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Crecen un 20% las empresas que bloquean redes sociales

Las redes sociales ocupan un lugar cada vez más importante en la vida de las nuevas generaciones, al punto de que actualmente han llegado a interferir con su trabajo desde distintos puntos de vista y han obligado a las compañías a tomar medidas al respecto para evitar daños en su funcionamiento interno.

En un mundo en el que gran parte de las actividades de la vida diaria se han trasladado a la red, los dirigentes de las empresas han tenido que empezar a analizar la forma en que deben controlar a sus empleados y a crear estrategias para impedir que el sitio de trabajo se convierta en uno de entretenimiento y socialización.

Es así como cada vez son más las compañías que bloquean los sitios web que consideran dañinos, de pérdida de tiempo o riesgosos por la posibilidad de contener software malintencionados, como lo evidencian los datos revelados hace poco por la empresa líder en seguridad en la red en el llamado Software como Servicio ( SaaS por su sigla en inglés), ScanSafe, según las cuales en los últimos seis meses aumento en 20% el bloqueo de las empresas a los sitios web de redes sociales.

Sitios web vetados para los empleados

Spencer Parker, director de manejo de producto en ScanSafe, explica las preocupaciones de las compañías así: “Los sitios web de redes sociales pueden exponer al negocio a los software malintencionados y, cuando no son usados para con objetivos de trabajo, pueden agotar la productividad y el ancho de banda…Dada la opción, las empresas están teniendo un acercamiento cada vez más severo a los sitios web que sus empleados están autorizados a visitar. Me imagino en poco tiempo a las redes sociales en la cima junto con la pornografía en términos de categorías bloqueadas.”

Y es que las cifras lo dicen todo en cuanto a la prioridad que las organizaciones les están dando a los sitios web que visitan sus empleados: 76% de ellas bloquean los de redes sociales por encima de 52% que bloquean los de comercio, 75% que lo hacen con los de armas, 64% con los de alcohol, 51% con los de deportes, 58% con los de correo electrónico y 47% con los de bancos en línea.

Y estas cifras están aumentando aceleradamente; en los últimos seis meses los números se han disparado en las siguientes proporciones: 28% en el bloqueo a sitios web de viajes, 27% en los de restaurantes y bares, 26% en los de deportes, 26% en los de comercio electrónico, 19% en los de búsqueda de trabajos y 16% en los de correo electrónico.

Directivos buscan la mayor productividad

Como explica el informe producido por ScanSafe, una de las razones por las que las empresas pueden estar aumentando cada vez más su control sobre el tiempo que pasan los empleados en distintos sitios web y sobre qué sitios pueden o no visitar, se debe en parte a que en estos tiempos difíciles las compañías buscan con todo su esfuerzo la mayor productividad posible y esperan que los empleados trabajen más por menos.

Al bloquear distintos tipos de sitios web los directivos de las organizaciones esperan reducir al mínimo la pérdida de tiempo y el mal uso de la banda ancha del negocio con el objetivo de que sus empleados tengan la menor cantidad de distracciones posibles y se concentren en el trabajo, aportando su máxima productividad.

Como expresa Parker, “Cuando filtrar la red se convirtió en una opción por primera vez, generalmente veíamos a las compañías bloquear el acceso a categorías típicas como pornografía, actividades ilícitas, odio y discriminación…En meses recientes, los empleadores obviamente se están avivando acerca de los peligros y el impacto negativo en la productividad relacionados con ciertos sitios, y más y más clientes han decidido bloquear las redes sociales, la banca en línea y el correo electrónico.”

Lo que hay que tener en cuenta es hasta dónde es positivo el excesivo control sobre los movimientos de los empleados en la red, ya que el creciente deseo de trabajar de manera independiente y por fuera de una oficina se debe en parte a que las personas desean poder tener dominio sobre su tiempo y organizar sus actividades como más les convenga, teniendo pequeños períodos de respiro que muchas veces ayudan a mejorar la productividad.