Inicio Empresas y Negocios Coface anuncia una recuperación moderada para Oriente Medio y Norte de África

Coface anuncia una recuperación moderada para Oriente Medio y Norte de África

Coface, el grupo francés líder en seguros de crédito y servicios financieros, informó que las previsiones de crecimiento de la región para el 2010 se han revisado al alza a razón de un 4% en comparación con el 3,8% anterior y el 1,6% registrado en 2009. La recuperación es progresiva en los países de la zona, y viene marcada por un aumento de las exportaciones debido a una mejor orientación de la demanda exterior, así como por la recuperación del precio de los hidrocarburos, que se estima en un 25% en comparación con las cifras registradas en 2009. También mejoran las remesas de la mano de obra emigrada y el turismo.

Por otro lado, en su mayor parte, los gobiernos fomentan políticas expansionistas para mantener la actividad. Las economías de la región han afrontado la crisis con cierta solidez tras haberse beneficiado de manera directa o indirecta de la expansión del sector petrolífero durante los años anteriores. No obstante, aunque en general los países exportadores de hidrocarburos presentan una situación financiera sólida, las políticas expansionistas debilitan las finanzas públicas de otros países de la zona, que registran un déficit presupuestario y una deuda pública elevada.

Así, las economías petrolíferas se recuperan progresivamente de la crisis, que les afectó directamente en 2009, debido al endurecimiento de las condiciones de financiación exterior, al descenso de la demanda mundial de hidrocarburos y del precio del barril. A pesar de las inquietudes procedentes de la zona euro, factores como el aumento de la demanda exterior de hidrocarburos, propiciado particularmente por el mercado chino, así como el aumento del precio del barril, favorecen una recuperación de la actividad en 2010 que beneficiará a las empresas.

De los países de la zona, Qatar registrará, sin duda, los mejores resultados, con una previsión de crecimiento del 18,5% vinculada al aumento de la producción de gas licuado. En Arabia Saudita, la primera potencia económica de la región, la tasa de crecimiento ha aumentado del 3,2 al 3,6% en comparación con el 0,1% registrado en 2009. Una mejor orientación de los ingresos del sector petrolífero afianza una política ampliamente expansionista que apoya la actividad al margen del petróleo, gracias al inicio de grandes obras en materia de infraestructuras. Tras el aumento de los salarios del sector público en 2009, el comercio se ha beneficiado del incremento de la confianza de las familias, gracias a la cual se ha registrado un descenso del ahorro y un aumento del gasto.

Por su parte, en los EAU, el crecimiento también se ha revisado al alza a razón de un 1,3% en comparación con el 0,6 anterior y el 0,7% registrado en 2009. El motor de dicho crecimiento es Abu Dhabi, cuya actividad se ha visto impulsada por el gasto público en materia de infraestructuras y la recuperación de la producción del petróleo. Por el contrario, este año Dubai permanecerá en periodo de recesión (-0,5%), debido al estancamiento de la actividad propiciado por su sobreendeudamiento y al prolongado descenso experimentado por el sector inmobiliario y el sector de la construcción.

Los sistemas bancarios de los países del Golfo, bien capitalizados y con buena rentabilidad, fueron apoyados en 2009 por sus gobiernos. No obstante, especialmente en los EAU, Kuwait y Bahrein, se han visto afectados por factores como la caída del sector inmobiliario, la ralentización económica y la crisis de la deuda de Dubai, así como por la quiebra de dos grandes grupos saudíes, Saad y Gosaibi, y el incumplimiento de pago de las sociedades de inversión kuwaitíes. Finalmente, la incertidumbre de los compradores cuasi-soberanos tras la moratoria solicitada por Dubai World, aumenta la prudencia de los bancos. En este contexto, el crédito se recupera lentamente ante la fragilidad de los bancos, lo que afecta negativamente a la inversión privada y el consumo de las familias.

En tanto, en Irán las previsiones estiman que el crecimiento se aproximará al 3%. El expansionismo presupuestario se ha visto afectado negativamente por el estancamiento de la producción de hidrocarburos propiciado por la falta de inversión, y el consumo de las familias ha sufrido un índice de inflación de más del 8%. La República islámica se acaba de ver afectada por nuevas sanciones de la ONU. Su aislamiento afecta negativamente a sus inversiones, así como al desarrollo de su capacidad de producción de petróleo y gas.

Así también, Argelia continúa su política de apoyo al crecimiento a través del gasto público con un nuevo programa de inversión pública para el periodo 2010/2014 que asciende a 280.000 millones de dólares. Se estima que la tasa de crecimiento ascenderá al 4,6%, cifra que podrá verse afectada negativamente por la debilidad de la demanda europea de gas, que será más acusada de lo previsto. Asimismo, las políticas restrictivas en materia de importaciones afectan negativamente a la actividad de las empresas y al consumo de las familias.

Por otra parte, los países importadores de petróleo, en general menos afectados por la crisis, se beneficiarán igualmente de un aumento de la demanda exterior y de las inversiones extranjeras directas (IED). En general, observamos en estos países una recuperación del turismo, junto con el regreso de la mano de obra emigrada (especialmente en los países del Golfo) y el aumento de las IED desde el segundo semestre de 2009.

Además, en Egipto, Marruecos y Túnez, la demanda interior continúa beneficiándose de las políticas de incentivo fiscal y de la inversión pública. El crecimiento se mantendrá en torno a un 5% en Egipto. El sector de la construcción experimenta una considerable expansión y los sectores manufacturero y de servicios (comercio, servicios financieros y servicios vinculados al turismo) registran sólidos índices de crecimiento. En Marruecos y Túnez, el índice de crecimiento se estima en un 3,3 y un 4% respectivamente. La tasa de crecimiento en Jordania, calculado en un 3,5%, estará muy por debajo de los niveles registrados en los años anteriores a la crisis. La recaída del boom de la construcción y las tensiones presupuestarias afectan negativamente a la actividad.

Por último, Israel, una de las primeras potencias económicas en recuperarse en 2009, podría registrar una tasa de crecimiento del 3,8%. Este país, que se beneficia de una mejor orientación de la demanda exterior, aunque muy dependiente de las exportaciones, podría verse afectado por la crisis de la zona euro.