Inicio Empresas y Negocios El 31% de los empleados no confía en sus directivos

El 31% de los empleados no confía en sus directivos

La confianza en los líderes es básica en el buen funcionamiento de una organización; para que los equipos de trabajo marchen y sean efectivos sus integrantes deben contar con unos directivos en los que confíen, a quienes admiren y con quienes sepan que pueden contar, como punto de partida para sentirse motivados y saber que forman parte de bloques fuertes y con sentido.

Por ello es fundamental que estos directivos tengan en cuenta la importancia de proyectar confianza construyendo una imagen que sea bien recibida por quienes trabajan para ellos, es decir, una imagen que tenga como base los valores y actitudes prioritarios para estos empleados que constituyen la fuerza de trabajo y que los tienen a ellos como guías.

Pero la construcción de la confianza popular no es nada fácil de lograr y requiere de un gran esfuerzo en distintas áreas, como lo presentó el Instituto de Liderazgo y Administración (ILM por si sigla en inglés) por medio del Índice de Confianza en los Líderes 2009, obtenido después de realizar una encuesta entre más de 5600 empleados del Reino Unido, de los cuales casi un tercio (31%) manifestaron tener muy poca o ninguna confianza en sus líderes.

Qué tanto confían los empleados en sus líderes

De acuerdo con la encuesta hay algunas variables en la confianza que se tiene en los directivos dependiendo del tamaño de la organización, de si es pública o privada, del tiempo que los líderes llevan en su puesto y del sector de la empresa, entre otros.

El estudio encontró que el índice general de confianza en los máximos directivos es de 59 en una escala de 0 a 100, pero hay marcadas diferencias si se profundiza un poco. Por ejemplo, este índice de confianza es de 57 en el sector público y de 61 en el privado, mientras que el índice para los jefes de área está diez puntos por encima del índice general, ubicándose en 69.

Asimismo, los sectores de actividad de las compañías también muestran una marcada diferencia en cuanto a la confianza que tienen los trabajadores en sus jefes: compañías del sector privado de áreas como la caridad, la venta al por menor, la ingeniería y la industria manufacturera, presentan los más altos índices de confianza en sus directivos, mientras que otras del sector privado como las de telecomunicaciones, transporte y viajes, y algunas públicas como los gobiernos locales y nacionales y los medios de comunicación, obtienen las valoraciones más bajas.

Por otra parte, aspectos como la edad y el género no se mostraron como tan determinantes a la hora de confiar o no en el jefe como se pudiera pensar, aunque sí se evidenció que hay una mayor confianza en un directivo del mismo género y de una edad cercana.

Cómo construir confianza

Y es que los directivos deben empezar a ponerle más atención a la forma en que los perciben quienes trabajan para ellos y a las prioridades que estos tienen a la hora de confiar y admirar a sus jefes ya que la confianza es pieza clave en una organización exitosa y su construcción requiere de tiempo. No en vano la encuesta revela que directivos que lleven menos de cinco años en su puesto no tienen muchas probabilidades de verse como confiables.

Algo muy interesante que expresaron los encuestados fue la relevancia de seis puntos relativos a la confianza: la habilidad, la comprensión, la justicia, la sinceridad, la integridad y la coherencia, siendo la habilidad para hacer el trabajo y la integridad como persona los dos factores clave para que un líder se gane la confianza de aquel que trabaja para él.

Como explica Penny de Valk, directora ejecutiva de ILM, “La confianza es crucial para el desempeño de una organización y es el fundamento del buen liderazgo. Los equipos son más efectivos en un ambiente confiable y las personas trabajan mejor y más duro si confían en sus líderes. Pero para los líderes ser buenos en su trabajo simplemente ya no es suficiente. Ellos tienen que ser conscientes de su ‘valor de la señal’ y de cómo esto es percibido por los empleados como signo de integridad.”

Esto quiere decir que si los líderes quieren retomar el prestigio de sus posiciones y hacer que su papel sea realmente beneficioso para la organización, deben tener claro que la integridad, la autenticidad y la verdadera habilidad para desarrollar un trabajo están por encima del resto de los aspectos.