Agua cristalina, playas de arena fina y blanca, peces de colores, deportes acuáticos, cultura, historia… nada mejor que animarse a recorrer estos dos destinos caribeños para olvidarse de la rutina diaria, de los problemas y preocupaciones y dedicarse a descansar.
Taganga
Bastan sólo 15 minutos desde Santa Marta para llegar a este pueblo de pescadores, uno de los destinos más visitados por colombianos y extranjeros. Además de ser una de las playas más bonitas, es estación de buceo para los aficionados a esta práctica y al snorkel.
Las olas del mar dibujan pequeñas estelas blancas sobre la superficie, mientras se observan las embarcaciones que de día descansan en la playa y que de noche salen a pescar.
Al llegar es necesario tomar una lancha para conocer Playa Grande, la más importante de Taganga. Es la mejor alternativa para los que van en familia o con amigos en busca de tranquilidad.
El agua del mar es cristalina y permite ver peces de colores nadando entre la gente. Cerca a los riscos también se pueden admirar especies de coral y peces que viven en las grutas de este lugar.
Por la noche hay night clubs donde se disfruta de bailar al son de los tambores de una cumbiamba, de música crossover o tropical.
Barú
La Isla Barú se encuentra a sólo 30 minutos en lancha desde Cartagena de Indias. Este destino caribeño de más de siete mil hectáreas, ofrece opciones para todos.
Sus tres kilómetros de playas de arena fina y blanca junto a la tibieza de sus aguas cristalinas y color turquesa hacen que cualquiera se enamore todavía más del Caribe y de Cartagena de Indias. Nada mejor que disfrutar de un coco bien frío sentado a la orilla de la playa o hacer ‘snorkeling’ en este mar de siete colores.
En Playa Blanca, el sitio más bonito de esta zona insular, hay una gran variedad de restaurantes para disfrutar de las deliciosas comidas típicas del lugar.
La práctica de actividades acuáticas forma parte de las alternativas de diversión, tanto para los grandes como para los chicos, las opciones van desde motos acuáticas hasta paseos en gusanitos. Un buen plan consiste en visitar el Oceanario en las islas del Rosario.
Y para los más aventureros, se puede vivir la experiencia de dormir en hamacas, hacer camping y despertar con los primeros rayos del sol en el rostro junto la fresca brisa marina y el mejor paisaje isleño que ofrece Barú.
Barú y Taganga, dos destinos llenos de vida que hacen ver allí un pedazo de paraíso en la tierra. Inmenso y al alcance de todos. Una razón más para visitar Colombia y correr el riesgo de querer quedarse.
Para más información: www.colombia.travel
