Inicio Empresas y Negocios ¿Cuántas empresas argentinas lograron capitalizar el “milagroso” crecimiento chino?

¿Cuántas empresas argentinas lograron capitalizar el “milagroso” crecimiento chino?

A más de tres años del tan promocionado y mediático acuerdo bilateral entre la Argentina y el gigante asiático, es tiempo de un balance. Especialistas consultados por infobaeprofesional.com analizaron la performance de las compañías locales y su efectividad a la hora de insertarse en China.

A mediados de noviembre de 2004, el presidente de China, Hu Jintao, y su par argentino en ese entonces, Néstor Kirchner, cerraron finalmente el tan promocionado acuerdo bilateral.

Meses antes de que ambos mandatarios pusieran su firma, hubo una polémica oleada de especulaciones que aseguraban que el gigante asiático invertiría en el país unos u$s20.000 millones en el país.

A pesar de los rumores, ambos funcionarios salieron a desmentir esto. Incluso, el propio Kirchner los calificó como una “novela”.

Lo cierto es que los acuerdos giraron en temas como uso pacífico de tecnología espacial, educación, salud y actividades ferroviarias. Además, se incluyó a la Argentina entre los destinos turísticos oficiales de China.

En este contexto, el ex presidente Kirchner auguró que “lograremos un fuerte incremento del comercio bilateral con los países asiáticos, y con China en particular”.

A la hora de trazar un balance, el crecimiento de las exportaciones efectivamente existió: durante 2004 las exportaciones a ese país alcanzaban los u$s2.630 M. Tres años después, con una tasa de crecimiento del orden del 96%, las ventas a ese destino totalizaron u$s5.172 M.

Sin embargo, prácticamente los únicos rubros que registraron incrementos considerables fueron las materias primas y esto obedeció, en gran medida, a la buena coyuntura internacional, que garantizó sostenidos precios para las commodities.

En este sentido, según datos del Banco Central (BCRA), el Índice de precios de las materias primas (IPMP) registró una suba del 100% entre enero de 2005 y enero de 2008.

Al evaluar la performance de las exportaciones a China, más allá del interesante crecimiento, se destaca la paulatina concentración en pocos productos y de bajo valor agregado: los porotos de soja y el aceite conformaron durante 2007 el 81% de todas las ventas argentinas a ese destino.

Del mismo modo, esas dos materias primas, sumadas a combustibles, pieles y minerales, equivalieron al 93,5% del total.

Como contrapartida, la Argentina recibe puro valor agregado desde el gigante asiático. Equipos de audio y video, máquinas, autopartes, y plásticos, conforman los cinco principales bienes de la canasta de productos importados que llegan desde ese país.

Para Mauricio Claverí, analista de la consultora Abeceb.com, “hoy por hoy resulta muy difícil” pensar en que pueda cambiar la ecuación comercial entre ambos países y que los productos con mayor valor agregado ganen participación en el total exportado por la Argentina.

Hay que tener en cuenta “que la industria en China continúa concentrando grandes niveles de inversiones y, por ende, competitividad, mientras en la Argentina se mantienen e incluso agravan las dificultades en ese sentido”, sostuvo el especialista.
Un mercado difícil para las Pyme
En este contexto, salvo casos puntuales, las estadísticas muestran que los grandes ganadores fueron los exportadores de materias primas y que China, a tres años del acuerdo que acercó a ambas economías, continúa siendo un destino complejo y lejano para las Pyme argentinas:

* En este sentido, durante 2004 la Aduana registró a 602 empresas que vendieron sus productos a ese mercado.

* El año pasado, la cifra trepó a 805 empresas.

* Esto implica un incremento de apenas 33%.

* Teniendo en cuenta que el año pasado, según el BCRA, hubo 15.263 empresas exportadoras, únicamente el 5% tuvo relaciones comerciales con China, una proporción prácticamente igual a la de 2004.

En diálogo con infobaeprofesional.com, el presidente de la Cámara de Importadores y director del departamento de Comercio Exterior de Deloitte, Diego Pérez Santisteban, sostuvo que “no ha habido un gran dinamismo de las exportaciones. Este número es alentador, pero no se puede hablar de un crecimiento explosivo, la tendencia de crecimiento es lenta”.

Según Claverí, “no es un crecimiento despreciable. Sin embargo, la mayoría de dichas empresas son exportadoras de bienes primarios, commodities de fácil colocación en el mundo, por lo que para convalidar un crecimiento más positivo se debería complementar este desempeño con mayor diversidad en términos de productos”.

Causas
A la hora de buscar las razones de esta pobre dinámica en lo que respecta a la cantidad de empresas que logran insertar sus productos en ese país, Santisteban apuntó al déficit de oferta.

“Cuando en agosto del año pasado se realizó la gira oficial que buscaba incrementar la oferta exportable argentina hacia China, la delegación de Cancillería se encontró con que los chinos querían comprarnos más pero no teníamos qué venderle”, agregó Santisteban.

En la misma línea, Ernesto Fernández Taboada, director de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China, aseguró a este medio que “el gran problema para el crecimiento es la capacidad de producción. La escala de las empresas no ayuda”.

Por su parte, Claverí aseguró que “en el caso de las commodities no se conocen trabas relevantes, salvo las de cumplimentar convenciones sociales muy diferentes a las de nuestros países. En cuanto a los rubros con mayor valor agregado las principales dificultades son de escala, logísticas y, obviamente, de competitividad”.

Una oportunidad desaprovechada
Según Taboada, “la realidad es que hoy se podría exportar casi de todo a China, pero por más que se tome una provincia o una ciudad, los volúmenes son muy importantes y no todas las empresas argentinas están en condiciones de tomarlos porque en algunos casos implicaría condicionar la producción de todo un año y más inclusive”.

A la hora de profundizar en las dificultades que encuentran las empresas, el directivo aseguró que, por un lado, influye la fuerte demanda interna, que funciona como una aspiradora de los saldos exportables de las empresas argentinas.

“Hoy hay fabricantes de textiles, que ayer reclamaban por la importación y hoy ellos mismos se ven obligados a importar porque no tienen la capacidad para hacer frente a la demanda”, explicó, para luego agregar que “hay temores difundidos entre los empresarios de ampliar la capacidad, tomar más gente y esto lleva a que la industria se enfrente a un cuello de botella”.

Por otra parte, las empresas argentinas no crecieron o no invirtieron en la misma velocidad que creció la economía china, “que demanda cada vez más variedad de productos y más cantidades”.

De cara al futuro, Tabeada aseguró que, si bien el comercio está muy concentrado en agroalimentos, “hay mucho lugar para la industria”.

De hecho, “lo que más importa China no es soja, son máquinas, equipamiento médico, productos químicos y farmacéuticos, entre un amplio abanico de bienes”.