El mercado de autos de marcas premium no para de crecer en la Argentina: aumentó a un ritmo del 25% anual en el último trienio y las 10.000 unidades que se patentarán este año permitirán que el segmento logre representar el 2% del total de los vehículos que se venden en el país.
En medio de este contexto, con una estimación de ventas para 2008 de 3500 unidades, la automotriz alemana Audi logró posicionarse por séptimo año consecutivo en el primer lugar del podio, seguida por las también germanas Mercedes-Benz y BMW.
Conrado Wittstatt, gerente general de Audi en la Argentina, destacó la importancia que suma cada año el nicho premium en el país y subrayó las características que colaboran para que su empresa se ubique primera en ventas. “Contamos con una alta tecnología y tenemos una gran flexibilidad para ofrecer diferentes productos según lo que el mercado requiere en cada momento”, comentó a LA NACION.
En el momento de hablar sobre qué es lo que reclama el comprador argentino de estos autos de lujo, el empresario indicó que el usuario local es muy exigente y pide siempre lo mejor, no sólo en lo que se refiere al vehículo, sino también en la atención del concesionario, el asesoramiento durante la venta o la puntual entrega del producto.
“Desde Audi trabajamos para satisfacer esas necesidades, con inversión en nuestros concesionarios y en tecnología y con la generación de actividades de contacto con los clientes, como el Audi Lounge o el centro de entrenamiento en el autódromo de la ciudad de Buenos Aires, que permite probar los autos en situaciones extremas y aprender a dominar toda su tecnología”, señaló.
En tanto, del mismo modo en que afectó al mercado de autos generalistas, el conflicto del campo también provocó cierta desaceleración en el sector premium. Audi, que lleva poco más de 10 años de presencia en el país y que crece a un ritmo del 25% anual, registró una caída en sus ventas del 8% en junio, respecto de mayo.
Pero según el ejecutivo, el conflicto agrario es coyuntural y tuvo un impacto muy bajo. “Nosotros venimos con una inercia muy fuerte de pedidos y el parate sólo se notó un poco en junio. De todos modos, atribuimos la caída más que a problemas de demanda a cuestiones de logística causadas por los cortes de rutas.”
En cuanto a la evolución del segmento, Wittstatt dijo que todavía hay en el país un alto potencial de crecimiento y que lo que se necesita para su concreción es previsibilidad en el mediano y largo plazo. “Unas pocas décimas de aumento significan mucho en términos de unidades vendidas; por eso, creo que llegar a un 2,5% del mercado sería un gran logro.”
Además, según señaló, “algo que ayuda al sector es que el precio de los autos de lujo tuvo muy poco aumento en los últimos cinco años, a diferencia de lo que sucedió con los generalistas”. No obstante este optimismo, aún falta mucho para alcanzar a países como Alemania, donde el sector premium representa el 50% del mercado, o España, donde ese porcentaje es del 20%. En este sentido, la Argentina está más cerca de Chile o México, donde esa cifra es de alrededor del dos por ciento.
Pago al contado
En cuanto a la forma de pago, este mercado no se caracteriza por el uso de financiación bancaria y la mayoría de las operaciones se concretan mediante el pago al contado. Ahora hay una creciente demanda de operaciones de leasing , orientado principalmente a empresas, pero la suba de tasa de las últimas semanas atentan contra el negocio de la financiación prendaria.
¿Cuál es el tamaño preferido de los argentinos en este tipo de autos? “Los compradores locales se adaptan mejor a los vehículos chicos, a diferencia de lo que pasa en el resto de la región, donde los que más se venden son los grandes”, respondió Wittstatt.
Los Audi que se comercializan en el país son todos fabricados en Alemania. Consultado sobre la posibilidad de instalar una fábrica aquí, experiencia que sólo duró un tiempo en Brasil, el representante de la firma dijo: “Sería muy difícil encarar hoy ese proyecto, debido a que aún el volumen de ventas no alcanza como para sustentar una inversión de esa envergadura”.
La firma ofrece en el país el A3, el A4, el A5, el A6 y el A8, el All Road, el Q7 y el Audi TT. “El último que lanzamos es el nuevo A4, que se adaptó muy bien a las necesidades de los usuarios locales. En la familia del A4 uno puede encontrar el auto de sus sueños en un precio que va desde los 45.000 hasta los 85.000 dólares”, acotó Wittstatt.
En lo que va del año, la automotriz lanzó el nuevo A4, el A5 y el Q7 V8 4.2 TDI, el vehículo más poderoso del segmento con 326 caballos de fuerza. Y, según adelantó el empresario, a fines de este año presentarán la versión Advance del A4, y en el verano de 2009 harán lo mismo con el S4.
Ahora, la firma se trazó el objetivo de adaptar sus concesionarios a un mercado cada vez más amplio, que requiere mayor capacidad de exhibición y servicios técnicos más sofisticados.
