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Cómo trabajar mejor con su jefe

Cuando uno facilita el trabajo del jefe aumenta su propio valor y valía en el lugar de trabajo. Los beneficios de una buena relación laboral con el jefe incluyen:

• Mayor influencia en su departamento y más allá
• Mejor nivel de recepción para sus preocupaciones y necesidades
• Relaciones de trabajo más fáciles y con menor grado de estrés
• Mejor “imagen” o reputación (uno se destaca de los otros empleados)
• Más apoyo para las aspiraciones de su carrera
• Un camino más corto hacia un aumento de sueldo

He aquí siete sugerencias para trabajar mejor con el jefe:

Aprenda a entender a su jefe como si fuera un cliente.
De la misma manera que lo haría con un cliente, descubra las esperanzas, deseos, preocupaciones, presiones, gustos, disgustos y demás de su jefe. Preste atención a lo que dice, lo que lo entusiasma, de qué se queja. Además, respete el valor del tiempo que le dedica cuando usted se lo pide y trate siempre de acomodar sus propias prioridades para apoyar las de él o ella.

Sepa qué espera su jefe de usted.
Pregúntele a su jefe qué quiere de usted en términos de desempeño.
Esto significa cuál nivel de desempeño se espera de usted y cómo debe hacerse el trabajo. Un ejemplo del “cómo” podría ser a través de la creación de relaciones positivas con otros departamentos. Al mismo tiempo, pregunte acerca del modo en que él o ella prefieren interactuar con usted (por ejemplo, ¿los informes se darán verbalmente o por escrito?)

Diga lo que usted necesita de su jefe.
La relación entre ustedes es de doble vía. Sus necesidades también deben ser escuchadas. Haga saber a su jefe qué clase de orientación desearía tener para hacer bien su trabajo. ¿Qué información necesita y en qué momento la necesita? ¿De qué manera preferiría recibir una devolución por lo que ha hecho?

Sea confiable, “alguien a quien recurrir”.
La mejor manera de establecer una “imagen” de confiabilidad es cumplir con sus objetivos de desempeño y los niveles de calidad del trabajo. En otras palabras, haga bien su trabajo – ¡siempre! La segunda manera es decir “sí” cuando se le pide que haga algo que está más allá y por encima de lo habitual, o cuando se piden voluntarios.

No aporte problemas solamente, también lleve soluciones.
Si usted no tiene la solución para un problema, organice una tormenta de ideas con sus compañeros de trabajo. Proponer soluciones demuestra que usted piensa y acepta compartir la responsabilidad de encontrar una respuesta. Los jefes toman nota de esto y lo agradecen mucho.

Exprese sus propias ideas, confiada y razonablemente.
Tal vez le sorprenda, pero la mayoría de los jefes quieren de verdad recibir sus ideas y su aporte. Lo que no quieren es alguien que siempre les diga lo que creen que ellos quieren oír. Tampoco un empleado que sistemáticamente asuma la posición contraria. Sino alguien que les ofrezca un aporte sólido y honesto que represente auténticamente su verdadero pensamiento.

Vincule sus sugerencias a los intereses y preocupaciones de su jefe.
Las personas (su jefe también) “compran” ideas que crean algo que ellas quieren o eliminan algo que no quieren. Cuando proponga un plan o solicite algo que sea de ayuda para usted, hágalo en términos de los resultados que le interesan a su jefe. NOTA: Si ha seguido la primera sugerencia de la lista, tiene que tener una buena idea de cuáles son esos resultados que su jefe desea.