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Calvicie: uno de los principales problemas en la estética actual

Diversas transformaciones se han producido a lo largo del tiempo, entre ellas los cambios en el estilo de vida. Anteriormente, el estar bien se asociaba a actividades espirituales, hoy se sobrevalora el aspecto físico y el estar bien se vincula a la belleza corporal.

En ese contexto, se observa una creciente preocupación por el cuidado estético del cabello: se estima que en 2008 más de 810 mil personas se realizaron algún tipo de tratamiento capilar (médico o quirúrgico) en algún lugar del mundo, lo que significó un crecimiento de 26% respecto a las cifras de dos años antes. De ese total, casi un 85% eran pacientes hombres, destacándose el grupo de los de 30 años de edad en promedio con el 32% de ese total. En tanto, el 15 % eran mujeres con un tercio de las pacientes de 40 años en promedio.

El auge en tratamientos capilares ha estado acompañado y motorizado a su vez por el gran progreso experimentado en el campo de la cirugía capilar en los últimos 15 años, donde se destaca la técnica FUE de injerto capilar con extracción individual de los folículos capilares. En este sentido es importante distinguir las causas de la pérdida del cabello y el patrón de calvicie ya que no todos los calvos son candidatos a una intervención quirúrgica así como algunos pelados no encontrarían solución a su calvicie sólo con un tratamiento médico.

En efecto, la caída del cabello pueden estar asociada a diferentes causas temporales (problemas de tiroides, infecciones, stress, anemia, exceso de cosméticos, quimioterapia etc.) por lo que una vez superada esa situación comienza la renovación capilar. A su vez existen algunos factores perjudiciales que pueden generar una pérdida temporal de cabello o impactar en la calidad (textura, luminosidad, etc.):

Extensión del cabello: es más probable que se dañe el cabello largo que el corto por lo que los pacientes con pérdida capilar deberían elegir esta segunda opción para mejorar el aspecto del mismo apelando también a productos cosméticos adecuados.

Peinado: El acicalado del pelo es un ritual diario que pude causar daño y pérdida de cabello. Por ejemplo el uso frecuente y en el mismo sitio de hebillas, broches, gomitas quiebra el cabello por lo que se aconseja preferir los que sean acolchados en la parte de contacto con el pelo y que tengan un sistema de sujeción no excesivamente rígido. Asimismo, no es aconsejable un cepillado prolongado cuando el cabello está mojado ya que es más elástico y propenso a resquebrajarse. Es importante también que tanto el peine como el cepillo sean de materiales flexibles que se deslicen sobre el pelo para reducir al mínimo la fractura de los filamentos.

Corte y tratamientos: El cabello debe ser cortado con tijeras afiladas para evitar que se dañen las puntas y se dividan en los extremos. En cuanto a los tratamientos para mejorar la apariencia (coloración, decoloración, fijación, permanentes, alisados) hay que considerar que cuanto menos se le haga al cabello más sano se mantendrá. Una regla básica para teñir el pelo consiste en mantener el color del pelo no más de tres tonos por encima o debajo del color natural, y respecto de los productos de fijación hay que preferir los que permiten cierta flexibilidad del tallo capilar.

Otra situación es la que viven las personas que tienen alopecia androgenética, calvicie trasmitida de los padres a los hijos y que tiene una raíz genética y cuyo tratamiento suele ser una combinación de médico y quirúrgico aunque cada caso es único y dependiendo de la edad, sexo, extensión de la pérdida capilar y el tipo de cabello se definirá qué tipo de abordaje realizar.

Para estas personas los avances tecnológicos en cirugía capilar con la técnica FUE les ofrecen una solución conveniente ya que se trata de una cirugía menor, sin padecimientos y con un rápido postoperatorio debido a la extracción individual de folículos capilares a ser trasplantados evitando cicatrices.