Apalancadas en el boom que vive el vino argentino en el mundo, las más de 400 bodegas exportadoras que hoy en día operan en el país, durante los últimos años vienen logrando tasas de crecimiento interesantes en todos los niveles: volumen, facturación y hasta ampliación del portfolio de productos.
Al respecto, Javier Merino, gerente de la consultora especializada Area del Vino, fue contundente al respecto: “Cuando salimos de la crisis tras dejar la convertibilidad, nacieron nuevas bodegas. Esto permitió que pasáramos de un mercado de exportación conformado por apenas 700 marcas a uno de más de 2.170”.
Considerando que por marca hay un promedio de 3 variedades distintas –es decir, diferentes tipos de uvas o blends- esto arroja la friolera de 6.500 etiquetas argentinas que, año tras año, salen a la conquista de los mercados internacionales.
Según el experto, esta diversificación se logró tanto por la ampliación de la cartera de productos como por el surgimiento de nuevas empresas.
Al respecto, un dato revelador es que, entre 2002 y 2009, mientras que la cantidad de bodegas creció cerca de un 50%, el número de marcas se incrementó un 200 por ciento.
En este sentido, Merino hizo hincapié en las grandes diferencias que hay con el principal competidor de la Argentina, Chile, “que tiene muchas menos bodegas, el negocio está más concentrado y, al haber marcas más maduras, no se ve tanta entrada de nuevos actores”.
A lo largo de 2009, las bodegas argentinas lograron exportaciones de vino embotellado por más de 553 millones, lo que implicó un alza del 10% respecto al año anterior, mientras que en volúmenes la suba fue del 8 por ciento.
En este contexto, Merino sostuvo que “mientras muchos países sufrieron la crisis y no crecieron, la Argentina fue uno de los pocos actores del mundo vitivinícola que supo aprovechar el nuevo escenario”.
Y si bien estas interesantes tasas de crecimiento se lograron a partir de la suma de las partes, es decir, donde el más mínimo engranaje fue clave en la inmensa maquinaria del negocio del vino argentino, lo cierto es que apenas 30 marcas concentraron el 40% del total de los envíos al mundo del 2009.
Según un relevamiento de Area del Vino, el ranking lo lideró Fuzion, un vino de Bodega Familia Zuccardi que generó ventas al exterior por más de u$s20 millones a partir de un volumen de 1 millón de cajas.
Merino destacó que la principal novedad, es que, “por primera vez en su historia, esta marca se puso al tope del ranking”.
Ana Amitrano, gerente comercial de Bodega Familia Zuccardi, resaltó que Fuzion “es un rango de vinos exclusivos de exportación” y que “está compuesto por tres categorías: varietales, bivarietales y la línea denominada Alta, que corresponde a un segmento de tipo reserva”.
En lo que respecta a los descriptores, explicó que “en todos los casos son vinos intensos, frutados, con taninos suaves, complejos y elegantes”.
En el caso de Fuzion Alta, las variedades son Torrontés-Pinot Grigio, Syrah Rosé y Malbec Reserva. Para la línea de varietales, producen Chardonnay, Malbec y Tempranillo. Por último, en el caso de los bivarietales, las opciones son Chenín-Chardonnay, Chenín-Torrontés, Syrah–Malbec y Tempranillo-Malbec
Los mismos se exportan a varios mercados de Europa, América y Asia. Los más destacados son Canadá, Reino Unido, Holanda, Polonia, Japón y China.
Consultada sobre las razones por las cuales esta marca logró ser la más exportada de la Argentina, destacó que los vinos “Fuzion tienen un estilo que representa muy bien a los vinos argentinos ya que tienen una excelente relación calidad-precio y ofrecen una diversidad muy interesante”.
