Inicio Empresas y Negocios ¿Cómo resolverá el Banco Central el dilema del tipo de cambio?

¿Cómo resolverá el Banco Central el dilema del tipo de cambio?

Tal vez uno de los puntos más controversiales del actual “modelo económico” es el referido a la política cambiaria. Durante el año 2007 y hasta mediados del corriente año, Argentina fue uno de los pocos países de la región e incluso del mundo que no varió sustancialmente la paridad de su moneda, a diferencia de lo ocurrido por ejemplo en Chile o Brasil, donde se registraron notables apreciaciones.

Con el cambio de la situación internacional, la mayoría de los países modificó sustancialmente el tratamiento del tipo de cambio, pasando de políticas basadas en la revaluación a otras claramente devaluatorias. En este contexto, la evolución del tipo de cambio en Argentina fue mucho más acotado.

Un poco por lo realizado en años anteriores y también por las características de los ahorristas argentinos, que a diferencia de otros, tienen una marcada sensibilidad ante modificaciones de la paridad.

En lo que va del año el dólar se depreció en la Argentina un 8,5%, en tanto que el peso chileno superó el 27% y real brasileño lo hizo casi un 33 por ciento. Este desequilibrio genera mucho ruido en diferentes sectores de la economía que se suman a la siempre vigente discusión de ¿cual es el valor adecuado para la divisa?.

En líneas generales, ese nivel surge de la realidad y las necesidades macroeconómicas.

Según un informe de M&S Consultores, “una medición del tipo de cambio exclusivamente sobre la base de la competitividad sectorial y la economía real puede estar sesgada o, como mínimo, ser parcial. No engloba a toda la macroeconomía”.

Del mismo modo, una medición absolutamente financiera sobre la base del monto de la fuga de capitales también puede estar sesgada o ser parcial y no abarcar al conjunto de la economía. En síntesis, requiere un equilibrio integrador a nivel macro.

Para Carlos Melconian, socio de M&S, “el tipo de cambio es móvil en el tiempo. Cambia en función de las condiciones macroeconómicas locales e internacionales, especialmente de estas últimas. Una variable clave que lo define a mediano plazo son los términos de intercambio”.

¿Cuál es el tipo de cambio de “equilibrio” de Argentina?
Hay referencias históricas y referencias de la actualidad que sirven de guía. Para M&S, el actual valor del tipo de cambio en torno a $ 3,45 no cuaja con los principales determinantes que rigen hoy en el mundo y en la economía local: precio internacional de la soja, paridad con el real, valor del dólar en el mundo, magnitud de la dolarización de portafolios, tasa de inflación local, etc.

Fausto Spotorno de Orlando Ferreres y Asociados considera que ”el tipo de cambio es como un termómetro, que se puede distorsionar, pero al hacerlo, uno puede tener fiebre y no saberlo”.

El informe dirigido por Melconian fija el tipo de cambio de equilibrio por encima de los $4. Para ello se remite a datos de la historia reciente:

  • En la actualidad, el precio de la soja se ubica en torno a u$s300, con tendencia descendente. Apenas unos años atrás, cuando el precio de la soja era similar o menor, el tipo de cambio real de Argentina era más de $4.
  • El real en Brasil está en torno a 2,40 / 2,50. Cuando valía eso en 2005, el tipo de cambio real de Argentina era más de $4.
  • El dólar vale alrededor de 1,4 euros. Cuando valía eso en 2005 y 2006, el tipo de cambio real en Argentina era más de $4.
  • Hoy, la dolarización de portafolios está por arriba de u$s1.000 M por mes, pisada por los controles cambiarios. Es una cifra muy elevada, claramente por encima de los últimos años.
  • En 2005 y 2006 no hubo fuga de capitales y en 2007 se disparó unos meses después de la crisis de hipotecas en EE.UU.. Es un factor que presiona para arriba el tipo de cambio.
  • El único determinante que actualmente está presionando menos al tipo de cambio es la inflación. Durante los últimos años se aceleró y terminó de comerse el colchón cambiario que se traía desde 2002. La apreciación vía inflación de costos sigue pero en una cuantía menor

¿Cómo juega la soja en el actual esquema?
En las últimas semanas el mercado ha visto cómo desde la autoridad monetaria se manejó al tipo de cambio teniendo en cuenta, entre otras variables, al precio de la soja.

El mecanismo parece ser sencillo: la divisa se mueve en sentido inverso al precio de la oleaginosa, así cuando el “yuyito” sube, la divisa baja y viceversa.

