora OJF y Asoc.