La cadena ya no alquila ni vende videos, adeuda dos meses de salarios a sus trabajadores y está en cesación de pago con sus proveedores que decidieron dejar de venderle mercadería.
La crónica de un final muchas veces anunciado parece haber escrito por estos días su último capítulo: Blockbuster ya no vende ni alquila más películas en la Argentina. De sus 34 locales que tenía la cadena, 18 ya cerraron sus puertas y el resto está tomado por el personal que reclama el pago de salarios atrasados y que desde las oficinas centrales se les comunique cuál será el futuro de la firma en la Argentina.
La filial local venía atravesando una crisis desde hace varios años afectada por el crecimiento de la piratería y la competencia desleal. Pero los problemas se agudizaron desde septiembre, cuando entró en default su casa matriz en Estados Unidos. Esto provocó que se cortara el financiamiento que desde 2007 venía recibiendo la filial para sostener la operación local y que le aseguraban su existencia mas allá de las pérdidas.
Según pudo comprobar El Cronista, en los últimos dos meses la compañía cerró por lo menos 18 locales, dejó de pagar el alquiler de los otros 16, acumula una gran cantidad de cheques rechazados, le debe dos meses de sueldos a sus 300 empleados y se encuentra en cesación de pagos con sus proveedores que optaron por no seguir entregando mercadería, afectados por una deuda superior a los $ 3 millones.
Ante semejante panorama, en el mercado se espera que también en el país Blockbuster solicite la apertura de su concurso preventivo de acreedores para encarar una salida ordenada del país que hasta ahora se viene sucediendo de una forma más que desprolija.
Si bien en el Ministerio de Trabajo se abrió una negociación entre los trabajadores y los representantes de la compañía, esta instancia tampoco ha avanzado. De hecho, desde el Sindicato de Empleados de Comercio no esperan que la historia se cierre con un final feliz teniendo en cuenta que la compañía acaba de enviarle telegramas de despido a todo su personal. Y mediante carta documento, intimó a devolver las llaves de los locales que permanecen tomados.
En las oficinas centrales de Blockbuster nadie atendió las insistentes llamadas de este medio. Un contestador automático fue ayer la única respuesta durante toda la tarde.
Por su parte, voceros de la Unión Argentina de Videoeditores (UAV) informaron haber enviado el viernes pasado una carta a la embajadora de Estados Unidos en la Argentina, Vilma Martínez, para que interceda en el conflicto, aunque también reconocieron no haber tenido hasta ahora ninguna respuesta.
“La desprolijidad con la que se están manejando genera mucha incertidumbre sobre lo que quieren hacer en la Argentina, al punto debimos recurrir a la embajada para buscar que la diplomacia interceda en este tema”, aseguró Daniel Parise, vicepresidente de la UAV.
El empresario recordó que “en los otros países de donde se fue lo hizo de manera ordenada; acá demuestran una enorme falta de consideración con sus empleados y con los proveedores que venimos trabajando con ellos desde hace 20 años”.
Por su parte, desde el local de Blockbuster de Caballito, aseguraron que mantendrán la toma hasta recibir alguna respuesta de parte de la compañía. “Dicen no tener dinero para pagar los salarios pero tampoco concurren a las reuniones en el Ministerio de Trabajo”, sostuvieron los empleados ante El Cronista.
La misma situación de incertidumbre se vive en las sucursales de Avellaneda, Quilmes, Lomas de Zamora, Lanús, Villa Pueyrredón, Villa Luro, Villa Crespo, San Isidro y Vicente López. Así como en los locales de Blockbuster de Neuquén, Salta y Rosario.
