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El azúcar, detrás de un nuevo récord

Mayo trajo vientos favorables para el sector azucarero. Sin heladas a la vista y a las puertas de un invierno que sería mucho menos riguroso que el anterior, la industria local ya está enfriando el champagne con el que festejaría un nuevo récord histórico: los 2,5 millones de toneladas que se estiman producir este año.

“Estamos en condiciones de afirmar que este año sí vamos a tener el récord que el año pasado nos frustró la helada”, dijo un sonriente Jorge Zorreguieta, presidente del Centro Azucarero Argentino, al casi centenar de asistentes a la 33a. sesión del Congreso Internacional del Azúcar, realizado en el Hotel Intercontinental de Buenos Aires. Zorreguieta se refería al pico de 2,3 millones de toneladas que todos preveían producir en 2007 y que no se lograron, en gran medida, por culpa de la seguidilla de heladas que afectó el norte del país.

Otra parte de la responsabilidad de la menor producción la habrían tenido los cortes energéticos del invierno pasado, un tema del que Zorreguieta prefirió no hablar, menos delante de sus colegas de la Unión Industrial Argentina (UIA) que lo estaban escuchando: Federico Nicholson, Luis González Estévez y Luis María Blaquier. En 2007, la franqueza de Zorreguieta sobre el enojo de las industrias norteñas por los cortes le había ocasionado alguna discusión con sus colegas de la UIA.

Hoy, la previsión de producción es casi un 10% superior al último récord (los 2,3 millones de toneladas de 2006), un hito logrado “gracias a los mejores rendimientos, a la inversión en nueva tecnología y a la mejora de las variedades usadas”, según Mercedes Nimo, de la Dirección Nacional de Alimentos. Consultado sobre si la industria planeaba solicitar al Gobierno la actualización del precio oficial del azúcar en góndola (fijado en un valor de alrededor de 45 centavos de dólar el kilo), Zorreguieta dijo que el valor al público se mantendría en este nivel y que la fijación del precio “es un pequeño sacrificio del sector para aportar al equilibrio de los precios”. Algo que uno de los industriales norteños presentes tradujo, mitad en broma, mitad en serio, de esta forma: “Un sacrificio que nos está haciendo perder como en la guerra”.

Hasta el Gobierno parece regocijado por los pronósticos positivos del sector, ya que el encargado de abrir el congreso fue el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza. El funcionario elogió al sector por duplicar su producción en menos de cinco años y aportar para que el país “logre abastecer la creciente demanda de alimentos que presenta el mundo”.

Más allá del optimismo percibido en el empresariado, se notó en los presentes cierta preocupación en torno a la demora en las regulaciones para la producción de etanol, en el marco de la ley de biocombustibles, que prevé que para 2010 las naftas deben tener una mezcla del 5% de alcohol.

“La industria tiene muy claro cuánto quiere invertir en esto, pero nada se puede mover si no hay una regulación clara en cuestiones impositivas, de normativas de seguridad y precios”, destacó Oscar Rojo Fernández, de Tabacal. Según el empresario, para cumplir los requerimientos de la ley se deberían producir 200 millones de litros de alcohol anuales, lo que obligará al aumento de la producción.