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¿Cuánto cayeron las ventas de las empresas y cómo les está pegando la crisis?

La caída en la actividad económica producto de la menor demanda interna y externa ha castigado fuertemente a las empresas.

Después de casi seis años de recuperación, la crisis internacional y la incertidumbre local golpearon sus puertas y las ventas se desplomaron, afectando a casi todos los sectores.

Los resultados sobre cuanto fue el impacto de la caída, fueron revelados por la Encuesta de Clima de Negocios realizada por Sel Consultores, en la cual se advierte que casi 7 de cada 10 empresas han sufrido un fuerte descenso en sus niveles de ventas. Esto, acompañado por una disminución en sus niveles de rentabilidad y un cambio en sus proyecciones para el corto y mediano plazo.

“La caída en el estado de los negocios comenzó en el último trimestre de 2008 y se replicó en el primero de este año”, comentó a iProfesional.com Ernesto Kritz, director de Sel Consultores.

Un dato clave que Kritz se encargó se resaltar tiene que ver con su percepción sobre cierto sobredimensionamiento respecto al clima desfavorable que sienten hoy las compañías. “Mi sensación es que las cosas no están tan bien como hace dos años, pero tampoco la situación de desastre económico es tan grande como sí lo son las expectativas de los empresas, que aparecen francamente como muy malas en cuanto a la marcha de los negocios”, agregó Kritz.

Ventas en picada
De acuerdo a la encuesta, con relación al semestre precedente, el 66% de las compañías considera que sus ventas han bajado. De ese total, la mitad considera que la caída fue superior al 10 por ciento.

En cuanto a sus proyecciones, casi el 50% de las firmas prevé que (sus ventas) caerán entre 5% y 20%. En tanto el 31% pronóstica que se mantendrán estables.

Según Martín Apaz, gerente de Economía de Deloitte, el consumo seguirá cayendo en 2009 ante un escenario que presenta una economía estancada y con una inflación que persiste, aunque a menor ritmo que el registrado años anteriores.

“Debemos tener en cuenta que veníamos de una situación muy buena, por lo cual la disminución respecto a 2008 no debe ser traumática, ya que en un primer momento la gente reacciona sobredimensionando las medidas de precaución”, comentó.

Menor rentabilidad
El cambio de escenario para las compañías no sólo se ve acompañado por las menores ventas, sino por una importante caída en los niveles de rentabilidad:

* Para 3 de cada 10 sigue siendo buena
* Para el 70% restante es regular o baja

Hay dos factores que se combinan para evidenciar dicha caída. Por una lado se gana menos por unidad de producto – al no poder trasladar la suba de costos a precios porque la menor demanda no lo permite – y por otro por la menor rotación de inventarios, producto de la menor cantidad de unidades vendidas. Es decir, se gana menos por unidad pero también por menor escala.

El economista Gabriel Caamaño, del estudio Joaquín Ledesma y Asociados, explicó que la rentabilidad se compone del margen unitario de ganancia y la cantidad de veces que gira el dinero en la empresa entre la compra, el stockeo y las ventas. El problema actual es que las dos variables se ven afectadas: el margen, porque hay una inercia inflacionaria que hace que los costos sigan subiendo, sin su traslado al valor final, y también la frecuencia de giro del dinero producto de la caída en ventas.

“En 2008 se redujeron los márgenes, pero seguía girando el dinero. Hoy los dos sufren el cambio de escenario al frenarse el consumo” comentó Evelyn Dorsch, del mismo estudio.

Según la encuesta de Sel Consultores, un 64% de las empresas admite que la rentabilidad está disminuyendo. Hace un año opinaba en ese mismo sentido apenas el 38%.

Estos cambios vienen acompañados por una mala percepción del negocio, donde más del 50% de los consultados sostiene que el momento que se vive en la compañía no es bueno. “Si bien no puede enjuiciarse la situación como mala (apenas 13% la evalúa así), parece clara la fuerte pérdida de dinamismo de la economía, y para muchos, el empeoramiento respecto del pasado inmediato”, comentó Kritz.

Proyecciones a largo plazo
La caída de la demanda y la falta de crédito aparecen como los problemas que más preocupan a las empresas. Ambos inconvenientes, incluso, se han intensificado respecto al trimestre anterior.

“En este escenario, lo preocupante es que las únicas decisiones que se toman son operativas, y no otras que tengan que ver con inversión, que ni siquiera son analizadas en este momento”, explicó Caamaño.

Los empresarios no le encuentran salida, por el momento, ya que la caída de sus ventas está generada por la menor demanda externa y por un consumidor que reduce gastos. Sólo compra lo más necesario y suspende los desembolsos para bienes durables. De esta manera, se da un círculo vicioso que se retroalimenta alterando también sus propios planes.

“Hoy la gente no sólo que gasta menos, sino que lo poco que tiene prefiere ahorrarlo para comprar dólares, con los cual la economía se desmonetiza, hay menos liquidez y menos crédito”, comentó Dorsch.

De acuerdo al trabajo de Sel, a pesar del pesimismo, hay una ligera mejora en las expectativas para el año próximo. El 30% opina que la situación de la empresa mejorará (en el 4º trimestre de 2008, era el 23%) y casi un 40% cree que estará igual.

Inversiones también en espera
En un clima de incertidumbre como el actual es raro que alguna empresa se arriesgue a invertir y la encuesta de Sel refleja tal situación: el 70% estima que sus desembolsos disminuirán o directamente no invertirán.

Según Kritz, algunos de los motivos que justifican la suspensión de las inversiones son la debilidad que perciben en las instituciones económicas y también el creciente intervencionismo del Estado.

“La tendencia muestra una caída en los proyectos de inversión por el cambio de reglas de juego. En el mercado, estas cosas hacen que las expectativas no sean buenas y que el pesimismo sea mayor que los datos mismos de la realidad económica”, agregó el analista.

De acuerdo a la encuesta, la situación política, a partir del conflicto con el campo, afectó las decisiones de inversión del 50% y la crisis internacional las del 59%.

Eric Ritondale, economista de Econviews, explicó que la recesión económica que ya se siente en Argentina y la crisis internacional afectan, en primera instancia, los planes de inversión. “Esto genera incertidumbre, que se extenderá, por lo menos, hasta después de las elecciones”, comentó.

En este sentido, destacó que gran parte de la recuperación económica y de la confianza estará dada por el crecimiento de los volúmenes de comercio y exportaciones, algo que está ligado a la superación de la crisis. “Ese factor externo será fundamental para que se recupere la economía y vuelvan a invertir las empresas”, explicó Ritondale.

La consecuencia directa de está suspensión de las inversiones es que la capacidad instalada prácticamente permanecerá estable en los próximos meses.

“En situación recesiva las expectativas son muy importantes, porque definen el comportamiento de los actores económicos. En este contexto, el cambio de las elecciones quizás puede haberlas adelantado y hayan incrementado la incertidumbre”, finalizó Kritz.