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Confirmó La Serenísima que negocia con el grupo Danone

La Serenísima, la principal industria láctea del país que controla Mastellone Hnos. SA, confirmó que abrió una negociación con la multinacional Danone, tal como informó ayer LA NACION. A través de una comunicación a la Comisión Nacional de Valores, la empresa que preside Pascual Mastellone informó sobre las tratativas con el grupo líder mundial en productos lácteos frescos y de alto valor agregado.

Pese a que en la carta la compañía no mencionó la palabra venta, señaló que “se han analizado preliminarmente distintas alternativas de negocios”. Anoche, distintas fuentes especulaban que el anuncio de la venta podría concretarse después de las elecciones legislativas del 28 del actual. Paralelamente, recrudecieron las versiones sobre la presencia de un socio nacional que acompañaría a Danone en la operación. Ayer se sumaron, entre otros, los nombres de la alimentaria Arcor y del grupo Adecoagro. En ambos casos fueron desmentidos.

Por otra parte, Hugo Luis Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), consideró que “hay una política (oficial) de ahogo, por lo que van desapareciendo las empresas nacionales auténticas; eso es producto del modelo kirchnerista, donde nos vamos quedando sin empresas nacionales”, expresó. En tanto, Guillermo Giannasi, referente en lechería de la Federación Agraria Argentina (FAA), indicó que “todo lo que sea perder una empresa nacional es una cuestión lamentable”.

Mastellone Hnos. y Danone sellaron un joint venture en 1996 y “mantienen una vinculación comercial y estratégica muy estrecha”, como se consignó en la comunicación de ayer. Además, comparten la logística del abastecimiento de leche cruda y la distribución de varios de sus productos, “así como las marcas La Serenísima y Ser”.

Danone posee la mayoría en una planta de la bonaerense Longchamps, donde se elaboran yogures, postres y quesos untables Casancrem, más las marcas La Serenísima y Ser en esos productos. Señal del vínculo entre las compañías, en 2008 Danone le prestó a La Serenísima US$ 8,4 millones para un pago de intereses. “Existe un diálogo fluido y constante entre las dos empresas, con el objetivo de evaluar mercados, políticas y estrategias que sean de interés común para las actividades de ambas. Dentro de ese marco, se han analizado preliminarmente distintas alternativas de negocios, destacándose que no existe ningún acuerdo al respecto”, señaló Mastellone Hnos., en una carta firmada por Rodolfo D. González, responsable de relaciones con el mercado. Ninguno vocero de La Serenísima atendió las llamadas de LA NACION para conocer más detalles sobre las negociaciones. Por su parte, una fuente vinculada con Danone, que tiene su sede central en París, Francia, señaló: “No hay comentarios sobre ese tema”.

Llamativamente, ningún funcionario hizo un comentario público sobre la noticia. LA NACION llamó al Ministerio de la Producción, que conduce Débora Giorgi, para conocer la opinión de la funcionaria, pero no obtuvo respuesta. No obstante, trascendió que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se enojó por la difusión de la noticia. “Lo consideró una filtración de alguien o una operación de Pascual (por Mastellone)”, señaló una fuente.
Socio nacional

En rigor, un sector del oficialismo creyó ver una movida del jefe de La Serenísima para presionar por mejores precios o el pago de subsidios atrasados. A la empresa, que arrastra una deuda de unos 230 millones de dólares, el propio Moreno le habría prometido el pago de compensaciones demoradas por unos 90 millones de pesos.

A la difusión sobre las negociaciones con Danone se colaron los rumores sobre la participación de un grupo nacional en la operación. Se conoció el interés del grupo Eskenazi y de IRSA (a través de Cresud, su firma agropecuaria), y ayer diversos especialistas del sector conjeturaron que el socio nacional podría ser Arcor. De hecho, la firma de la familia Pagani es socia de Danone en la alimentaria Bagley Latinoamérica. Una fuente cercana a la multinacional argentina indicó: “No estamos involucrados en ninguna negociación”. De todos modos, añadió: “Las puertas están abiertas para analizar nuevas oportunidades”.

Biolcati señaló que si entrara una empresa nacional, sería bueno que tuviera experiencia y que acreditara intereses con esta actividad. “Cresud ha invertido en producción lechera y Arcor es la alimentaria más grande que tenemos”, concluyó.

Claves

* Deuda abultada. La empresa que controla Pascual Mastellone arrastra, según distintas fuentes del mercado, una deuda que se ubica en torno de los 230 millones de dólares.

* Compensaciones atrasadas. El gobierno nacional adeudaría a la compañía láctea el pago de subsidios por un monto de 90 millones de pesos. Esto es por acuerdos de precios vencidos.

* Negociación. Pese a que La Serenísima admitió que negocia con Danone, a la operatoria también se sumaría un grupo nacional, ya que el Gobierno no quiere que quede 100% en manos extranjeras.

Brasil frena el ingreso de leche argentina

* Desde que reinstauró un sistema de licencias para la importación de leche en polvo desde la Argentina, Brasil ha demorado su otorgamiento a operadores que se desempeñan en ese país. En la actualidad habría pedidos de licencias que no fueron concedidas por unas 10.000 toneladas, según diversas fuentes empresariales locales. “En lo que va de mayo y junio no salió nada”, señaló a La Nacion Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL). “Estamos gestionando para que se reclame ante las autoridades [brasileñas] por esta situación”, comentó el ejecutivo de la cámara empresarial.