Además, agregó que el liderazgo “es el resultado de un trabajo muy intenso que realizamos en el mercado externo. Empezamos a exportar en 1991 cuando el vino argentino era prácticamente desconocido fuera de nuestras fronteras. Esa condición de pionera la potenciamos a lo largo del tiempo con un gran trabajo que privilegia la calidad y con una intensa labor comercial, tanto nuestra como de nuestros distribuidores en los cinco continentes”.
”Todo esto nos ha permitido convertirnos en la bodega argentina que más ha crecido en exportaciones en los últimos años. De hecho, en el 2009 registramos un incremento del 56%”, comentó Amitrano.
Trivento: la bodega que llega a un centenar de países
El segundo lugar correspondió a la bodega mendocina Trivento, con la línea que lleva su mismo nombre, tras lograr ventas al mundo por un valor superior a los u$s14 millones y un volumen cercano a las 570 mil cajas de 12 botellas.
La compañía también coló su Pampas del Sur en el puesto 15, que le reportó ingresos por u$s5 millones.
Cabe destacar que la bodega recientemente recibió el trofeo al “Mejor productor de vinos de Argentina”, un reconocimiento que cada año se entrega en el marco de la Internacional Wine & Spirtis Competition del Reino Unido. En esa misma competencia, presentó 22 vinos, de los cuales 18 fueron premiados.
En diálogo con este medio, Leandro Bastías, gerente de exportaciones de Trivento, explicó que “la razón por la que estamos entre los líderes es porque tenemos productos que tienen los atributos necesarios para competir con vinos de todos los orígenes, tanto del Nuevo como del Viejo Mundo”.
Al respecto, señaló que “el punto más relevante es el fuerte compromiso con la calidad, respaldado en un equipo de enólogos y agrónomos muy capacitados, que constantemente están investigando nuevas áreas y terruños. Esto lleva a que logremos importantes reconocimientos en concursos internacionales y revistas especializadas”.
Como segundo punto, el experto destacó “el fuerte trabajo que venimos haciendo en cada uno de los 100 países donde estamos presentes”.
Al respecto, Bastías aseguró que “somos la bodega que llega a la mayor cantidad de mercados en todo el mundo. Esto se logra realizando un estudio al más mínimo detalle, donde los profesionales que trabajan en exportaciones se convierten en expertos sobre cada uno de ellos”.
Actualmente, los principales destinos a los que llega Trivento son Dinamarca, donde envían el 17% de sus exportaciones; EE.UU., con un 8,5% y Finlandia, con un 7 por ciento. Esta es una clara diferencia con algunas otras bodegas, donde un destino puede llegar a representar fácilmente la mitad de sus envíos.
Sobre este punto, Bastías destacó que “ningún mercado representa más del 17%, lo cual hace que sea una situación absolutamente saludable, ya que este mix nos permite amortiguar cualquier sobresalto en las ventas al exterior de la bodega si sucede algo puntual en algún país”.
En el tercer y cuarto lugar se ubicó Catena Zapata, con sus líneas Catena y Alamos, que le reportaron a la bodega ingresos conjuntos por u$s25 millones.
Desde la compañía explicaron a este medio que “somos la bodega número uno en EE.UU. porque desde 1992 estamos presentes en ese país, mucho antes que muchos de nuestros competidores. Además, Nicolás Catena fue el primero en tratar de ubicar al vino argentino en una franja alta de precios”.
“Este liderazgo está relacionado con la filosofía de la bodega. El modelo histórico de producción en la Argentina fue hacer grandes cantidades para abastecer al mercado. Desde Catena, hace 25 años se trató de cambiar este modelo. El objetivo fue demostrar que en Mendoza se podían hacer vinos de alta calidad y que pudieran competir internacionalmente”.
Al respecto, Merino aseguró que “el Alamos es un vino que está en franca expansión”.
Según el experto, la asociación de Catena con E&J Gallo, la segunda bodega productora y comercializadora de vinos en los Estados Unidos, que le distribuye este vino en todo el país del norte, “va a provocar seguramente un salto de las exportaciones”.
