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Desaparecen las compras en doce cuotas sin interés

La inflación se cobró una nueva víctima. Las grandes casas de electrodomésticos decidieron dejar de trabajar con las compras en doce cuotas sin interés, lo que implica un reconocimiento implícito de que la inflación es mucho más alta que el 8 o 9% anual de que dan cuenta las estadísticas oficiales.

Las primeras cadenas en eliminar las doce cuotas sin interés fueron las dos empresas líderes del sector: Frávega y Garbarino, que desde las primeras horas de ayer ofrecen la posibilidad de comprar en sólo seis pagos sin interés con todas las tarjetas de crédito del mercado. Pocas horas después, la medida fue replicada por Rodó, que ayer tuvo, por último día, a disposición de sus clientes las doce cuotas fijas. No se descarta que en las próximas horas otros competidores como Musimundo o Elektra sigan estos pasos.

Para las compras financiadas en un año, las cadenas están trabajando con una tasa que oscila entre 10 y 20%, aunque Garbarino también ofrece mantener el financiamiento sin cambios -es decir las doce cuotas sin interés- siempre y cuando el cliente acepte concretar la compra con una garantía extendida, que en promedio encarece el precio final en un 20 por ciento.

En los casos de Frávega y Garbarino, las dos cadenas precisan que las seis cuotas sin interés rigen en principio hasta el 30 de junio. En las revistas con ofertas que se entregan en sus locales, desde ayer, todos los productos que aparecen resaltados tienen sus precios para pagos en contado efectivo, a diferencia de lo que sucedía hasta ahora: el valor que se destacaba era el de la cuota para las compras financiadas.

Para los clientes que buscan ganarle a la inflación, la única alternativa que les queda ahora es aprovechar algunas de las promociones que mantienen los bancos con cadenas puntuales, como el BBVA Francés con Frávega o el Santander Río con Garbarino, que, al menos por el momento, decidieron mantener las ventas en 12 y 18 pagos sin interés.

Las cadenas justificaron las subas en un cambio en la relación que mantienen con las tarjetas de crédito. “Fue una decisión de las tarjetas, que terminaron con una bonificación que nos permitía operar en doce cuotas”, explicaron en Frávega.

En Garbarino prefirieron hablar de una promoción que llegó a su fin. “Nunca hubo un período tan largo en el que se mantuvieran las doce cuotas sin interés, y al fin y al cabo se trata de una promoción que llegó a su fin, pero que en cualquier momento puede volver”, explicaron en la cadena.

En ambas empresas coincidieron además en que no esperaban una baja pronunciada en las ventas. “Una tasa de interés de entre 10 y 20 por ciento sigue siendo ventajosa para el cliente”, explicaron en Garbarino.

Cae un motor del consumo
Como era esperable en estos casos, las cadenas no hicieron ningún tipo de campaña publicitaria o de promoción para informar acerca de la desaparición de las doce cuotas sin interés, con lo que la mayoría de los clientes se fueron enterando de la novedad a medida que se acercaban a los locales. “Ya tenía definida la compra de un tiro balanceado, pero ahora descubrí que no lo puedo financiar en doce cuotas, lo que me cambia todo el esquema. La verdad es que no sé qué voy a hacer”, se lamentaba Mariano, a la salida del local de Garbarino del Abasto Shopping.

Un poco más de suerte tuvieron los clientes que visitaron las casas de electrodomésticos el último viernes, a los que los vendedores terminaban de convencer de concretar una compra con el argumento de que eran las últimas horas que podían aprovechar para comprar en doce cuotas sin cargo. “No estaba muy seguro de comprar, pero me terminó convenciendo el vendedor cuando me dijo que era el último día para pagar doce cuotas sin interés”, explicó Francisco, tras adquirir el último viernes un radiador en el Frávega de Callao y Santa Fe.

Las operaciones sin interés son uno de los grandes motores de la recuperación del consumo y su reducción de doce a seis cuotas podría representar un golpe muy duro para las ventas de electrodomésticos. Por esta razón, las empresas del rubro intentaron hasta último momento mantenerlas aun a costa de la reducción de sus márgenes de ganancia. De hecho, las grandes tarjetas de crédito como Visa y MasterCard habían dejado sin efecto este tipo de financiación hace más de dos años y, desde enero de 2006, eran las propias cadenas minoristas las que se estaban haciendo cargo de la mayor parte del costo financiero de ofrecer la posibilidad de comprar un televisor o una heladera en doce cuotas sin cargo.