El Centro Simón Wiesenthal, dedicado a documentar víctimas del holocausto y lleva registros de criminales de guerra Nazis, presentó una herramienta capaz de armar el mapa mundial del odio junto a un equipo comprometido por la paz y la lucha contra el racismo.
“La facilidad de comunicación que ofrece Internet es el suministro vital de los grupos que tratan de hacer daño por medio de las redes sociales y portales para inspirar el mal comportamiento de otros”, sostiene el rabino Abraham Cooper decano asociado del centro.
E.L.I (Evolving Live Intelligence) fue diseñada y desarrollada en América Latina con la colaboración de Epyphite de Estados Unidos, tiene como objetivo alertar, entre otros, a las redes sociales y buscadores para que defiendan la libertad de culto, religión y opinión política de forma proactiva antes que los usuarios reporten comportamientos de maltrato y discriminación.
“Si bien el personal de Facebook se encuentra trabajando por contrarrestar estos comportamientos con su código de publicaciones, el cual se puede leer en su página sobre qué contenido está permitido y qué no. Por su parte, Twitter y Youtube también cuentan con una serie de directrices sobre qué se puede difundir y qué está prohibido. Sin embargo, a las redes sociales, aún les queda mucho por hacer para eliminar la xenofobia de sus plataformas ya que en la mayoría de los cosas, las bajas de perfiles o contenido xenófobo surgen a partir de denuncias de los usuarios”, agrega Rick Eaton, investigador del Centro Simón Wiesenthal.
No obstante, más allá de las redes sociales, los motores de búsqueda también pueden ser reproductores de discursos de odio al detectar y dar por resultados sites que fomentan la discriminación por raza, religión o ideología.
“Aún queda mucho trabajo por hacer que debido que el volumen de información en la red crece exponencialmente, si bien se puede dar de baja un portal xenófobo, aún quedan miles en línea. Por esta razón es que debemos unirnos para terminar con este flagelo hacia la humanidad”, concluye Cooper.
“El desarrollo de E.L.I constituye un salto cualitativo en el campo de la seguridad y el análisis de patrones, la capacidad autónoma de E.L.I para comprender lo que sucede en la web o en la Deep web, como también la capacidad de contestar con contenido prefijado, abre un nuevo nicho de mercado dentro de la inteligencia de negocios” explica Juan Pablo Ramirez, arquitecto de la solución y responsable del proyecto.
