Inicio Empresas y Negocios ¿Cuáles son las principales preocupaciones de pequeñas y medianas empresas?

¿Cuáles son las principales preocupaciones de pequeñas y medianas empresas?

Las expectativas de los empresarios Pyme rebotaron en el segundo trimestre de este año. Pero aún no son lo suficientemente altas como para encarar nuevas inversiones. La coyuntura de falta de financiación y la volatilidad del contexto político económico condicionan las decisiones.

Así lo respalda el informe de coyuntura de las empresas pequeñas y medianas industriales realizado por la Fundación Observatorio Pyme. Según el mismo, el índice de confianza empresaria de este sector se recuperó hasta el 35,5 desde un piso de 27,2, en noviembre pasado, y cuando había alcanzado 60 en 2005. Los 430 consultados respondieron durante julio, cuando la incertidumbre por las elecciones legislativas ya había quedado atrás.

El director del equipo de trabajo, Vicente Donato, dijo que el índice de confianza tuvo “un rebote importante” gracias a que las empresas respondieron que están mejor respecto de un año atrás (“era muy complicado estar peor”, dijo) y que piensan que estarán mejor en el próximo año.

“Si me convenzo de que voy a estar mejor, me levanto a la mañana, sino me deprimo”, figura entre las respuestas que cosechó el informe. “Yo soy optimista por naturaleza” es otra.

Sin embargo, a la hora de invertir en maquinaria y equipo, casi la totalidad de los empresarios (83%) consideró que era un mal momento y sólo el 14% planea invertir en el próximo trimestre, una proporción que viene cayendo desde los primeros tres meses del año pasado.

El presidente del Observatorio Pyme, Ignacio De Mendiguren, entendió este comportamiento por “la historia de volatilidad” del contexto económico: “Compro la máquina y cuando llega, el país dio 180 grados”. Y explicó que en la Argentina siempre se está “replanteando todo” y volviendo “a discutir lo mismo”, respecto del nivel de tipo de cambio, el alza salarial y la participación en el ingreso.

Donato lo respaldó: “Es el contexto el que genera el comportamiento” y explicó que para que una Pyme genere el salto tecnológico que la haga crecer necesita financiamiento o un comprador. De allí la fuerte presencia de capitales brasileños en el mercado local.

“Individualmente, el empresario argentino es virtuoso. Hay casos heroicos de comportamiento de reinversión de utilidades, pero (con eso solo) no alcanza”. Y se planteó la necesidad de políticas de Estado.

Desempeño
Por eso, Donato consideró que es “un momento de incertidumbre” porque “la gente tiene elementos para pensar que va a estar bien”, pero “existe una divergencia” entre el alza de las expectativas con el desempeño del segmento mostrado por el informe.

Según lo relevado, en el segundo trimestre las cantidades vendidas cayeron un 14,9% anual y un 4,7% trimestral, continuando con la tendencia negativa que comenzó a principios de 2008. Y la demanda percibida por las Pyme continúa siendo débil, ya que el 66,4% calificó de esta forma su cartera de pedidos.

La caída de las ventas preocupa a la mayoría (71%) de los encuestados. El 47% espera que no varíen las internas y un 65% que no lo hagan sus exportaciones.

Quizás por ello, sólo es utilizada el 69% de la capacidad instalada, 10 puntos porcentuales menos que en 2005.

De la mano de un nivel de comercialización más modesto, el nivel de empleo cayó 8,3% interanual en el segundo trimestre, tendencia que se arrastra desde mediados del año pasado. Y descendió un 1,6% trimestral, en línea con el 58% de los encuestados que expresó haber reducido el plantel de personal de su empresa respecto del trimestre anterior.

Pero mejoraron levemente las expectativas: un 77% respondió que no variará el nivel de ocupados (70%, en el primer trimestre), un 4% lo aumentará y un 20% lo disminuirá (contra el 27% anterior).

En este contexto, las empresas no han podido subir los precios. Donato explicó que “no aprovecharon la baja de costos para aumentar el markup (utilidad)”. De Mendiguren agregó: “Si baja el margen de rentabilidad y están jugadas al volumen, no pueden aumentar el precio porque pierden mercado”.

Además, enfrentan la competencia externa. Según explicó Donato, una de cada cuatro empresas ha perdido mercado en manos de las importaciones, principalmente de Brasil.

Problemas
Entre los principales problemas de las Pyme, la disminución de la rentabilidad (87%) sigue siendo el principal. El 78% opinó que la rentabilidad actual de su empresa es peor a la de un año atrás.

Y volvieron a aparecer el aumento de los costos salariales (82%, frente al 51% del trimestre anterior) y de las materias primas (67%, contra el 54% anterior).

El 73% de los empresarios consultados percibió aumentos en los costos de producción de su empresa. Según lo relevado, el costo unitario de producción subió un 27,4% anual, aunque 20 puntos menos que un año atrás. Y el costo del principal insumo aumentó un 60,9%, respecto del primer trimestre del año pasado.

El aspecto laboral también es un tema pesado. Donato explicó que las Pyme tienen que “resolver el tema de rentabilidad con la incorporación de tecnología”. “Para absorber los aumentos salariales, tienen que tecnificarse y para eso necesitan financiamiento”, explicó.

La necesidad de abordar el problema del crédito fue remarcada por De Mendiguren al comparar a Brasil con Argentina. Señaló que solamente los préstamos del BNDES suman el 10% del PBI del país vecino, mientras que todo sector privado local obtiene el 12% del PBI.

En este contexto, las dificultades de financiamiento preocupan al 51% de las Pyme y los retrasos en los pagos de los clientes, al 71%. Mientras tanto, las necesidades de crédito aumentaron en el segundo trimestre un 37,4%, de los cuales un 81,6% se destinó a cubrir compromisos financieros de corto plazo.

Donato sumó el sistema financiero pequeño, la caída de la rentabilidad y la necesidad de financiamiento de corto plazo como los factores que configuran una “situación delicada” por la existencia de “empresas frágiles que caen como dominó”.

Propuesta
El pedido de una política industrial que contemple una nueva ley de ART, de Reinversión de Utilidades y de mecanismos de apalancamiento fue la consecuencia del encuentro en la Universidad de Bologna, donde se presentó el informe.

Además, De Mendiguren propuso:

* “Serenar a la Argentina”, respecto de los enfrentamientos entre el gobierno y los sectores de la economía y los conflictos sindicales.

* Apostar al mercado interno. “Si le das confianza, se endeuda”, respecto de quitarle a la gente el miedo al despido para reactivar el consumo.

* Que el Gobierno convoque a un pacto entre el campo y la industria.

Para armar un plan de desarrollo, De Mendiguren propuso “ir al semillero”, es decir, promover “los emprendimientos para que se transformen en pequeñas y a las pequeñas, en grandes” y “crear una malla de empresas regionales”.
Los datos provistos por el Observatorio Pyme servirán de base para ello.