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Consejos para elegir adecuadamente una franquicia

Una franquicia es un acuerdo comercial entre dos partes. Por un lado, un negocio detrás de una marca exitosa, y por el otro, alguien que paga por explotar ese negocio. Parece simple, pero es complejo.

Elegir adecuadamente una franquicia es un trabajo en sí.

Por empezar, hay que evaluar el nivel de la inversión. Si lo que se está buscando es montar un negocio propio, es indispensable que haya afinidad con el rubro de la franquicia que se va a adquirir. Es decir, no hace falta que quién desembolsa una cifra millonaria para compra una franquicia de Mc Donalds, por ejemplo, tenga afinidad con las hamburguesas, la cocina o la comida rápida. En ese caso, se trata de una negocio a largo plazo, donde quién invierte no va a estar día a día conviviendo con la actividad. En cambio, cuando una persona elige una franquicia como reemplazo de la idea de montar un negocio independiente, es importante que sea dentro de un rubro en el que se sienta cómoda, a gusto.

Enfocándonos en ese inversor, la pregunta es: ¿por qué elegir una franquicia si puedo poner un negocio de forma independiente? Es simple, la franquicia es un negocio probado. Quién adquiere una franquicia está comprando el “know how” (saber cómo) de una empresa:
una guía de cómo montar el local y cómo llegar al cliente, entre otras cosas. Pero lo más importante es el fuerte apoyo de marca que hay detrás de una franquicia. Cuando la franquicia es de una firma consolidada, las ventajas son evidentes. No sólo porque las personas ya la conocen, sino porque la capacidad técnica y organizativa es un valor agregado.

Hay quienes llegan a esta instancia después de haber tenido una experiencia comercial previa y el que sólo llega para invertir. Aquel con experiencia comercial sabe perfectamente que una de las grandes ventajas que tienen algunas franquicias es que los proveedores ya están elegidos, probados. En el caso de OKKO, por ejemplo, uno de los beneficios es que actúa como único proveedor. Si uno piensa en ponerse un negocio de regalería en general debe contar, aproximadamente, con 50 proveedores. Esos son 50 proveedores, 50 cuentas corrientes, 50 reclamos, etc. La franquicia da solución a ese problema, y quién viene con experiencia lo sabe valorar.

Pero además, está la marca. Si un proveedor X no entrega la mercadería, por ejemplo, no le interesa que el local quede vacío. En cambio, cuando hay una marca que cuidar eso cambia. Al franquiciante le interesa que la franquicia funcione porque es importante entender que comparten intereses desde el primer momento. La mayoría de las marcas que ofrecen franquicias son proyectos empresariales que pretenden crecer, continuar consolidándose en el mercado y ampliar su red de establecimientos.

¿Cuál es el nivel de inversión? Hoy en día, el universo de franquicias es muy grande. Hay franquicias desde 20 mil pesos en adelante. Generalmente, el dinero colocado se recupera en 18 meses.

Lo que hay que evaluar para saber si se va a poder recuperar ese capital en el tiempo estipulado es, entre otros aspectos, la buena ubicación del local, por ejemplo. Cuando la marca está muy bien posicionada en el mercado nos habilita a estar un poco más retirado de lo que sería el centro comercial de una zona. Se puede estar retirado una cuadra o dos, pero hay que estar allí, en el entorno inmediato.

En muchos casos, los franquiciados cometen el error de querer instalar sus comercios a varias cuadras del centro comercial por la conveniencia que, aparentemente, brinda un alquiler de precio bastante inferior. Sin embargo, se debe ser consciente de que el alquiler es sólo una parte de la inversión que requiere un negocio.

Porque la capital para montar el local es el mismo, la luz, el gas y el teléfono se pagan igual, y lo mismo sucede con el sueldo de los empleados. De los gastos totales, ese ahorro en el alquiler deja de tener sentido. Sobre todo, porque el estar alejado del centro genera, obviamente, menores ventas.

Otro de los detalles a tener en cuenta son los costos reales. Prestar atención a los costos ocultos que tiene el negocio. En el negocio de indumentaria, por ejemplo, hay que contemplar las liquidaciones y, estipular de antemano, quién se va a hacer cargo de esos costos. Hay franquicias que son mucho más rígidas que otras. Marcas que no permiten que haya prendas o artículos de colecciones anteriores.

A la hora de elegir, también hay que analizar si el local requiere de mucha estructura estanca –aquella que no se puede mudar-. Con este tipo de negocios, el problema es que si mañana el precio del alquiler sube, se tendrá que realizar una mudanza a otro local y sumar al gasto esas estructuras que hay que volver a armar. Lo que origina un costo de mudanza muy alto.

La realidad es que hay una franquicia para cada franquiciado. Es cuestión de buscar y evaluar todos los aspectos que estuvimos analizando previamente y, sobre todo, no dejar nada librado al azar.

Estudiar cada caso, conocer las marcas, visitar los locales de la firma, familiarizarse con los productos y ahí sí, elegir la mejor opción.