Tras el cruce verbal entre industriales argentinos y brasileños, el miércoles habrá un encuentro en Buenos Aires y estará encabezado por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, por la Casa Rosada y el vicecanciller, Samuel Pinheiro, por el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva.
La relación comercial bilateral se encuentra en uno de los momentos más difíciles de los últimos diez años, aunque desde ambos frentes buscan quitarle envergadura a la situación para que no se agrave.
Uno de los principales ejes de discusión serán las licencias no automáticas establecidas por la Argentina para el ingreso de productos extranjeros, que afectó a las mercaderías brasileñas.
Y otra de las cuestiones centrales será la advertencia que Brasil hizo sobre una posible denuncia a la Argentina ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por “proteccionismo”.
Chiaradía y Pinheiro conformaron un equipo de trabajo bilateral cuando se reunieron en Brasilia, el 17 de febrero pasado, que buscará encontrar soluciones sin afectar las economías de uno y otro lado de la frontera.
La semana pasada, el Gobierno de Cristina Kirchner publicó en el Boletín Oficial la imposición de nuevas licencias de importación no automática para 58 posiciones arancelarias que afecta a textiles, productos metalúrgicos y artefactos para el hogar.
Los industriales brasileños se mostraron flexibles y comunicaron que estarían dispuestos a reducir sus exportaciones a la Argentina para solucionar el conflicto.
La poderosa Federación de Industriales de San Pablo (Fiesp) dijo que “es mejor (la reducción voluntaria de ventas) que las medidas” que aplica el Gobierno argentino.
La impresión que tienen las cámaras empresarias de ambos países estima que el gobierno argentino continuará con la aplicación de licencias no automáticas hasta que se negocien cupos a la entrada de productos que perjudican a la industria local en medio de la crisis.
En febrero último, el superávit comercial de Brasil con la Argentina cayó a u$s24 millones y el primer bimestre del año cerró con un saldo negativo de u$s59 millones para la Argentina, lejos del promedio de u$s300 millones para el mismo período de los últimos años.
El mes pasado las empresas argentinas colocaron en Brasil productos por u$s667 millones, reflejando una baja interanual de 41,8%, las exportaciones brasileñas hacia nuestro país fueron de 690 millones y cayeron 47,7 por ciento.
