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Cinco claves para invertir en tecnología

Muchas veces, ante la necesidad de realizar un desembolso importante en tecnología, los gerentes o empresarios se preguntan si podrán medir el retorno de la inversión que deben realizar. Para responder a este interrogante hay cinco claves o aspectos que deben tener en cuenta.

1). El costo total de la inversión a realizar, debe evaluarse analizando las consecuencias de la no inversión.

¿Qué puede pasar si se cae el sistema? ¿Cuánto tiempo habria que invertir –y cuál sería su costo en horas/hombre, por ejemplo- si se pierde la información que se está operando? ¿Y si se tercerizan los equipos y su gestión? ¿Cuál seria en ese caso el costo en seguridad?
Este tipo de planteos pueden brindar – en forma estimada- un indicador de precio, como para saber si es razonable realizar la inversión.

2) Desviación en el precio final. Muchas veces, para el desarrollo del proyecto se plantea una estimación de horas de trabajo, que como todo cálculo puede variar. Pero si el cálculo está mal realizado las desviaciones pueden ser muy importantes, afectando enormemente las previsiones. Es importante realizar una evaluación lo más ajustada posible, y prever las posibles desviaciones en el precio.

3) Analizar el costo en RRHH internos que tendrá la implementación.
Sabemos que para una implementación eficaz es fundamental contar con recursos humanos internos dedicados al proyecto. Pero esto puede afectar el funcionamiento de toda la organización, por lo que estas asignaciones deben ser altamente efectivas. Hay ocasiones en las que se pueden adaptar circuitos o realizar una simple parametrización, para la que no es necesario inventar soluciones nuevas o realizar adaptaciones costosas.

4) No utilizar el precio como un elemento esencial de negociación. En relación a las tecnologías de información, la confianza en el proveedor es un valor esencial. Si hay una negociación que termina forzando un precio demasiado bajo, se corre el riesgo de perjudicar la relación laboral con alguien que debe ser un aliado estratégico. Para esto es importante estimar desde el comienzo un rango de precios en el que moverse, descartando los muy altos o muy bajos en relación al parámetro establecido.

5) Finalmente, es importante evaluar el “riesgo proveedor”. En general se cree que las empresas multinacionales de hardware y software ofrecen una mayor garantía de continuidad que un proveedor local. Pero esto no necesariamente es así. Hay dos factores a tener en cuenta:
muchas grandes compañías se fusionan –o una es adquirida por la otra-
de manera que a veces, nuestro software pasa a ser la “segunda
marca”, o incluso la tercera de una gran empresa. Por ese motivo el cliente pasa a ser un rehén en cuanto a servicios y evolución de producto.

En segundo lugar, estos ERPs dependen de un implantador local, que en definitiva es quien determinará el éxito del proyecto. Por lo tanto, al adquirir un sistema genérico se le debe sumar el costo de adaptación a las necesidades puntuales, y todo esto sobre un producto que no es realmente controlado por el proveedor.

La otra opción es adquirir una solución “a medida” de un proveedor local, en la que el precio puede ser más adecuado, y el costo mucho menor.