En un artículo anterior, veíamos una serie de problemas de gestión y planificación que suelen afectar a empresas en crecimiento. En esta segunda entrega, otros desafíos vinculados con los recursos humanos, el control interno, la administración financiera y tecnológica de organizaciones que crecen…
1) Crisis de crecimiento y problemas en los recursos humanos
Es habitual que el crecimiento recaiga sobre las espaldas de los mejores colaboradores. En muchos casos, las largas jornadas de trabajo pueden dañar su vida personal y haciendo que opten por abandonar la organización.
En un contexto donde los talentos comienzan a escasear, la empresa no puede permitirse el lujo de perder a su personal clave.
No obstante, la incorporación de nuevos colaboradores también presenta una serie de desafíos: ¿cuántos nuevos empleados es necesario contratar? ¿Cómo sobrellevar la curva de aprendizaje teniendo en cuenta la falta de tiempos y recursos?
¿Las nuevas incorporaciones exigirán cambios transitorios o permanentes en la estructura organizativa? ¿El nuevo personal podrá afrontar positivamente las responsabilidades asignadas? ¿Qué recaudos debemos tomar? ¿Existen riesgos de insatisfacer clientes mediante las nuevas incorporaciones?
El desafío consiste en crear nuevos y sólidos equipos de trabajo y arbitrar todos los medios para brindar la capacitación adecuada a los nuevos empleados.
Por lo tanto, la planificación del crecimiento debe incluir una planificación inteligente de los recursos humanos.
2) Crisis de crecimiento y problemas de control interno
En el corto plazo, el crecimiento suele ser enemigo de un buen sistema de control interno.
El aumento en el volumen de transacciones, los cambios en los procedimientos administrativos y en la estructura organizativa debilitan los “escudos” que tiene una empresa para mitigar riesgos de errores, irregularidades y fraudes.
Por lo tanto, el crecimiento debe acompañarse de una adecuada gestión del cambio en procesos y controles.
3) Crisis de crecimiento por inadecuado manejo financiero
No es lo mismo gestionar la facturación de 100 clientes que de 5.000. Tampoco una nómina de 50 empleados que de 300.
Cuando la empresa crece, se incrementan los desembolsos a aprobar. Así, la falta de control puede “descontrolar” los gastos (valga la expresión).
De esta forma, el aumento de las operaciones dificulta la habilidad de la empresa para mantener los costos en niveles deseados.
Mientras los ingresos crecen, la empresa suele descuidar el incremento de sus costos. Pero los problemas surgirán inevitablemente cuando las ventas ingresen en una meseta.
De esta forma, grandes ingresos presentes pueden derivar en grandes pérdidas futuras si no se acompañan de una adecuada gestión financiera.
4) Crisis de crecimiento y tecnología
En una situación de crecimiento, además de mantenerse actualizada tecnológicamente, una empresa debe enfrentar problemas bien concretos como disponer de información confiable y oportuna, realizar el seguimiento de un número creciente de clientes, administrar los recursos humanos y fortalecer la seguridad de sus redes informáticas.
Así, es necesario implementar un sistema de gestión que soporte los procesos de negocios de la empresa. La falta de seguridad de los sistemas de información puede representar una gran restricción al crecimiento.
En definitiva, crecer es el sueño de cualquier empresa.
Sin embargo, crecer demasiado rápido y sin control puede convertirse en una pesadilla.
Un crecimiento sustentable exige una inteligente planificación por parte del management para brindar sólidas bases a la expansión de la compañía.