Ricardo Delgado de Analytica considera que “hay una relación entre el dólar y la soja, otro de los elementos importantes es el seguimiento de las monedas de la región, especialmente las de Brasil y Chile que tuvieron fuertes variaciones”.

”La soja es, sin dudas un factor emblemático, representa cerca del 25% de las exportaciones y resulta racional que el organismo realice un seguimiento sobre el precio de la misma”.

Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres y Asociados dijo al respecto: “Hay una vinculación, entre el dólar y la soja. En este momento no tenemos entrada de capitales, solamente las exportaciones”.

Jorge Todesca de Finsoport explicó: “En su momento, parte del aumento de la soja, tuvo que ver claramente con la devaluación del dólar”.

El desafío futuro para la política cambiaria
El principal desafío que debe enfrentar la política cambiaria es como administrar la suba del tipo de cambio. Si la misma es gradual, se necesitan varios meses de deslizamiento para obtener algún resultado con el riesgo que la dolarización se realimente, los depósitos empiecen a caer porque pretenden una tasa de interés más alta y se pierdan reservas en el camino.

Si en cambio, el Banco Central optara por subirlo de golpe, se corre el riesgo de un shock inflacionario que asuste a los depositantes, junto con reclamos salariales y otras perturbaciones.

En este orden, la clave del ajuste lo dará la dinámica de los depósitos y también la oferta de divisas en el mercado cambiario.

Para Melconian, en las actuales circunstancias locales e internacionales, el tipo de cambio de Argentina va ineludiblemente camino a ubicarse en otro nivel, más alto que los $3,45 de hoy.

Los precios internacionales son más bajos, las monedas regionales están más débiles, el dólar en el mundo está más fuerte, subió la dolarización de portafolios local y la tasa de inflación acumulada en los últimos años se comió el colchón cambiario.

Ricardo Delgado de Analytica comentó al respecto que la idea de fondo es que “en 2009 el superávit comercial va a caer casi a la mitad llegando a los u$s6 mil millones, y significa una fuente de ingresos sustancialmente inferior que la de los últimos años para alimentar las reservas del Central”.

El director de Analytica agrega que ”la política tiene que tener en cuenta los servicio de deuda que serán de u$s 8.400 millones, que deben sumarse a un número incierto de dinero por la fuga de capitales motivada por la crisis. En este sentido, en los últimos 12 meses, contados hasta noviembre, se fugaron del país $26 mil millones”.

”Evidentemente, los precios internacionales también están mostrando una caída. Hay un proceso deflacionario en los últimos dos meses en los Estados Unidos”, agrega Delgado.

”Por estos motivos el Central se encuentra ante un dilema, debe tener en cuenta la fuga de capitales y preguntarse cómo defender las reservas ante la sensación de que el dólar está bajo. Por otra parte, si tiene una fuerte devaluación, podría tener una alto costo inflacionario”.

Para Spotorno, ”el camino que se puede tomar es, por un lado, dejar que se devalúe y que luego se ajuste solo, o bien aceptar la pérdida de reservas. Pero el control que se está llevando adelante en este momento, provoca una sangría de dólares. Lo que es evidente es que hay que tomar una decisión”.

“Básicamente, porque no se puede regular todo, y los incentivos son cada vez mayores. Cercaron todas las operaciones de cambio, y al cercar el mercado, están sobrecalentando las expectativas”, agrega el economista de OF.

Spotorno concluye afirmando que “hay toda una serie de factores que deben tenerse en cuenta también, hoy es muy difícil la compra de maquinarias, al punto que muchos de los que lo hicieron, no pueden afrontar los pagos porque el valor es en dólares”.

Para Todesca, el Banco Central va a empujar el peso para arriba como consigna general, en parte porque lo demanda la industria y otros sectores de la economía. “Creo que la idea es elevar el tipo de cambio, pero tiene que mantener las tasas porque hay un desplazamiento hacia el dólar”.

“Si bien el aumento del tipo de cambio tiene que ver con las retenciones, es muy importante recordar que también incide en los pagos en dólares de la deuda. Argentina tiene que afrontarlos en 2009 y, por cada diez centavos que de diferencia en el tipo de cambio, el gasto público varía en 700 millones de pesos”.

“Eso no ocurría en 2002 porque estábamos en default, pero ahora la deuda se está pagando y hay que recordar que el 40% está en dólares. En otras palabras, hay que tener en cuenta que son muchos los factores que intervienen en las decisiones que hay que tomar”, concluye Todesca.