Cellebrite, el desarrollador y proveedor líder de soluciones forenses para datos móviles, está introduciendo en Latinoamérica un nuevo miembro de la familia de dispositivos, Cellebrite Touch, que permite profesionalizar el comercio de smartphones usados e integrarlo a la cadena de negocios de las operadoras y vendedores de dispositivos móviles.
La solución también permite a los minoristas y los operadores recomprar el celular del usuario, transformando su valor en un bono para la adquisición de modelos más nuevos y recolocando los usados para la venta, como otra fuente de ingresos y atracción de clientes.
Prácticamente sin aprovechar en Latinoamérica (excepto por personas que hacen anuncios en redes sociales o en sitios de comercio informal) el nicho de celulares usados es considerado estratégico en Estados Unidos y Europa, debido principalmente al cambio rápido de los modelos promovidos por los fabricantes como Apple, Samsung, Blackberry y otros.
En las tiendas de usados en Inglaterra, un dispositivo iPhone 4S se puede encontrar por unos 180 euros, siendo el valor de uno más nuevo de 120. El Estados Unidos, la propia Apple implementó un sistema de cambio de iPhones nuevos por usados pagando hasta 200 dólares por los dispositivos en buen estado, en forma de bonificación para los compradores de versiones más nuevas.
Instalado en la tienda de telefonía móvil el Cellebrite Touch es capaz de eliminar cualquier rastro de los datos personales del usuario en la memoria del dispositivo que va a ser transmitido a una tercera persona. Al mismo tiempo, el dispositivo realiza un diagnóstico automático del funcionamiento del Smartphone usado, indicando los posibles defectos en cualquiera de sus componentes.
Marcos Moraes, Director de Cellebrite Latinoamérica comenta: “con esto, las empresas pueden conseguir finalmente la garantía de privacidad del usuario y estableces el precio estándar para los teléfonos celulares usados. Este tratamiento estandarizado es esencial para integrar el dispositivo móvil usado en la cadena minorista profesional”.
Además de evitar la compra de dispositivos con defectos, la solución de Cellebrite excluye los datos almacenados en los principales dispositivos de Blackberry, Android y iOS del mercado. “Nuestro sistema supera la inseguridad de muchos usuarios que, por temor a los riesgos de privacidad, prefieren mantener sus dispositivos inactivos en un cajón hasta su depreciación completa”, agrega Moraes.
También de acuerdo con el ejecutivo, el negocio de los aparatos usados es altamente prometedor en América Latina, donde la gente de las clases emergentes (o con menor exigencia de recursos) pueden ser atraídos en masa por dispositivos de “clase top”, en buen estado, con costos de sólo una fracción en relación a los caros lanzamientos.
Según las estimaciones de Cellebrite sólo el 20% de los jóvenes residentes en las comunidades de bajos ingresos en América Latina tienen un celular con características de un Smartphone. “El potencial para el segmento de usados es enorme si tenemos en cuenta que el 85% de estos jóvenes emplean algún tipo de celular, con gran predominio de los modelos básicos con valor mucho más bajo al de los modelos de la última temporada”.
En varios países de la región, Cellebrite ya está diseñando pilotos de recompra y reventa de usados con los operadores móviles y con numerosos distribuidores independientes de teléfonos móviles.