El caso Norton
Dentro del top ten también se ubicó el vino Norton, de la bodega homónima que, además, logró posicionar a su Norton Reserva en el escalón 19.
El primero de ellos se comercializa en las góndolas de los EE.UU. en un rango que va de los u$s9 a los u$s10, mientras que el segundo se ubica entre los u$s15 y los 18 dólares.
Actualmente, la bodega exporta el 40% de su producción a más de 60 mercados, entre los que se encuentran países exóticos como Santa Lucía, Trinidad o Angola.
Además, están embarcados en un plan para afianzarse en Asia. Allí están presentes en territorios como Taiwán, Singapur, Corea y Japón, donde están teniendo una excelente recepción los espumantes.
En diálogo con este medio, Alejandro Panighini, gerente de exportaciones de la compañía, destacó que “nuestra bodega es una de las marcas más reconocidas en el exterior, especialmente en EE.UU. donde, si evaluamos el total de productos, actualmente somos la segunda bodega argentina con mayor market share”.
Según el experto, la verdadera conquista de los mercados internacionales comenzó “a fines de los ochenta, cuando Norton fue adquirida por Gertnot Langes-Swarovski. Su hijo comenzó a gerenciar la empresa y le dio una mirada mucho más global. Se hicieron fuertes inversiones y esto la posicionó, a nivel competitividad, a la altura de las mejores bodegas del mundo”.
“Esto se fue profundizando a través de los años y, para cuando comenzó el boom exportador pasada la primera mitad de los ´90, la bodega estaba en una situación sólida”, explicó Panighini.
Al respecto, el responsable de las ventas de Norton al mundo destacó que “el hecho de haber comenzado hace varios años y mantener una línea de trabajo y una calidad constante, se convirtió en el activo más grande”.
Panighini agregó que “una de las claves también fue ofrecer un portfolio bien diversificado, que les permite a los consumidores de afuera encontrar opciones que van de los 10 a los 100 dólares, con un acento puesto en la relación precio/calidad”.
En cuanto a las variedades más exportadas, explicó que, “como estamos en Luján de Cuyo, nuestro fuerte está en el Malbec”. Sin embargo, aseguró que “también estamos creciendo mucho con el Torrontés, que tiene un potencial muy grande”.
Las más caras
Por último, un dato a destacar del relevamiento -realizado por Ana Tagua, de Area del Vino-, es que, de las 30 marcas argentinas que más facturaron vino embotellado al exterior, las que vendieron con mayor precio promedio por caja fueron Terrazas Reserva (u$s69), Clos de los Siete (u$s67), Catena (u$s66) y Luigi Bosca Reserva (u$s60).
Perspectivas
De cara al futuro, Merino explicó que “la Argentina sigue mostrando cifras fuertes” en lo que es vino embotellado.
“En 2009 crecimos básicamente quitándole market share a los principales competidores. Es difícil pensar que la tasa de expansión seguirá basándose en ganarle mercado a otros países. Igualmente, creemos que hay bastante margen para seguir aumentando exportaciones”, agregó el experto.
En esta línea, desde Zuccardi aseguraron que las proyecciones para la bodega “son muy buenas”.
“Buscaremos consolidar todo lo logrado en el 2009, en los mercados donde hemos obtenido el mayor crecimiento, tales como Canadá y Estados Unidos. También estamos apuntando a incorporar nuevos destinos, tanto en Europa como en Asia”, destacaron.
También tienen buenas perspectivas en Norton: “En 2009 la industria cerró con un 9% de crecimiento de las exportaciones y nosotros estuvimos por debajo. Pero hoy, al mes de abril, estamos un 50% por encima del año pasado”.
Por su parte, desde Trivento destacaron que “para el 2010 estamos esperando un crecimiento en volumen de no menos del 20%. Hay signos de recuperación en muchos mercados. Somos muy optimistas”.
