Inicio Empresas y Negocios Cuáles son las cuatro vías que encuentra el dólar para fugarse

Cuáles son las cuatro vías que encuentra el dólar para fugarse

Finalmente, el ministro de Economía, Amado Boudou, habló sobre la fuga de capitales, pero no como el mercado esperaba.

El funcionario aseguró que no existe una salida de divisas en el país, sino que más bien “hay un cambio de cartera”.

“Algunos sectores pueden haber generado incertidumbre y especulan con algunos cambios de paradigma que nosotros de ninguna forma vamos a llevar adelante”, especificó el ministro.

Más allá de estas declaraciones, lo cierto es desde principios de 2007 la Argentina sufrió una persistente salida de capitales que hoy trepa a los 43.000 M de dólares.

Hay diversos caminos que utilizaron los argentinos, con mayor o menor poder económico, para pasarse de pesos a dólares.

La cifra incluye los 2 millones de dólares por mes que están permitidos para cada persona física o jurídica y las operaciones de “contado con liquidación”, es decir, cuando bajo la forma de una compra y venta de títulos o acciones, un inversor entrega en el mercado local sus pesos para recibir dólares en una cuenta en el extranjero.

Pese a los diversos vericuetos que existen, la compra de billetes (en bancos o en casas de cambio) explica casi la mitad de la fuga (u$s21.500 M) según consigna un artículo del diario Clarín.

Ahí entran los que firman papeles y dan la cara y los que utilizan a los “coleros”, es decir, gente que prestan el DNI para que otro se haga de los dólares sin dejar sus huellas en los registros del BCRA o la AFIP.

También se van por transferencias desde cuentas locales a cuentas en el exterior. En ese renglón se computan 12.740 millones de dólares.

Paralelamente, unos u$s6.000 M se computan como depósitos en moneda extranjera en bancos locales.

Una cuarta vía detectada es la compra de títulos valores, es decir, activos financieros nominados en dólares, como los CEDEAR, valores representativos de empresas cuyas acciones cotizan en el extranjero. Mediante esa maniobra, se fugaron unos 3.000 M de dólares.

Para frenar esto, desde el Gobierno impusieron mayores controles.

La medida más importante se tomó con el “contado con liqui”. Es una operación que se usa tanto para ingresar como para sacar dólares del país eludiendo los controles cambiarios. Desde que se la aplicó, se contribuyó más a deprimir los precios de los bonos que a frenar la salida de fondos.