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Efecto crac: la carne argentina pasó de valer lo mismo que un Audi a un Fiat Palio

En épocas de vacas gordas, con viento de cola y buenos precios de las commodities, la carne argentina era un bien con excelente cotización a nivel internacional.

De hecho, la coyuntura internacional influyó de tal manera que en 2006 el Gobierno comenzó a restringir las exportaciones ya que, dada la alta rentabilidad que recibían los frigoríficos en el exterior, temían faltante de cortes en los mostradores de las carnicerías locales.

De esta manera, además, se buscó desacoplar los precios que enfrentaría cotidianamente un consumidor local de aquellos que un hotel de lujo en Alemania estaba a dispuesto a pagar por un bife argentino, por ejemplo.

Así, las medidas para restringir las ventas al exterior incluyeron un cupo en toneladas y un sistema de encaje, el cual establece que los frigoríficos sólo pueden exportar el 25% de sus existencias, con lo cual el 75% restante deberá volcarse al mercado interno.

Sin embargo, paralelamente al desplome de los precios de las commodities agrícolas y de los metales, también cayó la cotización del bife argentino. Para comprender la magnitud de esta importante baja es conveniente volver a reflotar la costumbre que se instaló a principios de 2008 de comparar el costo de la carne con los autos de lujo.

Antes de que estallara la crisis internacional en toda su magnitud, junio constituyó uno de los mejores meses del año pasado en cuanto a precios se refiere. En efecto, el precio promedio pagado por las 14.843 toneladas exportadas de todas las variedades de carne alcanzó los u$s8.100 M.

Analizando de manera desagregada, uno de los cortes cuya cotización más se encareció fue el bife ancho, con un valor de exportación de u$s14.859 promedio la tonelada.

El viento de cola era tal que, a mitad del año pasado, el valor de dos toneladas de ese producto era equivalente a un Audi A3 1.6, con un valor de referencia del orden de los u$s27.500, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).

Pero la bonanza no duró indefinidamente. Con el fin de la coyuntura internacional positiva y mercados claves contraídos, los precios se desplomaron a niveles impensados.

Así, según los últimos datos disponibles del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), la cotización del bife ancho cayó en picada: los frigoríficos pudieron colocar en noviembre pasado unas 642 toneladas a un precio promedio de u$s7.402, casi 50% por debajo del valor logrado meses atrás.

De este modo, con el actual tipo de cambio, dos toneladas de este corte representarían unos $51.800, un valor equivalente a un Fiat Palio 5 puertas modelo ELX TD.

En este contexto, Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), confirmó a iProfesional.com que “los exportadores sufren un desplome de la rentabilidad sin precedentes”.

En la misma línea, Javier Martínez del Valle, presidente de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), sostuvo que “los precios internacionales cayeron mucho desde los valores récord que se vieron a mediados de 2008” y que la actividad se ve seriamente perjudicada por las restricciones aún vigentes y los niveles de retenciones que tributa el sector.

Exportaciones en baja
A nivel global, las exportaciones argentinas cerraron un 2008 que dejó un sabor agridulce: según datos oficiales del Sistema MARIA, durante 2008 las exportaciones de carne bovina totalizaron 398 mil toneladas, un 19% por debajo de las 494 mil de 2007.

Las caídas más importantes se dieron en los cortes refrigerados, con una contracción del 36%, y en los congelados, con una disminución del 17%.

A pesar de este desplome, el sector generó un 17% más de divisas por los altos precios que se dieron durante buena parte de 2008, que más que compensaron la caída del último período.

De este modo, de los u$s1.538 M de 2007 se pasó a generar exportaciones por unos u$s1.800 M.

“Hoy no hay incentivos para exportar”, recalcó Martínez del Valle, ya que “deben enfrentar un encaje del 75% con precios muy deprimidos tanto en el mercado interno como externo”.

En este contexto, las perspectivas de cara a 2009 tampoco son positivas para Ambrosetti, quien aseguró que “el panorama es muy complicado” y que, como la demanda de los mercados internacionales se contrajo significativamente, “vamos a estar exportando menos que el año pasado”.

“Las ventas al exterior de la Argentina vienen cayendo año tras año desde 2005 por todos los desaciertos que se han cometido”, sostuvo el titular de APEA.

“Para cambiar esto hay que darle más señales al sector, liberar las exportaciones, eliminar las restricciones, el encaje y el ROE Rojo”, agregó a su turno Ambrosetti.

La Cuota Hilton vuelve al centro del debate
Desde APEA destacaron las preocupantes proyecciones que hay en torno a la Cuota Hilton, el sistema que le permite a los frigoríficos argentinos colocar cortes de alta calidad con ventajas arancelarias en la Unión Europea.

La Secretaría de Agricultura ya distribuyó la totalidad de las 25.200 toneladas de cortes enfriados vacunos, sin hueso, de alta calidad para el período del 1 de julio de 2008 al 30 de junio de 2009. El tonelaje distribuido se completó con unas 2.800 toneladas asignadas a asociaciones de productores ganaderos dedicados a la exportación.

Sin embargo, según Martínez del Valle, los envíos concretados hasta el momento se ubican un 50% por debajo de los realizados en el mismo período del año pasado.

Frente a este panorama, el directivo consideró que “no sería raro que por segundo año consecutivo no lleguemos a cubrir la cuota que le corresponde a la Argentina”.