El final de Blockbuster, sin dudas la cadena de alquiler de películas más famosa del mundo, podría estar más cerca de lo pensado.
Si bien desde hace tiempo en el mercado se habla sobre la posibilidad de que la firma cierre sus puertas, ayer apareció un fundamento más que concreto. A través de un documento enviado a la Comisión de Valores de los Estados Unidos, la firma aseguró que, en caso de no conseguir saldar sus deudas, se deberá declarar en insolvencia y presentar un pedido de protección por bancarrota.
“Si no somos capaces de implementar con éxito nuestras estrategias operativas de negocios, si no somos capaces de llegar a acuerdos con nuestros acreedores para reestructurar una porción suficiente de nuestra deuda o si los grandes estudios endurecen o eliminan las condiciones de crédito, tendremos que tomar medidas con arreglo al Código de Quiebras de los Estados Unidos”, dijo Blockbuster a través del comunicado.
Al 3 de enero último, la deuda de la cadena tocaba los u$s 975 millones. En tanto, cerró 2009 con pérdidas netas por u$s 558 millones, un 55% por encima de lo que había registrado en 2008.
En la Argentina, las complicaciones a las que debe hacer frente la empresa ya se sienten.
Arrancó 2010 con el cierre de la única tienda que tenía en la provincia de Mendoza, lo que para muchos es sinónimo de su retirada definitiva del mercado local, adonde llegó en 1994.
Desde aquel entonces, cuando la piratería, –argumento central que esgrimen los dueños de la empresa– casi no hacía ruido, mostró un nivel de expansión que le permitió contar con 85 locales repartidos entre Capital Federal, la provincia de Buenos Aires, Bariloche, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza, Neuquén, Rosario y Salta. Llegó a facturar $ 80 millones al año.
Como símbolo de este retroceso, cabe destacar que ya se despidió de mercado como España, Perú y Ecuador, en tanto que en septiembre de 2009 la casa matriz anunció un recorte de 1000 locales en todo el mundo.
A mediados del año pasado el escenario en la Argentina era otro. Había diseñado un plan de reconversión del negocio para intentar sobrevivir, que incluía enfocarse más en la venta de títulos por catálogo e incrementar su estrategia de comercialización de alimentos. También planeaba la apertura de unos 20 nuevos locales por año con el objetivo de llegar a 200 en 2015.
