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Cayeron las ventas por el Día del Padre

Los signos de desaceleración de la economía argentina derivados del conflicto del Gobierno con el campo y la creciente inflación empiezan ya a propagarse en diversos sectores. Como muestra, bastaron ayer los registros de ventas del Día del Padre, en ininterrumpido ascenso durante los últimos años.

El relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que conduce Osvaldo Cornide, señala que esta vez las ventas cayeron un 9,9% en relación con el Día del Padre del año pasado.

En un trabajo difundido ayer a los medios, CAME enumera las posibles razones de la reducción en la actividad. “El clima de incertidumbre económica que desató la disputa entre el Gobierno y el campo, el desabastecimiento de combustibles y los conflictos en las rutas impactaron fuerte sobre las ventas por el Día del Padre”, dice el texto, que es categórico en cuanto al alcance de la tendencia: “Ningún rubro, siquiera electrodomésticos, pudo escapar de esa tendencia, que fue mucho más marcada en las provincias que conforman el núcleo del conflicto, como Entre Ríos, Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires y Córdoba”.

Así, cayeron las ventas de artículos deportivos (-15%), calzado (-15%), artículos para el hogar y para uso personal (-12%), CD y cassettes (-10%), herramientas (-14%), indumentaria (-10%), joyería y relojería (-17%), marroquinería (-10%), regalerías (-14%), restaurantes (-14%) y vinos y Licores (-8%). Sólo se mantuvieron en el mismo nivel las ventas de tres rubros: accesorios para computación, librería y perfumería. No hubo, en tanto, repunte de actividad en ningún sector.

“Hay ciudades donde las ventas se mantuvieron paralizadas durante todo el mes -dijo CAME-, y el Día del Padre no pudo revertir esa situación. Se vendió poco y mayormente productos de bajo valor, lo que impactó en que los montos de facturación también acusaran una caída, que llegó a ser mayor que la que registraron las cantidades vendidas.”

La cámara afirma que los comercios esperaban un repunte en las ventas este año, algo que se vio frustrado, principalmente, en las ciudades cercanas al conflicto entre el Gobierno y el agro.

Las circunstancias afectaron más que nada a los sectores de bajos ingresos. “A diferencia de años anteriores, el público se limitó a llevar un solo regalo y evitar comprar productos que no tuvieran que ver con la ocasión. Los segmentos de ingresos más afectados fueron los estratos bajos, medio y medio alto. Sólo escaparon a la caída general los negocios que tienen un público de alto poder adquisitivo, donde las ventas fueron más dinámicas”, señaló el informe.

“Se compró poco con efectivo -continuó-, y en la medida en que los disponibles lo permitieron, la mayor parte de las ventas se realizó con créditos. Hubo más rebotes de tarjetas que lo habitual por la falta de disponible, lo que hizo perder ventas de mayor valor.”